Cómo facilitamos la comunicación
Conectamos a los policías de todo el mundo, técnicamente y entre sí, tendiendo puentes entre jurisdicciones, husos horarios e idiomas.
INTERPOL no tiene igual. Es la única organización que tiene el cometido de intercambiar información policial a escala mundial, y que tiene además la infraestructura técnica para ello.
Sus 196 países miembros están conectados entre sí y con la Secretaría General por medio de un sistema seguro de comunicación denominado "I-24/7". Este sistema también les permite acceder a nuestras bases de datos y a nuestros servicios en tiempo real, tanto desde localizaciones centrales como remotas.
Asimismo, coordinamos redes dedicadas a diferentes ámbitos delictivos integradas por policías y especialistas, que se reúnen en grupos de trabajo y en conferencias para intercambiar experiencias e ideas.
Pasado, presente y futuro
En 1935 INTERPOL inauguró su red radiofónica internacional, lo que le permitió disponer de un sistema de telecomunicaciones independiente para uso exclusivo de las autoridades nacionales de policía criminal. Hoy día se transmiten millones de mensajes al año a través de un sistema de comunicación policial protegido basado en la web al que tienen acceso 196 países.
Cómo empoderamos
Empoderamos a los organismos encargados de la aplicación de la ley para introducir mejoras profundas en su seguridad nacional.
Proporcionamos a los policías los conocimientos, las competencias y las herramientas sostenibles que se necesitan para hacer frente a los desafíos actuales.
Ayudamos en las investigaciones policiales ofreciendo apoyo de policía científica y asistencia para la localización de prófugos a escala mundial, y también coordinando operaciones sobre el terreno.
La formación es una parte fundamental de nuestro trabajo para que los policías sepan emplear eficazmente los servicios que ofrecemos e incorporen buenas prácticas en su quehacer diario.
Las Oficinas Centrales Nacionales de los países miembros son el fundamento de nuestro modo de trabajar. Puesto que se benefician de las capacidades mundiales de INTERPOL, pueden introducir mejoras en sus entornos regionales, nacionales y locales.
Pasado, presente y futuro
Las huellas dactilares han sido fundamentales en las investigaciones policiales; ya desde el inicio de la cooperación policial internacional se intercambiaban fichas dactilares en papel y se hacían comparaciones manuales. En 2000 pusimos en funcionamiento un sistema automático de identificación dactilar (SAID), que redujo drásticamente el tiempo necesario para comprobar las huellas.
En la actualidad, los datos biométricos que ofrecemos -huellas dactilares, perfiles de ADN e imágenes faciales- se combinan para ayudar a los policías de todo el mundo a establecer relaciones entre los delincuentes y los lugares donde se han cometido delitos.
La importancia de la formación policial se reconoció oficialmente en 2007. El planteamiento ha cambiado desde entonces, y se ha pasado de una formación presencial a una formación virtual. La pandemia de COVID-19 aceleró esta tendencia, y en 2020 y 2021 el 75 % de los cursos se impartió en línea.
Cómo alertamos
Somos el centro mundial de distribución de datos policiales, y tenemos mecanismos para alertar a nuestros países miembros cuando se necesita que actúen.
Para poder resolver sus investigaciones, los policías necesitan datos sobre los delincuentes que estén actualizados y sean de escala mundial. Nuestras 19 bases de datos contienen millones de registros con información de distinta índole; por ejemplo, sobre personas, bienes robados y armas. Cada coincidencia que arroja una base de datos puede hacer avanzar una investigación muy rápidamente, incluso en tiempo real, ya que los resultados de una búsqueda en una base de datos se consiguen, por término medio, en no más de medio segundo.
El sistema de notificaciones, que es nuestro buque insignia, permite a los países enviar a todo el mundo alertas y solicitudes de información, y nuestros análisis de información policial permiten entender el funcionamiento interno y los factores determinantes de los distintos tipos de delitos y de empresas delictivas.
Pasado, presente y futuro
La primera notificación roja se publicó en 1947, para la búsqueda de un ciudadano ruso que había asesinado a un policía. El sistema de notificaciones internacionales codificadas por colores se fue ampliando a lo largo de los años, y actualmente consta de notificaciones de los siguientes tipos: amarilla (personas desaparecidas), azul (información complementaria), negra (cadáveres por identificar), verde (advertencias e información policial), naranja (peligro inminente) y morada (modus operandi). La más reciente es la notificación especial de INTERPOL y las Naciones Unidas, que se publica para buscar a grupos y personas que son objeto de sanciones de las Naciones Unidas.
En 1993 se creó en la Secretaría General una unidad de análisis de información criminal. Hoy contamos con proyectos innovadores, enmarcados en el programa I-CORE, que se basan en nuevas tecnologías para transformar macrodatos en inteligencia que permite actuar en primera línea.
Cómo innovamos
Innovamos de forma continua para realizar óptimamente la labor policial en un mundo en rápida transformación.
La tecnología, como por ejemplo la inteligencia artificial, puede poner en peligro la seguridad, pero puede ser también muy útil para la policía, y una fuente de pruebas.
La delincuencia va cambiando, por lo que invertimos en investigación y desarrollo para estudiar cuáles pueden ser en el futuro las tendencias delictivas internacionales.
INTERPOL ha estado presente en el mundo de la seguridad internacional de forma permanente en los últimos 100 años, evolucionando e innovando sin cesar, y en el futuro seguirá estando ahí.
Pasado, presente y futuro
En las próximas décadas los avances tecnológicos seguirán derribando barreras entre lo físico y lo digital.
2023, el año en que cumpliremos 100 años de existencia, nos brindará la oportunidad de mirar hacia adelante, dar a conocer los resultados de nuestra investigación sobre los retos y las oportunidades que se presentarán al trabajo policial en el futuro, y anunciar nuestras ideas sobre la evolución de los productos y los servicios de INTERPOL para ayudar a la comunidad de las fuerzas del orden a prepararse para estas transformaciones.
La innovación no es solo tecnológica. INTERPOL ha demostrado su capacidad para cambiar y crecer a lo largo de los años.
Cómo abogamos por la comunidad policial
Al ser la voz de las policías del mundo, representamos a las fuerzas del orden en la esfera internacional.
INTERPOL da voz a sus países miembros en la escena internacional, manteniendo a la vez su neutralidad e inspirando confianza.
Defendemos la causa de la labor policial ante administraciones públicas, organizaciones internacionales y entidades regionales para producir cambios.
Nuestros siete objetivos policiales mundiales cimientan la defensa de la labor policial que hacemos ante las administraciones nacionales. Estos objetivos se ajustan a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
Mirando hacia el futuro, también dedicamos esfuerzos a la próxima generación de dirigentes policiales del mundo, para que se sigan oyendo voces nuevas y pertinentes.
Pasado y presente
INTERPOL fue creada en 1923 con 20 países miembros. Hoy, los países miembros son 196. Con este aumento se ha presentado la ocasión y la responsabilidad de coordinar la labor entre todos los participantes, en su diversidad, y mantener una sólida estructura de seguridad mundial.
Para que INTERPOL pueda cumplir su misión, es fundamental que mantenga relaciones de colaboración con otras organizaciones internacionales. La colaboración con las Naciones Unidas se ha ido reforzando de forma continua una década tras otra, y especialmente a partir de la apertura en 2004 de una oficina de INTERPOL en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Entre los socios más destacados se encuentran también Europol, la Unión Europea y la Unión Áfricana, en cuyas sedes INTERPOL abrió sendas oficinas de enlace en 2007, 2009 y 2016, respectivamente.