SINGAPUR - Los organismos encargados de la aplicación de la ley deben darse prisa en entender las nuevas formas de delincuencia que surgen a partir de las tecnologías nacientes. Por ejemplo, es posible que no puedan hacer nada ante los metaversos descentralizados que presentan nuevas formas de comunicar datos y acceder a ellos. Los NFT (tókenes no fungibles) se emplean cada vez más en los delitos financieros, como por ejemplo en las tramas de blanqueo de capitales; estos instrumentos están alojados en plataformas descentralizadas, como las cadenas de bloques, que son problemáticas para las fuerzas del orden porque pueden funcionar sin tener que rendir cuentas a ninguna autoridad. La policía debe buscar soluciones novedosas, como las herramientas de código abierto, para ayudarse a conseguir datos. Además, las leyes han de adaptarse a estos cambios, lo que lleva su tiempo.
En el Foro de INTERPOL sobre Nuevas Tecnologías dedicado a la aplicación de la ley en la web 3.0, que tuvo lugar del 15 al 17 de noviembre de 2022 en el Complejo Mundial de INTERPOL para la Innovación, sito en Singapur, se hizo hincapié en el peligro de que las fuerzas del orden se vean sobrepasadas por los delincuentes. En este acto, organizado en cooperación con el Ministerio de Justicia del estado alemán de Baviera, se puso de relieve que una colaboración más estrecha entre los organismos encargados de la aplicación de la ley, la empresa privada y el mundo académico puede ayudar a acelerar el entendimiento de las nuevas tecnologías y sus repercusiones en la delincuencia. INTERPOL, a través de este foro, presta apoyo a sus 195 países miembros para que detecten y entiendan el uso práctico y aplicado de las nuevas tecnologías que posibilitan la llegada de la web 3.0.
Raja Kumar, Presidente del Grupo de Acción Financiera Internacional, destacó en su discurso de presentación que cada vez se aplican más técnicas de refuerzo de la privacidad para separar las transacciones de criptodivisas de la identidad en el mundo real. El orador reconoció que, para hacer frente a la velocidad a la que se realizan las transacciones de criptomonedas y al uso pernicioso por los delincuentes de los métodos para mantener la privacidad con el fin de ocultar quiénes son, es importante partir de la colaboración internacional entre todos los ciudadanos para reaccionar con firmeza dentro de cada ecosistema. La rapidez con la que surgen nuevos retos y técnicas delictivas se complica aún más por la falta de claridad en las normativas y en su aplicación, especialmente por lo que toca a las transacciones y los delitos transfronterizos.
Otro de los ponentes, Patrick Ghion, del Centro Regional especializado en Ciberseguridad de la Policía Estatal de Ginebra, destacó el uso que hacen los delincuentes de los nuevos vectores de comunicación; por ejemplo, los medios de comunicación cifrada, los grupos a puerta cerrada, la necesidad de proporcionar material ilegal para entrar en algunos grupos y los proveedores de correo electrónico seguro. Ghion también instó a los participantes a que se preparasen ahora para unas amenazas que tal vez no parezcan todavía realistas pero se vislumbran en el horizonte, como los problemas que supone la seguridad espacial y las interfaces entre el cerebro y el ordenador.
En cuanto a la seguridad espacial, la proliferación de satélites, por ejemplo, puede suponer tanto oportunidades como peligros para las fuerzas del orden: ellas pueden utilizar los satélites para recoger datos, pero los actos de piratería informática de las comunicaciones por satélite son una amenaza para la seguridad pública. Por otra parte, las interfaces entre el cerebro y el ordenador difuminarán los límites entre la percepción de la realidad y las señales inducidas.
En el foro también se llevaron a cabo varios talleres y sesiones de intercambio de conocimientos en los que se determinaron los retos que plantea la descentralización del mercado. Por ejemplo, la imposibilidad de pedir cuentas, los obstáculos para la obtención de pruebas y la falta de equivalencia entre los marcos jurídicos. La policía debe contar con que las exigencias para entrar en la web 3.0 serán menores, lo que significa que será mucho más fácil crear mercados descentralizados y que su adopción por parte de los usuarios será muy rápida y generalizada.
Como destacaron varios ponentes y participantes, los delincuentes actúan con rapidez, por lo que las fuerzas del orden deben buscar herramientas que les ayuden a actuar también más deprisa. En el foro se reconoció la necesidad de colaborar para que en el procesamiento de cantidades masivas de datos durante las investigaciones policiales se empleen herramientas tecnológicas de forma científica, empírica y reproducible. La colaboración intersectorial también es clave para proporcionar una formación especializada adecuada y de alto nivel, que, según reconocieron los participantes, es una de las necesidades de las fuerzas del orden para ser productivas frente a la velocidad de los delitos en la web 3.0.