Medicamentos falsos

Los medicamentos falsos pueden haber sido falsificados, estar contaminados o mal etiquetados. No se arriesgue.

En lugar de curar, algunos medicamentos pueden provocar daños. Por lo cual los medicamentos que se necesite para tratar una enfermedad, sea cual sea, deben provenir de una fuente autorizada.

Esta máxima, aplicable a todo tipo de farmácos para cualquier tipo de enfermedad, ha adquirido una nueva dimensión con el brote de COVID-19.

COVID-19 (coronavirus)

La demanda de productos de higiene y protección personal está creciendo exponencialmente, y los delincuentes están tratando de aprovechar esta coyuntura para vender productos de calidad subestándar o falsificados: desde mascarillas quirúrgicas hasta “fármacos para combatir el coronavirus” claramente falsos.

Los medicamentos que afirman engañosamente proteger contra el virus, o incluso curarlo, abundan. Por eso, cuando el consumidor adquiere uno de ellos no sabe qué tipo de fármaco está recibiendo realmente, ni si es seguro consumirlo. Lo que parece una cura en realidad puede ser perjudicial para la salud.

¿Qué riesgos presentan?

Los medicamentos ilegales pueden ser peligrosos por varias razones. Pueden haber sido falsificados o estar mal etiquetados de forma deliberada. Contienen con frecuencia una dosis inadecuada (excesiva, insuficiente o nula) del principio activo. Se ha descubierto que algunos contienen mercurio, arsénico, raticida o cemento.

En otros casos, puede tratarse de medicamentos auténticos que han sido robados y almacenados en malas condiciones, o que están caducados. Por lo cual pueden resultar ineficaces o estar contaminados.

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¿Con qué productos hay que tener cuidado?

Estas circunstancias afectan a una gran variedad de productos, entre ellos:

  • Productos y medicamentos relacionados con la COVID-19, como las mascarillas quirúrgicas desechables, los desinfectantes para manos, los antivirales y fármacos contra la malaria, las vacunas, y los kits de detección de la COVID-19.
  • Medicamentos para tratar enfermedades, como el cáncer, la malaria, el VIH y otras enfermedades graves.
  • Medicamentos para mejorar el estilo de vida, como los que sirven para perder peso o tratar la disfunción eréctil.
  • Productos sanitarios, desde lentes de contacto, preservativos o jeringuillas hasta instrumental quirúrgico, sillas de ruedas y aparatos de radioterapia.

¿Cómo reconocer los productos médicos falsos?

A menudo, los medicamentos falsificados vienen empaquetados en envases de alta calidad que contienen comprimidos falsos idénticos a los originales. En ocasiones, solo pueden detectarse sometiéndolos a una prueba de laboratorio.

Es fundamental extremar las precauciones al comprar medicamentos, sobre todo en línea.

Deben reunir las seis “Pes”:

  • Plaza − No adquiera jamás medicamentos en sitios web o mercados desconocidos.Compre únicamente a proveedores autorizados que pongan a la vista un certificado de autenticidad. Si las referencias del proveedor no le inspiran confianza, consulte la lista de dispensarios autorizados publicada por el organismo nacional regulador de medicamentos. Esta recomendación es aplicable en el caso tanto de proveedores en línea como de establecimientos físicos.
  • Prescripción − Compre solo medicamentos que hayan sido recetados por un médico u otro profesional sanitario.Al comprar por Internet, hay que asegurarse de que el sitio web exige receta médica. No compre en sitios web que ofrecen recetas a partir de cuestionarios o que no facilitan los datos de contacto de un farmacéutico.
  • Promesas − Desconfíe de las farmacias que hacen promesas “demasiado buenas para ser verdad”.Las promesas falsas de las que hay que sospechar son del estilo “cura todos los tipos de enfermedad grave", “si no queda satisfecho le devolvemos su dinero”, “sin riesgos” o “existencias limitadas, compre rápido”.
  • Precio − Coteje el precio con el de otros productos adquiridos habitualmente o que sean vendidos por distribuidores conocidos. Si el medicamento es mucho más barato, es probable que sea falso.
  • Privacidad – No facilite ningún dato bancario en ningún sitio web a menos de haberse asegurado de que el sitio dispone de un sistema de pago en línea protegido.Se han hallado vínculos entre el comercio de productos médicos falsos, la utilización fraudulenta de datos de tarjetas de crédito y la usurpación de identidad. No facilite ningún dato personal que no se ciña de manera estricta a la información médica pertinente.
  • Producto − Compare los fármacos con los que le son recetados habitualmente. Un medicamento es falso:
    • si tiene menos o más componentes que el medicamento habitual, o si estos son distintos;
    • si en el prospecto se indican otras propiedades o efectos secundarios;
    • si el tamaño, la forma, el sabor o el color son diferentes;
    • si no tiene el etiquetado correcto, o no está etiquetado;
    • si la fecha de caducidad ha vencido o no figura;
    • si no contiene indicaciones sobre la conservación del medicamento;
    • si el embalaje parece mal hecho o manoseado;
    • si hay faltas de ortografía o errores gramaticales en el embalaje o en el prospecto.

Si ve un producto falso, denúncielo

Si cree haber adquirido un producto médico falso, avise a la farmacia donde lo compró y a su médico.

Si sospecha haber visto productos médicos falsos destinados a la venta (en línea o en un establecimiento físico), denúncielo a la policía o a las autoridades sanitarias.