Un pasaporte que cae en las manos equivocadas es como un arma. Si queremos preservar la seguridad mundial, debemos impedir que los delincuentes traspasen fronteras.
Jóvenes de ambos sexos que viajan a zonas de conflicto para unirse a grupos terroristas; pederastas que salen de su país de origen para abusar de sus víctimas en el extranjero; contrabandistas y tratantes que esconden su cargamento de productos ilícitos y migrantes desesperados; fugitivos que cruzan fronteras para escapar de la justicia.
Uno de los componentes esenciales de la lucha contra la delincuencia transnacional es una seguridad fronteriza eficaz. A menudo, los delincuentes y terroristas se desplazan con documentos de identidad falsificados.
Hemos puesto a disposición de los países miembros distintas bases de datos para que realicen controles de personas, pasaportes y vehículos. El acceso a dichas bases de datos se otorga a los funcionarios de nuestras Oficinas Centrales Nacionales, y puede hacerse extensivo a los agentes de las fuerzas del orden destacados en primera línea en puestos fronterizos.