Puede ser una amenaza para la seguridad, pero también una herramienta al servicio de la policía, y una fuente de pruebas.
Problemática
Vivimos en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo. La tecnología y la innovación cambian nuestra vida diaria, a menudo mejorándola.
Sin embargo, el panorama actual de la seguridad es impredecible y propenso a sufrir perturbaciones o impactos repentinos. Así, en la pantalla del radar de la policía pueden aparecer de repente unas actividades delictivas hasta ahora nunca vistas, que pueden ir desde el terrorismo hasta la ciberdelincuencia.
Hace unos años hubiera sido impensable el robo de un vehículo mediante la amplificación de la señal del mando del automóvil.
Fenómenos relativamente recientes, como los mercados de la red oscura y las criptomonedas, no solo alimentan la ciberdelincuencia, sino que facilitan muchos otros delitos a menudo vinculados al terrorismo y a la delincuencia organizada.