Una operación marítima de INTERPOL permite detener a presuntos terroristas

5 de diciembre de 2022
La operación Neptune IV está dirigida contra presuntos terroristas y contra la delincuencia organizada transnacional

LYON (Francia) - Dos presuntos terroristas buscados a escala internacional en virtud de sendas notificaciones rojas han sido detenidos en el transcurso de una operación marítima fronteriza internacional coordinada por INTERPOL.

La operación Neptune IV, desarrollada del 1 de julio al 3 de septiembre y dirigida contra presuntos terroristas y otros delincuentes implicados en hechos graves de delincuencia organizada que viajan por rutas marítimas entre el norte de África y el sur de Europa, permitió además obtener ocho pistas de investigación relacionadas con el terrorismo.

La operación, que se basaba en información policial, contó con el apoyo de un equipo de INTERPOL sobre el terreno y también estuvo dirigida contra redes delictivas dedicadas al tráfico de drogas y armas de fuego, y la trata y el tráfico de personas.

Los agentes destacados en puertos marítimos y aeropuertos de ocho países –Argelia, Chipre, España, Francia, Italia, Líbano, Marruecos y Túnez– realizaron más de 2,6 millones de comprobaciones en las bases de datos de INTERPOL sobre documentos de viaje robados y perdidos, datos nominales y vehículos robados, a través de la red mundial de comunicación policial protegida (I-24/7) de esta organización policial.

Estas comprobaciones generaron 140 coincidencias, que dieron lugar a otras 14 detenciones tras una serie de incautaciones por valor de 3,6 millones de dólares estadounidenses, entre las que figuraban las siguientes: 33 kg de cocaína, unos 39 400 comprimidos de éxtasis, 133 kg de cannabis y diez automóviles robados. También se aprehendieron diez armas de fuego.

La operación se centró asimismo en los flujos migratorios clandestinos, y las autoridades de España, Francia e Italia detuvieron a presuntos tratantes y traficantes de personas e interceptaron a trece migrantes en situación irregular.

Habida cuenta de que cada año miles de vehículos y pasajeros cruzan las fronteras internacionales a través de rutas marítimas, el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock, declaró que las iniciativas transfronterizas como la operación Neptune demuestran en qué medida la acción concertada de las fuerzas del orden permite neutralizar los peligros que plantea el terrorismo y desbaratar los desplazamientos de los delincuentes.

"Sabemos que el panorama de las amenazas sigue evolucionando, y por lo tanto también deben hacerlo las respuestas aportadas por las fuerzas del orden al terrorismo y a la delincuencia organizada transnacional", declaró el Secretario General.
"El intercambio transfronterizo de información entre los organismos encargados de la aplicación de la ley y las entidades asociadas es fundamental para garantizar que los agentes de fronteras que actúan en la primera línea puedan acceder a la información adecuada en el momento oportuno”.

"La operación Neptune nos permite garantizar la coordinación de la labor de las fuerzas del orden a escala nacional, regional y mundial. Asimismo, aporta una respuesta concreta frente a los peligros que se plantean a la seguridad al centrarse mejor en la circulación ilícita de bienes y personas, y en las actividades delictivas organizadas de carácter grave", añadió el Secretario General.

Las autoridades italianas también se incautaron en el puerto de Génova de unos 250 000 euros en efectivo no declarado, que los investigadores sospechan formaban parte de flujos de fondos ilícitos que se enviaban hacia la región del Oriente Próximo y el Norte de África para financiar el terrorismo.

Las bases de datos de INTERPOL contienen actualmente información sobre más de 87 000 combatientes terroristas extranjeros y alrededor de 1,6 millones de datos relacionados con el terrorismo.

El papel de la cooperación internacional contra la delincuencia quedó patente asimismo en la operación, ya que en ella también participaron especialistas de Europol, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y la Organización Mundial de Aduanas.

Los funcionarios de los puertos marítimos y aeropuertos de los países participantes realizaron más de 2,6 millones de comprobaciones en las bases de datos mundiales de INTERPOL.
Las autoridades italianas se incautaron en el puerto de Génova de unos 250 000 euros en efectivo no declarado.
La operación internacional en las fronteras marítimas fue coordinada por INTERPOL y su objetivo consistió en desbaratar los desplazamientos de presuntos delincuentes.
La operación también se centró en los flujos ilícitos de migrantes, y las autoridades de España, Francia e Italia detuvieron a presuntos tratantes y traficantes de personas.
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