La compra y el consumo ilegales de especies silvestres son una de las causas principales de la aniquilación de algunas de las especies más amenazadas del planeta y una grave amenaza para el frágil equilibrio entre los ecosistemas y la biodiversidad.
El Día Mundial de la Vida Silvestre de las Naciones Unidas de este año, celebrado bajo el lema "Recuperar las especies clave para la restauración de ecosistemas", arroja luz sobre la situación de algunas de las especies más amenazadas del mundo.
Aunque en ocasiones se pasa por alto su contribución, los organismos encargados de la aplicación de la ley desempeñan un papel fundamental en la protección de la fauna y la flora en peligro de extinción y, por consiguiente, en la salvaguarda de los ecosistemas en general y la consecución de un futuro más ecológico.
Los delitos forestales y contra la fauna y la flora silvestres ocupan el cuarto lugar en las actividades de tráfico ilícito llevadas a cabo en el mundo, e INTERPOL trabaja sin descanso para que las fuerzas del orden de sus 195 países miembros puedan combatir estos delitos desde todos los ángulos y en todos los continentes.
Nexo con los delitos cibernéticos y financieros
Las fronteras no suponen un freno para los delitos contra la fauna y la flora silvestres, ni aminoran sus consecuencias sobre el cambio climático, la biodiversidad, la seguridad y la salud pública. Las especies en peligro de extinción —una pieza fundamental del ecosistema mundial— son una meta lucrativa para los grupos de delincuencia organizada transnacional en todo el mundo.
Para poder combatir estos delitos es necesario adoptar un enfoque verdaderamente mundial. El Programa de INTERPOL de Seguridad Medioambiental contribuye a desarticular las redes involucradas en el tráfico ilícito, ya que ayuda a las autoridades encargadas de la aplicación de la ley de todos los continentes a hacer cumplir eficazmente las leyes nacionales e internacionales y los tratados.
Dado que este tipo de delitos suele estar relacionado con la ciberdelincuencia y la delincuencia financiera, INTERPOL pone a la disposición de sus países miembros las herramientas y las bases de datos necesarias para ir siguiendo la pista de los principales sospechosos a lo largo del iter criminis, y que son de utilidad para la localización de los presuntos delincuentes, la apertura de la investigación, y la detención, el enjuiciamiento y la condena.
Los delincuentes adaptan continuamente su modus operandi con el fin de evitar ser descubiertos. Gracias a la colaboración con todo el sector y la cadena de suministro de fauna y flora silvestres para detectar y clasificar los métodos empleados en este ámbito delictivo —y publicar las correspondientes notificaciones moradas de INTERPOL— esta organización puede ayudar a los países miembros a anticiparse a ellos.
Más de 3 000 delincuentes detenidos
INTERPOL se encarga asimismo de coordinar operaciones policiales a escala mundial, a resultas de las cuales muchos de estos delincuentes han acabado en manos de la justicia. Estas operaciones sirven para desarticular las redes detrás de estos delitos y también han conducido a la incautación de toneladas de productos ilícitos de especies silvestres, incluso de especies vivas en peligro de extinción.
En la última década, INTERPOL ha coordinado más de 50 operaciones regionales y mundiales contra estos delitos. Las operaciones, basadas en información policial, han servido para descubrir cuáles son los puntos críticos del tráfico ilegal y los objetivos de los delincuentes y, a la vez, para incautarse de especies silvestres protegidas, desde grandes felinos vivos hasta reptiles y madera.
El pasado mes de octubre, la operación Thunder 2021 de INTERPOL para combatir los delitos contra la fauna y la flora silvestres y en relación con la madera se saldó con la desarticulación de redes delictivas especializadas en esta actividad ilegal y la detención de cientos de personas en todo el mundo. En ella participaron los servicios de aduanas, la policía y las unidades de información financiera, así como organismos encargados de la fauna y la flora silvestres y de especies forestales de 118 países. Se logró identificar a unos 300 sospechosos y se decomisaron los elementos que se enumeran a continuación.
- 423,31 kg y 520 piezas de productos derivados del marfil
- 25 ejemplares vivos y 85 piezas de grandes felinos
- 2,1 kg y 51 cuernos de rinoceronte y tres cadáveres de este animal
- 856 kg y 4 491 unidades de escamas de pangolín
- 9 796 tortugas y galápagos
- 5 094 aves y 171 productos derivados de aves
- 342 reptiles vivos y 253 productos derivados de reptiles
- 820 especies marinas vivas, 4 675 partes de especies marinas y 5 990,3 kg de productos marinos, como totoabas, corales, anguilas, aletas de tiburón y cohombros de mar
- 516,7 kg, 7 246 ejemplares de plantas vivos y 1,4 millones de productos derivados de plantas
- 2 143 unidades de producto, que constituyen 97,4 toneladas de madera, y 280 unidades de producto, que representan
- 11,7 toneladas, y 313m3 de palisandro
Esta operación dio lugar a detenciones y a la apertura de investigaciones en todo el mundo relacionadas con el comercio, la transformación, la exportación y la importación ilegales de productos de especies silvestres y forestales protegidas. Desde su primera edición en 2017, las operaciones de la serie Thunder han servido para realizar unas 8 000 incautaciones de especies silvestres y forestales protegidas y detener a más de 3 000 personas.
El año pasado, en el marco de otras operaciones coordinadas por INTERPOL tuvieron lugar importantes detenciones de personas implicadas en este tipo de delitos , así como incautaciones de especies en peligro de extinción. En particular, cabe destacar la operación Golden Strike, que permitió practicar la detención de varias personas en todo el mundo e iniciar nuevas investigaciones relacionadas con el tráfico de especies silvestres.