OHRID (Macedonia del Norte) - Tres días de debates entre altos funcionarios de policía de 53 países de Europa y de otras regiones de INTERPOL finalizan con un llamamiento a una mayor coordinación para combatir con eficacia las amenazas para la seguridad más acuciantes de la región.
Los delegados asistentes a la 50ª Conferencia Regional Europea de INTERPOL aprobaron recomendaciones para conseguir una mayor coordinación de los esfuerzos internacionales en una serie de ámbitos estratégicos, como la lucha contra el terrorismo, el tráfico ilícito y el intercambio de datos policiales.
La reunión tuvo lugar en un momento en que Europa se enfrenta a un máximo histórico en la producción de estupefacientes ilegales, que ha fortalecido a los grupos de delincuencia organizada y traído consigo un aumento de los delitos violentos en la región.
“La globalización de la delincuencia implica que la solidez de nuestras fronteras depende de nuestros eslabones más débiles”, afirmó Stephen Kavanagh, Director Ejecutivo de Servicios Policiales de INTERPOL.
“La información aportada a INTERPOL es una contribución no solo a la seguridad nacional o regional, sino a la seguridad mundial”, añadió el Sr. Kavanagh.
Sin alternativas
Un panel compuesto por líderes de los organismos encargados de la aplicación de la ley de la Unión Europea, Europol y Frontex se centró en la necesidad de una mayor coordinación entre INTERPOL y los organismos policiales regionales, a fin de construir un modelo mundial de arquitectura de intercambio de datos policiales y garantizar que los Objetivos Policiales Mundiales se ajusten a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
“La parte más importante de la cooperación policial internacional es el intercambio de información”, señaló Peter De Buysscher, Vicepresidente de INTERPOL por Europa, quien presidió la conferencia. “Necesitamos un marco mundial para el intercambio de datos. No hay otra alternativa”.
El volumen de datos que se maneja en el marco de la labor policial ha aumentado drásticamente en los últimos años, creando nuevas oportunidades de investigación, pero también planteando retos vinculados a su gestión. A escala internacional, existe una necesidad crucial de reducir lo más posible las duplicaciones y mejorar la coordinación para que los investigadores o los agentes de policía de primera línea tengan acceso a la información adecuada cuando la necesiten.
Como un ejemplo concreto de buena coordinación, se destacaron varias iniciativas conjuntas, entre ellas el proyecto FIELDS, que aúna las capacidades de INTERPOL y Frontex en un sistema unificado que ayuda a los funcionarios de fronteras a detectar documentos de viaje y de identidad fraudulentos.
Qué temen los traficantes de drogas
Los líderes policiales europeos también debatieron sobre la rápida evolución de la situación por lo que se refiere al tráfico de drogas y a los grupos de delincuencia organizada que se dedican al comercio ilícito.
Señalaron la capacidad de adaptación de las redes como uno de los retos clave para las fuerzas del orden, habida cuenta de que los grupos a menudo actúan más allá de las fronteras nacionales y regionales para obtener beneficios cada vez mayores.
Para luchar eficazmente contra estas redes, la policía tiene que demostrar la misma capacidad de adaptación y ser aún más colaborativa.
Los éxitos recientes de distintas iniciativas de INTERPOL como el proyecto I-CAN, dirigido contra el grupo mafioso de la ‘Ndrangheta, estrechamente vinculado al tráfico de cocaína desde América Latina a Europa, fueron destacados como ejemplos de cooperación policial internacional innovadora.
Lanzado en 2020, el proyecto I-CAN ya ha generado resultados que han “superado las expectativas”, según un orador de la conferencia, con más de 40 detenciones de destacados delincuentes y decenas de miles de datos policiales intercambiados.
“Esto es lo que temen los traficantes de drogas: vernos a todos en una misma sala, colaborando, intercambiando información y derribando muros”, declaró uno de los últimos oradores.