INTERPOL ofrece su apoyo para proteger a los niños víctimas del terremoto de Haití de la explotación y la trata de personas

2 de febrero de 2010

Como suele ocurrir en todas las catástrofes, ya sean naturales o provocadas por el hombre, los niños son el colectivo más perjudicado. Además de sufrir daños inmediatos que afectan a su salud física y psicológica y a su bienestar, el hecho de que queden separados de sus familias aumenta el riesgo de que se conviertan en víctimas de explotación, agresión y trata.

Tras el terremoto de Haití, muchos centenares de niños dependen de la ayuda de personas con las que anteriormente no habían tenido contacto. Aunque es evidente que la mayor parte de la gente que ha ofrecido su asistencia tras el terremoto se dedica a mejorar la vida de los niños supervivientes, este tipo de situaciones atrae también a personas y organizaciones delictivas que pretenden acceder a posibles víctimas a las que poder después explotar aprovechándose de su vulnerabilidad inherente.

Asimismo, resulta preocupante el creciente número de ofrecimientos de adopción internacional, ya que son bien conocidas las relaciones entre este mercado y las redes de trata y explotación de niños.

Las fuerzas del orden pueden intervenir prestando apoyo a los organismos locales, nacionales e internacionales para proteger a los niños y prevenir su explotación y trata, lo que incluye ayudar a localizar a miembros de familias dispersas y ofrecer locales de acogida para los menores que no están acompañados.

INTERPOL ha ofrecido su total asistencia a las autoridades de Haití y de los países vecinos con miras a colaborar con sus socios internacionales en la verificación de la identidad de los niños que cruzan fronteras.

Asimismo, si así se lo solicitan, INTERPOL podrá publicar notificaciones amarillas para ayudar a localizar y a identificar a personas desaparecidas y, en particular, niños.

Por otra parte, la sede de la Secretaría General, sita en Lyon, ha transmitido un aviso a sus 188 países miembros para pedirles que extremen la vigilancia a fin de identificar a posibles víctimas de la trata de niños entre los damnificados por la catástrofe de Haití.