Socios del gobierno

Los organismos gubernamentales son colaboradores esenciales en la lucha contra la delincuencia.

La delincuencia permea todos los aspectos de nuestras vidas, vivamos donde vivamos. Supone un peligro para nuestras sociedades, economías y comunidades. Terrorismo, ciberdelincuencia, delincuencia organizada… la delincuencia no conoce límites ni fronteras.

Abordar estos problemas ya no puede ser únicamente la misión de los organismos encargados de la aplicación de la ley. Los gobiernos nacionales lo saben bien y están dispuestos a elaborar una respuesta conjunta.

Nadie puede hacerlo solo

Colaboramos con organismos gubernamentales de todo el mundo para aportar una mejor respuesta a problemas comunes. Esta colaboración nos permite plantearnos operaciones con un mayor alcance y a mayor escala de lo que podríamos hacer solamente con nuestros propios recursos.

Aprovechamos esta sinergia de muchas formas, desde intercambiar información y aunar recursos humanos y equipos, a cooperar en proyectos financiados por gobiernos en ámbitos delictivos de importancia para determinados países, o en los que se han desarrollado conocimientos técnicos específicos a nivel nacional.

La financiación externa nos ayuda a cumplir nuestra visión de conectar a la policía para lograr un mundo más seguro. La mayoría de nuestra financiación voluntaria procede de organismos gubernamentales, a menudo de aquellos responsables de las actividades policiales.

Resultados beneficiosos para todos

Debemos enfatizar los beneficios mutuos que resultan de la cooperación entre las fuerzas del orden y los gobiernos en la lucha contra la delincuencia organizada. Estas colaboraciones nos permiten unir fuerzas con organizaciones que cuentan con objetivos y valores similares, y evitar duplicaciones. Al adoptar un enfoque racionalizado y coordinado, podemos reforzar las capacidades policiales a escala mundial. 

Objetivos policiales mundiales

Hemos establecido siete objetivos policiales mundiales que abordan una serie de cuestiones relacionadas con la delincuencia y la seguridad, y cimientan la base de la labor de promoción ante los gobiernos nacionales. Los objetivos se ajustan a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivo 16 “Paz, justicia e instituciones sólidas”.

Véase también