LYON (Francia) – Una operación policial mundial dirigida contra los grupos delictivos organizados de África Occidental, incluido Black Axe, ha dado lugar a cientos de detenciones, la incautación de activos por valor de 3 millones de dólares estadounidenses y la desarticulación de numerosas redes delictivas en todo el mundo.
La operación, denominada Jackal III y ejecutada entre el 10 de abril y el 3 de julio de 2024 en 21 países de los cinco continentes, estaba dirigida contra las estafas en línea y las organizaciones delictivas de África Occidental responsables de ellas.
Esta última edición de la operación anual Jackal se saldó con unas 300 detenciones, la identificación de más de 400 sospechosos y la congelación de más de 720 cuentas bancarias.
Isaac Oginni, director del Centro de INTERPOL contra la Delincuencia Financiera y la Corrupción (IFCACC), declaró lo siguiente:
“El volumen de los casos de estafa que tienen como origen África Occidental es alarmante y va en aumento. Los resultados de esta operación subrayan la imperiosa necesidad de una colaboración internacional entre las fuerzas del orden para luchar contra las tentaculares redes delictivas implicadas”.
“Mediante la identificación de los sospechosos, la recuperación de los fondos ilícitos y el encarcelamiento de algunos de los más peligrosos dirigentes de organizaciones delictivas de África Occidental, podemos socavar su influencia y reducir su capacidad para causar perjuicios a las poblaciones de todo el mundo”.
“Superbilletes”
Entre los grupos de delincuencia organizada transnacional más destacados de África Occidental figura Black Axe, que se dedica a las estafas por medios electrónicos, la trata de personas, el tráfico de drogas y los delitos violentos, tanto en África como a escala mundial.
En Argentina, la operación Jackal III condujo al desmantelamiento de una red delictiva transnacional dirigida por nigerianos, tras una investigación de cinco años de duración. La Policía Federal se incautó de 1,2 millones de dólares estadounidenses en “superbilletes” —billetes de banco falsos de alta calidad–, detuvo a 72 sospechosos y congeló unas 100 cuentas bancarias.
La red utilizaba “mulas bancarias” para abrir cuentas en bancos de todo el mundo y está siendo investigada actualmente en más de 40 países por actividades conexas de blanqueo de capitales. Los sospechosos son ciudadanos argentinos, colombianos, nigerianos y venezolanos.
Más de 160 víctimas de las estafas sufrieron pérdidas económicas importantes, algunas de ellas se vieron obligadas a vender sus casas o a pedir préstamos cuantiosos como consecuencia de tales pérdidas.
La pista del dinero ilegal
Diego Verdún, jefe de la Oficina Central Nacional de Argentina, señaló lo siguiente:
“La operación Jackal supone un paso crucial en la lucha contra las estafas en línea cometidas por grupos de África Occidental y demuestra claramente que los ciberdelincuentes no pueden escapar a la mirada atenta de los 196 países miembros de INTERPOL; especialmente, en Argentina”.
“Al seguir la pista del dinero ilegal por todo el mundo, INTERPOL y la comunidad policial mundial garantizan que, dondequiera que intenten esconderse estos delincuentes, serán perseguidos sin descanso y puestos en manos de la justicia”.
En otro caso, ocurrido en Suiza, la policía tomó medidas enérgicas contra los grupos de delincuencia organizada de África Occidental que operaban en todo el país, aprehendiendo cocaína y unos 45.000 euros en efectivo y deteniendo a diversos sospechosos.
INTERPOL prestó apoyo a la operación proporcionando acceso en tiempo real a sus bases de datos y facilitando la identificación de los delincuentes y la detección de sus actividades.
Transacciones de criptomonedas
La policía judicial portuguesa desarticuló una red nigeriana dedicada al reclutamiento de “mulas bancarias”, que blanqueaba los fondos procedentes de víctimas de estafas en línea de toda Europa. Durante el proceso, se identificó a más de 25 miembros del grupo delictivo.
Los datos procedentes de los computadores y los teléfonos incautados revelaron la transferencia de grandes sumas de dinero a cuentas bancarias nigerianas, así como transacciones de criptomonedas y complejas operaciones de blanqueo de capitales.
La sede de INTERPOL prestó asistencia a los países para facilitar el intercambio de información policial y la identificación y captura de sospechosos.
La operación Jackal III movilizó a las fuerzas policiales, las unidades de información financiera, los organismos de recuperación de activos y los socios pertinentes del sector privado de Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Côte d’Ivoire, España, Estados Unidos, Francia, Indonesia, Irlanda, Italia, Japón, Malasia, Nigeria, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica, Suecia y Suiza.
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