Una operación dirigida por INTERPOL para reforzar la lucha antiterrorista en la República Democrática del Congo, Kenia, Tanzania y Uganda ha desencadenado una serie de investigaciones en varios países.
La actividad terrorista a menudo está relacionada con muchos otros delitos. Con la operación Simba II se ha pretendido mejorar la capacidad de los agentes de primera línea para identificar a viajeros que podrían ser terroristas o delincuentes, recurriendo al gran abanico de capacidades policiales de INTERPOL instaladas en los puestos fronterizos aéreos y terrestres.
Entre el 15 y el 22 de marzo, la Secretaría General de INTERPOL y el Nodo Regional Antiterrorista para África Oriental y Austral, radicado en Nairobi, coordinaron una actuación con las unidades de la policía nacional, inmigración, aduanas y lucha antiterrorista para la localización de delincuentes que trataban de cruzar las fronteras.
En esos ocho días se llevaron a cabo casi tres millones de búsquedas en las bases de datos de INTERPOL, que permitieron identificar a hombres y mujeres buscados por delitos graves.
Las autoridades de la República Democrática del Congo detuvieron a cinco personas buscadas por INTERPOL ─una de ellas era un sospechoso buscado en Europa por comisión de delitos graves como miembro de una banda organizada regional─ cuando trataban de cruzar su frontera.
Las autoridades de Kenia localizaron a un hombre objeto de una notificación roja de INTERPOL, una alerta general enviada a las fuerzas del orden de todo el mundo relativa a prófugos buscados internacionalmente. Un país de Asia Central lo busca por ser sospechoso de haber cometido un delito grave de estafa.
Gracias a que el aeropuerto internacional de Entebbe (Uganda) tenía acceso a las bases de datos de INTERPOL, los agentes de primera línea pudieron localizar a un hombre de origen asiático buscado en un país de Oriente Próximo por delitos financieros. Los sistemas especialmente diseñados de INTERPOL, que comunican con los sistemas nacionales e internacionales en los puestos fronterizos, detectaron que el hombre era objeto de una notificación roja de INTERPOL, lo que activó las correspondientes investigaciones en varios países.
Las pesquisas realizadas en Tanzania han llevado también a la localización de un sospechoso objeto de una notificación roja buscado por estafa y suplantación de identidad.
Está previsto que tengan lugar nuevas detenciones conforme vayan desarrollándose las indagaciones.
Karel Pelán, Subdirector de Lucha Antiterrorista en INTERPOL, declaró: “Los resultados de la primera operación de INTERPOL dirigida por el nodo regional antiterrorista en la región son un claro ejemplo de cómo la descentralización de los esfuerzos sobre el terreno en materia antiterrorista redunda en pro de la seguridad”.
Y añadió: “Al enviar a nuestros especialistas directamente a los países miembros, INTERPOL contribuye a mejorar la colaboración policial a escala regional y presta un apoyo activo en materia antiterrorista en las zonas prioritarias”.
La información y la tecnología como medios para mejorar la capacidad en materia antiterrorista
Antes de iniciar las operaciones sobre el terreno, los países trabajaron juntos compartiendo información y listas nacionales de personas más buscadas, a fin de determinar cuáles son los focos en los que se concentran los desplazamientos o las actividades de delincuentes.
Los agentes de primera línea de estos cuatro países tenían al alcance de la mano la información necesaria para detener a conocidos delincuentes, ya que desde las principales ubicaciones estratégicas se podía acceder a las bases de datos y al sistema mundial de comunicación policial protegida de INTERPOL, I-24/7.
“La falta de seguridad en las fronteras favorece el crecimiento del terrorismo local y regional, por lo que las operaciones como Simba II fomentan la resiliencia mejorando las capacidades necesarias para reconocer las tendencias delictivas y atajarlas de manera generalizada”, ha declarado John Gachomo, Director de la Unidad Policial de Antiterrorismo de Kenia.
“Kenia se ha comprometido firmemente a colaborar a escala internacional para evitar en la medida de lo posible que el terrorismo y otras actividades delictivas destrocen la economía, la seguridad y el tejido social de la región”, ha añadido el Señor Gachomo.
Durante los ocho días de la operación Simba II las bases de datos mundiales de información policial de INTERPOL, y en concreto la de documentos de viaje robados y perdidos (SLTD), arrojaron un número mayor de resultados positivos.
Los documentos de viaje robados son un elemento clave para la movilidad de los terroristas, particularmente para los combatientes terroristas extranjeros que vuelven de las zonas de conflicto. Gracias al acceso a la base de datos SLTD de INTERPOL, donde están registrados más de 80 millones de documentos de viaje, los agentes de primera línea pudieron localizar a varias personas que estaban utilizando pasaportes robados para viajar.
Reforzar la resistencia contra la propagación del terrorismo
“Las operaciones como Simba II demuestran la importancia que tiene que los países utilicen las distintas bases de datos de información policial de INTERPOL en lugares estratégicos, como los puestos fronterizos”, ha afirmado Wilson Otuna Omoding, Director Adjunto de la Lucha Antiterrorista en Uganda.
“Al compartir con África sus sólidas capacidades policiales, INTERPOL evidencia su voluntad de ayudar a este continente a resolver determinados riesgos para la seguridad y a construir el futuro sostenible, seguro y próspero que todos los africanos merecen”, ha concluido el señor Omoding.
Los principales grupos terroristas de la región son Al Shabaab y las Fuerzas Democráticas Aliadas, y son responsables de varios atentados contra la población civil, perpetrados en los países objeto de la operación Simba II, en los que fallecieron un gran número de personas.
La operación Simba II ha estado financiada por los Emiratos Árabes Unidos y la Fundación INTERPOL por un Mundo más Seguro.
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