Lyon (Francia) – La última operación Opson, que ha llevado a la detención de 672 personas en todo el mundo, ha permitido requisar bebidas y alimentos falsos potencialmente peligrosos por un valor superior a 117 millones de dólares estadounidenses.
La operación ha destapado varias infracciones penales, tales como la alteración de la fecha de caducidad de quesos y carne de pollo, la adición de medicamentos fiscalizados a bebidas, y el almacenamiento de carne en condiciones insalubres.
Las autoridades de Zimbabue han aprehendido casi 14 000 litros de refrescos que contenían altos niveles del principio activo del medicamento utilizado para tratar la disfunción eréctil, cuyo consumo puede ser mortal para consumidores desprevenidos.
La operación Opson VIII, que dio comienzo en diciembre de 2018, ha concluido cinco meses después, en abril de 2019, con la incautación de más de 18,7 millones de artículos en controles llevados a cabo en comercios, mercados y medios de transporte. De su coordinación se han encargado INTERPOL y Europol y en ella han participado fuerzas policiales, servicios de aduanas, autoridades nacionales reguladoras en materia de alimentación y socios del sector privado de 78 países.
Las autoridades de Belarús se han incautado de un cargamento de más de 60 toneladas de manzanas con documentación falsa, lo que pone de relieve el auge del uso de certificados sanitarios, agrícolas o de transporte fraudulentos.
Al igual que en anteriores ediciones de la operación Opson, el alcohol falsificado sigue siendo uno de los problemas más extendidos a escala mundial: en Rusia, la policía ha cerrado una fábrica de producción ilegal de vodka y ha requisado 4 200 litros de alcohol falsificado, además de 6 000 botellas vacías, mientras que en Sudáfrica tres personas han sido detenidas por cambiar de envase unas bebidas alcohólicas destinadas a la exportación para comercializarlas dentro del país, a fin de no abonar los impuestos correspondientes.
Paul Stanfield, Director de Delincuencia Organizada y Nuevas Tendencias Delictivas de INTERPOL, ha declarado que “en los lineales de comercios de todo el mundo se pueden encontrar bebidas y alimentos falsificados y que no cumplen los requisitos mínimos de calidad; su comercialización en Internet está creciendo, lo que conlleva un recrudecimiento de la amenaza que supone el fraude alimentario para el consumidor”.
Ha afirmado igualmente que “con la operación Opson VIII se ha retirado un gran número de bebidas y alimentos falsificados, si bien aún queda mucho por hacer. INTERPOL pide que se siga trabajando en este ámbito y se mejore la coordinación a escala nacional, regional e internacional para frenar esta tendencia que pone en riesgo la salud de los consumidores en todo el mundo”.
En Eritrea se han efectuado unas redadas basadas en información policial que han llevado al desmantelamiento de talleres donde se fabricaba miel falsa.
Es la primera vez que esta operación se centra también en los productos alimenticios ecológicos, que con frecuencia creciente no cumplen con las normas ecológicas nacionales o regionales pero que se afirma torticeramente que son ecológicos para aumentar su precio de venta.
“Esta operación muestra, una vez más, que los delincuentes aprovecharán cualquier oportunidad a su alcance para obtener beneficios. El número de incautaciones confirma que existe fraude alimentario en todo tipo de productos y en todas las regiones del mundo”, ha declarado Jari Liukku, jefe del Centro Europeo de Delincuencia Grave y Organizada.
“Es un problema que afecta al bolsillo de los consumidores: en el mejor de los casos, el fraude alimentario consiste en un engaño a los consumidores, por el cual pagan por algo que no reciben, pero en el peor de los casos puede entrañar un riesgo sanitario grave. Europol y las fuerzas del orden en general tienen la obligación de asegurarse de que lo que llega al plato del consumidor es auténtico y seguro”.
Durante los controles llevados a cabo en el marco de la operación Opson, las autoridades kenianas se han incautado de más de 13 millones de dólares estadounidenses en moneda falsificada y han procedido a la detención de cuatro personas presuntamente involucradas en una trama de falsificación.
Además de las bebidas y alimentos falsificados, se han requisado otras mercancías ilegales, tales como productos cosméticos, medicamentos y productos sanitarios, calzado, ropa, bolsos, relojes de pulsera, gafas de sol, jabón y pasta de dientes, todos ellos por un valor estimado de 6,1 millones de dólares estadounidenses.
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