LYON (Francia): En pleno aumento exponencial de las estafas en línea, una operación coordinada por INTERPOL denominada HAECHI-I movilizó a más de 40 policías especializados de toda la región de Asia y el Pacífico.
Tras seis meses recabando información y efectuando operaciones conjuntas de manera coordinada, los policías pudieron interceptar en total 83 millones de dólares estadounidenses que las víctimas habían transferido ilícitamente a los autores de delitos financieros cometidos por medios informáticos.
Esta operación, que concluyó oficialmente la semana pasada, se centró especialmente en cinco tipos de delitos financieros en línea: fraudes de inversión, estafas sentimentales, blanqueo de capitales asociados al juego ilegal, extorsión sexual y usurpación de identidad.
Más de 1 600 cuentas bancarias congeladas
Durante los seis meses que duró la fase operativa de esta acción policial (de septiembre de 2020 a marzo de 2021) se iniciaron más de 1 400 investigaciones, muchas de las cuales siguen abiertas, y se resolvieron 892 casos.
Aunque la operación se centraba en la región de Asia y el Pacífico, el carácter transfronterizo de estos delitos en línea llevó a una rápida expansión de las investigaciones, en las que llegaron a intervenir las fuerzas del orden de los cinco continentes.
En el transcurso de la operación se detuvo a 585 personas y se congelaron más de 1 600 cuentas bancarias en todo el mundo.
Se publicaron casi 100 notificaciones y difusiones de INTERPOL a partir de la información obtenida durante las intervenciones.
"Los estafadores en línea intentan a menudo aprovechar la ausencia de fronteras en Internet dirigiéndose a víctimas de otros países o transfiriendo sus fondos ilícitos al extranjero", declaró
Ilana de Wild, Directora de INTERPOL de Delincuencia Organizada y Nuevas Tendencias Delictivas.
"Los resultados de la operación HAECHI-I demuestran que la delincuencia financiera en línea es fundamentalmente mundial, y que solo mediante una estrecha cooperación internacional podremos combatir eficazmente a estos delincuentes", añadió De Wild.
7 millones de dólares en facturas fraudulentas
A principios de febrero una entidad se puso en contacto con una empresa coreana, haciéndose pasar por un socio comercial, para solicitar el pago de una serie de facturas en las que los datos bancarios habían sido modificados de forma fraudulenta. La empresa acabó transfiriendo al estafador cerca de 7 millones de dólares, que fueron rápidamente transferidos a cuentas bancarias en Indonesia y Hong Kong (China).
Poco después de que la empresa denunciara la estafa a las autoridades, las fuerzas del orden coreanas alertaron a la unidad de delitos financieros de INTERPOL y a los puntos de contacto de esta organización. Las rápidas medidas de colaboración llevadas a cabo ya han permitido a la policía interceptar y congelar la mitad de los fondos robados mientras prosigue la investigación.
"Los factores clave para interceptar las transferencias ilícitas de dinero son la rapidez y la cooperación internacional", declaró Amur Chandra, General de Brigada de la Policía Nacional de Indonesia y Secretario de la Oficina Central Nacional de INTERPOL en Indonesia. "Cuanto antes se denuncien los hechos a la policía, más pronto podremos ponernos en contacto con INTERPOL y con las fuerzas del orden de los países interesados para recuperar los fondos y poner a estos delincuentes entre rejas".
Fraude de compraventa de acciones
En otro caso de fraude de inversión, un grupo delictivo de Hong Kong (China) coordinó la compra de una gran cantidad de acciones, haciendo aumentar repentinamente su precio. A continuación, el grupo recurrió a las redes sociales para animar a los usuarios a invertir aprovechando esta tendencia alcista, con lo que provocaron un aumento aún mayor del precio de las acciones. Al llegar a un límite previamente acordado, la organización delictiva vendió sus acciones, beneficiándose del elevado precio de los títulos, que poco después se desplomó y ocasionó importantes pérdidas a los inversores así defraudados.
Afortunadamente, las fuerzas del orden actuaron rápidamente congelando las cuentas vinculadas a las operaciones problemáticas, y lograron recuperar la gran mayoría de los fondos de las víctimas. Habida cuenta de que, según la información disponible, este tipo de fraude se ha producido en al menos dos países más de la región, INTERPOL también desea comunicar este modus operandi a otros países que pudieran sufrirlo.
En la operación HAECHI-I de INTERPOL participaron los siguientes países: Camboya, China, Corea, Indonesia, Filipinas, Laos, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Esta operación es la primera de un proyecto de tres años de duración destinado a luchar contra la ciberdelincuencia financiera, que cuenta con el apoyo de la República de Corea.