LYON (Francia) - La intervención de elefantes, rinocerontes, pangolines y otros animales en peligro de extinción, así como de maderas protegidas, principalmente maderas nobles tropicales, fue el resultado de una operación conjunta de INTERPOL y la Organización Mundial de Aduanas (OMA) para detener el tráfico de especies silvestres y de maderas.
Del 2 al 27 de octubre, aduaneros y policías se coordinaron para practicar en todo el mundo unas 500 detenciones y más de 2 000 decomisos de animales y plantas protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) por ser especies en peligro. Todo comercio practicado infringiendo esta convención es ilegal.
En la operación mundial, denominada Thunder, participaron agentes de policía, de aduanas, de control de fronteras y de medio ambiente, responsables de especies de fauna y flora silvestres y guardabosques de 133 países, quienes colaboraron por encima de las fronteras. En esta edición se alcanzó la participación más alta de esta serie de operaciones policiales desde que en 2017 se llevara a cabo la primera.
Entre los 2 114 decomisos efectuados había más de 300 kg de marfil, miles de huevos de tortuga, 30 toneladas de plantas, decenas de piezas de grandes felinos y cuernos de rinoceronte, así como primates, aves y especies marinas.
Los agentes también confiscaron 2 624 metros cúbicos de madera, lo que equivale a 440 contenedores de transporte estándar.
Aunque los resultados de la operación Thunder de 2023 aún están llegando, los primeros datos permitieron a la policía y a los servicios de aduanas determinar algunas tendencias claras:
- El 60 % de los casos de tráfico de especies silvestres estaban vinculados con grupos de delincuencia organizada transnacional, que operaban en rutas ya conocidas por las que también transita el contrabando de otros productos ilegales.
- Los reptiles y las especies marinas protegidas se destinan a marcas de lujo del sector de la moda.
- Se siguen utilizando plataformas en línea para vender especies silvestres, maderas y productos marinos.
- La madera ilegal se mezcla con la legal en los transportes con el fin de dificultar su detección.
- Los grupos de delincuencia organizada transnacional utilizan en muy gran medida documentos falsos, y en particular certificados y permisos de la CITES, que luego reutilizan.
El secretario general de INTERPOL, Jürgen Stock, declaró lo siguiente:
"Los traficantes de especies silvestres y de madera están poniendo en peligro de extinción a muchas especies de animales, aves y plantas ya muy amenazadas. Estos delitos abominables no solo privan al mundo de ejemplares únicos de fauna y flora, sino también a los países de sus bienes y recursos naturales”.
"El coste para la población es aún mayor porque, como demuestra esta operación, casi todos los delitos contra el medio ambiente están conectados con otras formas de delincuencia, como la violencia, la corrupción y los delitos financieros, y además están estrechamente relacionados con grupos organizados transnacionales”.
"Mientras el mundo se enfrenta a las devastadoras consecuencias de la degradación del medio ambiente y la extinción de especies, INTERPOL y la OMA se están erigiendo en líderes de la protección de la biodiversidad y de la seguridad mundial”.
El secretario general de la OMA, Kunio Mikuriya, afirmó:
"Los servicios de aduanas actúan dentro de una estrategia general y desempeñan un papel decisivo en la desarticulación de las redes delictivas implicadas en el comercio ilegal de especies silvestres, efectuando controles estrictos en las fronteras y cerrando eficientemente las vías de explotación y obtención de beneficios económicos de que disponen los traficantes."
"Para que esta estrategia pueda aplicarse, las aduanas recurren al intercambio de información policial, el fomento de la colaboración y la adopción de avances tecnológicos. Estas medidas son esenciales para ir un paso por delante de los delincuentes, y gracias a ellas los servicios de aduanas contribuyen a la neutralización de los delitos contra la fauna y la flora silvestres de forma dinámica, reactiva y adaptativa".
INTERPOL y la OMA intercambiaron información policial, coordinaron investigaciones y pusieron en común sus recursos para que los policías y aduaneros de primera línea pudieran identificar y detener a los traficantes, incluso los que operan en línea, en sus tentativas por pasar animales o madera de contrabando a través de las fronteras.
Antes de las operaciones se seleccionó a una serie de traficantes buscados a través del sistema de notificaciones rojas de INTERPOL, que se convirtieron en objetivo de los controles en los pasos fronterizos.
En los puestos de control de todas las regiones se registraron cientos de vehículos, entre ellos automóviles, camiones y buques de carga. Se utilizaron perros rastreadores especializados y escáneres de rayos X para detectar especies silvestres ocultas y cargamentos de madera camuflados. Se examinaron cientos de paquetes, maletas, vehículos, embarcaciones y transportistas de carga, ya que a menudo se recurre a ellos para ocultar estas mercancías ilegales.
La secretaria general de la CITES, Ivonne Higuero, señaló:
"Los resultados de la operación Thunder 2023 demuestran una vez más que para hacer frente a las redes delictivas transnacionales implicadas en los delitos contra la fauna y la flora silvestres es crucial dar una respuesta firme y coordinada entre las partes".
"Lo que se necesita para vencer la amenaza que plantean los delitos contra las especies silvestres es exactamente unos esfuerzos bien orientados, unificados y coordinados, como los que se movilizaron a través de esta operación mundial."
Notas para los editores
Este año vio la luz la séptima edición de la operación Thunder, una operación anual conjunta coordinada por INTERPOL y la OMA con el respaldo de la CITES y del Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre.
Estas operaciones están financiadas por la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea, la Iniciativa Internacional sobre el Clima y los Bosques de Noruega, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional, el Servicio Forestal de Estados Unidos y el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido.
La operación de 2023 coincide con la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de (COP28), que finaliza hoy tras haber debatido a un alto nivel sobre el modo de abordar los acuciantes retos medioambientales caracterizados por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.