INTERPOL, entonces y ahora

Hemos asistido a un siglo de cambios, pero nuestras metas siguen siendo las mismas.

Sinopsis

La idea subyacente a la creación de INTERPOL en 1923 era encontrar el modo de ayudar a la policía de los distintos países a cooperar para resolver delitos, en particular en cuanto a los procedimientos de detención y extradición, las técnicas de identificación y la idea de un registro policial centralizado

Aunque ha habido grandes cambios en el mundo a lo largo del último siglo, muchos de estos principios siguen fundamentando nuestro trabajo hoy día.

Siga leyendo para saber más acerca de los temas que han guiado nuestro trabajo a lo largo de los últimos 100 años.  

Conexión policial

INTERPOL

El contacto directo con las fuerzas policiales de los distintos países es esencial para facilitar las investigaciones que trascienden las fronteras geográficas.

Los participantes en la 4ª reunión de la Asamblea General de INTERPOL, celebrada en Ámsterdam en 1927, aprobaron una resolución en virtud de la cual cada país miembro debía establecer un punto central de contacto en el marco de su estructura policial. Esto constituyó el germen de las actuales Oficinas Centrales Nacionales (OCN).

Las OCN constituyen el eje central de INTERPOL. Son el punto de contacto de todas nuestras actividades sobre el terreno, actuando como enlace esencial entre los servicios nacionales de policía y nuestra red mundial de países miembros.

Las OCN colaboran entre sí en materia de investigaciones, operaciones y detenciones transfronterizas, e intercambian diariamente información policial esencial. Asimismo, reunimos a policías y expertos en encuentros operativos, grupos de trabajo y conferencias, donde debaten sobre cuestiones de interés común e intercambian experiencias.

Comunicaciones

Es imprescindible una rápida comunicación entre países a fin de poder localizar y detener a los delincuentes inmediatamente. En los albores de la Organización, se recurría para ello a telegramas, comunicaciones telefónicas y servicios postales internacionales.

En el último siglo, la tecnología de las comunicaciones ha avanzado vertiginosamente. En 1935, se puso en marcha nuestra primera red de radio internacional, ofreciendo un sistema de telecomunicaciones independiente de uso exclusivo para las autoridades nacionales de policía criminal.

Actualmente conectamos a los servicios policiales de todo el mundo mediante nuestro sistema de comunicación protegida basado en la web, el sistema I-24/7, puesto en marcha en 2002. A través de esta plataforma se transmiten millones de mensajes anualmente, y se posibilita el acceso en tiempo real de las OCN a nuestras bases de datos. Hubiera sido difícil imaginar un cambio de tal magnitud para la policía en 1923.

Idiomas

Había que elegir un idioma común para armonizar las comunicaciones entre los distintos países. En 1923 se barajó la posibilidad de optar en un futuro por el esperanto, aunque esta idea no prosperó.  

Al principio los idiomas de trabajo de INTERPOL eran el francés y el inglés, y el español empezó a emplearse a partir de 1955. El árabe se aprobó oficialmente como cuarta lengua oficial en 1999. En la actualidad todos los documentos oficiales se traducen a los cuatro idiomas, y en las conferencias y reuniones más importantes se ofrece un servicio de interpretación.

Hay una gran diversidad lingüística entre los miembros del personal, con más de 100 nacionalidades representadas en la Secretaría General y las Oficinas Regionales. A fin de asistir a los países miembros, el personal del Centro de Mando y Coordinación habla con fluidez varios idiomas.

Identificación de delincuentes

El inspector de policía Hakon Jörgensen (Dinamarca) le hace una demostración de su procedimiento remoto de identificación al Sr. Reimer, de la Policía de Viena, durante el segundo Congreso Internacional de Policía Criminal de 1923.

Los miembros fundadores de INTERPOL pactaron una serie de resoluciones en 1923. En la resolución nº 8 se instaba a los países participantes a utilizar las técnicas de identificación de huellas dactilares desarrolladas por la policía danesa, y a compartir la información resultante con la oficina de Copenhague, específicamente dedicada a la cuestión, para crear un registro internacional de huellas dactilares.

Los conocimientos técnicos forenses y el intercambio de datos forenses han cobrado cada vez más importancia para las investigaciones internacionales, pues los delincuentes viajan más que nunca y utilizan documentos de identificación falsos.

En 2000 pusimos en funcionamiento un sistema automático de identificación dactilar (SAID), que redujo drásticamente el tiempo necesario para comprobar las huellas. A todo ello se sumó una base de datos sobre perfiles de ADN (2002) y otra de imágenes de reconocimiento facial (2016). Juntas, posibilitan realizar miles de identificaciones cada año.

Nuestros antecesores, tomando huellas con papel y tinta, difícilmente podrían haber imaginado la tecnología que se desarrollaría con el tiempo.

Registros normalizados

INTERPOL

Ante la amplia variedad de sistemas de clasificación utilizados, a primeros del siglo XX los miembros fundadores de INTERPOL reconocieron la necesidad de crear un sistema de registros internacionales centralizados y normalizados.

Hasta los años ochenta, en que dio comienzo la informatización, los registros se conservaban en papel y los datos se recopilaban y analizaban manualmente utilizando ficheros de índice. Se utilizaba un sistema de registro general exhaustivo compuesto por fichas nominales indexadas (archivadas por orden tanto alfabético como fonético), documentos jurídicos (datos personales y números de matrícula de vehículos, por ejemplo) y delitos (clasificados por tipo y por lugar), que se complementaba con registros especializados, como los que contenían huellas dactilares y fotografías.

Hoy día INTERPOL brinda a sus países miembros un acceso inmediato y directo a una gran variedad de bases de datos policiales con millones de registros. Incluyen información sobre nombres de delincuentes, documentos de viaje, obras de arte y vehículos robados, armas de fuego, datos biométricos e imágenes de explotación sexual de menores.

¡El tiempo de respuesta tras una consulta en la base de datos es de menos de un segundo!

Extradición

Fugitives
Fugitivos

La extradición es uno de los elementos primordiales de la cooperación policial. Desde los inicios, una de las prioridades era encontrar mecanismos para acelerar el procedimiento de transmisión de las solicitudes de extradición y que estas sirviesen de fundamento para proceder a la detención preventiva.

La primera notificación roja se publicó en 1947 con el fin de encontrar a un ciudadano ruso buscado por el asesinato de un policía.

La notificación roja —o aviso internacional sobre una persona buscada— proporciona los datos de identificación del sospechoso y un resumen de los hechos que se le imputan.

Actualmente, las notificaciones rojas son quizás nuestra herramienta más emblemática. Se publican a petición de un país miembro para solicitar la localización y detención de personas buscadas con miras a su extradición o a la aplicación de medidas judiciales similares.

Cada año se publican miles de notificaciones rojas, que se transmiten electrónicamente a todos los países a través de conductos policiales protegidos.