LYON (FRANCIA) - Una operación policial llevada a cabo en varios continentes para combatir la delincuencia financiera en línea se ha saldado con casi 3 500 detenciones y el decomiso de activos por valor de 300 millones de dólares estadounidenses (unos 273 millones de euros) en 34 países.
La operación HAECHI IV, realizada a lo largo de seis meses (entre julio y diciembre de 2023), se centró en siete tipos de estafas cibernéticas: phishing telefónico, estafas sentimentales, extorsión sexual en línea, estafas de inversiones, blanqueo de capitales asociado a las apuestas ilegales en línea, estafa a empresas por e-mail mediante suplantación de identidad y estafas relacionadas con el comercio electrónico.
Los investigadores trabajaron juntos para detectar las estafas en línea y para efectuar un embargo preventivo de las cuentas bancarias y de los proveedores de servicios de activos virtuales asociadas a dichas estafas, utilizando el Sistema de INTERPOL de Intervención Rápida de Pagos a Escala Mundial
(I-GRIP), un mecanismo de bloqueo de pagos que ayuda a los países a coordinarse entre sí para bloquear los ingresos procedentes de actividades delictivas.
La cooperación entre las autoridades filipinas y coreanas condujo a la detención en Manila de un destacado delincuente dedicado a las apuestas en línea que llevaba dos años buscado por la Agencia Nacional de Policía de Corea.
Los policías bloquearon 82 112 cuentas bancarias sospechosas y se incautaron de un total de 199 millones de dólares estadounidenses en divisas y 101 millones en activos virtuales.
"El aumento del 200 % en las detenciones practicadas en la operación HAECHI IV pone de manifiesto la persistencia del problema que plantea la delincuencia cibernética, y nos recuerda que debemos mantenernos alerta y seguir perfeccionando nuestras tácticas contra la defraudación en línea: esta es la razón por la cual este tipo de operaciones de INTERPOL revisten tanta importancia. Deseo dar las gracias a todos los participantes, especialmente a nuestros colegas de Filipinas y Corea".
El 75 % de los casos investigados en esta operación corresponden a estafas de inversiones, a estafas a empresas por e-mail mediante suplantación de identidad y a estafas relacionadas con el comercio electrónico.
En colaboración con varios proveedores de servicios de activos virtuales, INTERPOL ayudó a los funcionarios de primera línea a detectar 367 cuentas de activos virtuales vinculadas a la delincuencia organizada transnacional. La policía de los países miembros embargó los activos, y prosigue las investigaciones.
El jefe de la Oficina Central Nacional de INTERPOL en Corea, Kim Dong Kwon, declaró:
"Es un gran logro que los esfuerzos realizados a escala mundial para adelantarnos a las últimas tendencias delictivas se hayan traducido en un aumento considerable de los resultados operativos.
"Los delincuentes, a pesar de sus esfuerzos por lucrarse ilícitamente siguiendo las tendencias actuales, acabarán por ser detenidos y por recibir el castigo que les corresponde. Para ello, el proyecto HAECHI evolucionará constantemente y ampliará su ámbito de actuación".
Durante la operación HAECHI IV se publicaron dos notificaciones moradas en las que se advertía a los países de nuevas prácticas fraudulentas de inversión digital.
En una de ellas se alertaba a los países miembros de INTERPOL sobre una nueva estafa detectada en Corea consistente en la venta de tókenes no fungibles prometiendo una altísima rentabilidad, que resultó ser una estafa de tipo rug pull, cada vez más frecuente en el sector de las criptomonedas, en la que los promotores abandonan abruptamente un proyecto y los inversores pierden su dinero.
La segunda notificación morada advertía sobre el uso de la inteligencia artificial y la tecnología de la ultrafalsificación de contenidos para dar credibilidad a las estafas, al permitir a los delincuentes ocultar sus identidades y hacerse pasar por familiares, amigos o personas con intereses sentimentales.
Las actuaciones realizadas en el Reino Unido permitieron descubrir varios casos en los que se utilizaban contenidos sintéticos generados por inteligencia artificial para engañar, estafar, acosar y extorsionar a las víctimas, en particular mediante la suplantación de identidad, el chantaje sexual en línea y la estafa de inversión. En ellos también se recurría a la suplantación de personas conocidas por las víctimas mediante tecnología de clonación de voz.
Las operaciones de la serie HAECHI cuentan con el apoyo financiero de Corea.
Países participantes en la operación HAECHI IV: Argentina, Australia, Brunéi, Camboya, Corea, Emiratos Árabes Unidos, Eslovenia, España, Estados Unidos, Filipinas, Ghana, Hong Kong (China), India, Indonesia, Irlanda, Japón, Kirguistán, Laos, Liechtenstein, Malasia, Maldivas, Mauricio, Nigeria, Pakistán, Polonia, Reino Unido, Rumania, Seychelles, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Tailandia y Vietnam.