En el transcurso de operaciones de INTERPOL se han incautado aceitunas que contenían soluciones de sulfato de cobre, azúcar contaminada con fertilizantes y pasta de gambas con pesticidas.
¿Qué peligros entrañan estas prácticas?
Existen dos tipos principales de delitos alimentarios:
- Venta de alimentos no aptos para el consumoIncluye la venta de productos derivados de animales de origen desconocido o el re-etiquetado de productos ya caducados.
- Relleno, dilución, sustitución y etiquetado incorrectoComprende la sustitución de alimentos o ingredientes por alternativas más baratas, lo que puede resultar perjudicial, o etiquetar incorrectamente de forma deliberada acerca de la calidad o la fuente de los ingredientes.
¿En qué hay que fijarse?
Al comprar alimentos, compruebe la calidad del embalaje, la lista de los ingredientes, la información sobre el fabricante, etc. Confíe en su instinto y evite comprar algo que no le parezca correcto.
He aquí algunos consejos sobre determinados productos.
- Aceite de oliva - El aceite de oliva es uno de los productos alimentarios más afectados por el fraude. A menudo se diluye con otros tipos de aceite más baratos e incluso con grasa. Compruebe los datos del producto como la fecha de la cosecha, el país de origen y el nombre del productor. Si estos datos no están claros, es posible que el aceite sea fraudulento. Fíjese también en la denominación de origen protegida, que debe aparecer en todos los productos legítimos derivados del aceite fabricados en Europa.
- Miel - Se ha descubierto que algunas mieles producidas ilícitamente contienen antibióticos potencialmente dañinos. Lea siempre los ingredientes y evite los productos a los que se haya añadido azúcar o sirope. Siempre que sea posible, compre a productores locales.
- Productos del mar - El marisco está frecuentemente mal etiquetado. Los productos fraudulentos derivados del pescado suelen contener niveles elevados de mercurio y de histaminas que pueden provocar enfermedades.
Qué hacer si encuentra alimentos presuntamente fraudulentos
Si sospecha que ha comprado productos alimentarios fraudulentos, o los ve a la venta, debería denunciarlo a la policía y a la dirección de salud medioambiental local o a la autoridad reguladora en materia de alimentación.
No ingiera productos de los que tenga dudas.