Iniciativa de INTERPOL para la Cooperación contra la ‘Ndrangheta - Proyecto I-CAN - 2ª fase

El objetivo de este proyecto es reforzar la cooperación policial internacional para luchar de forma eficaz contra las organizaciones de carácter mafioso y desmantelar las redes mundiales de la ‘Ndrangheta.

Situación - Evaluación de los riesgos 

La ‘Ndrangheta es una de las organizaciones delictivas más extendidas y poderosas del mundo.

Tiene su origen en la región italiana de Calabria, pero ya está presente en más de 84 países de todo el planeta y sigue creciendo a un ritmo constante.

La propagación insidiosa de delitos de carácter mafioso plantea una amenaza urgente para la paz y la seguridad internacionales, debido a su penetración en el entorno político y económico y a la corrupción generalizada asociada a ella.

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La ‘Ndrangheta está implicada en una amplia gama de actividades delictivas, desde el narcotráfico y el blanqueo de capitales hasta la extorsión y la adjudicación irregular de contratos públicos, lo que le permite generar flujos económicos notables.

Los ingentes beneficios ilícitos así obtenidos se vuelven a invertir en empresas en regla, lo que viene a reforzar el poder y la influencia de la ‘Ndrangheta a la vez que pervierte la economía legal.

Coordinar una reacción multilateral

El proyecto I-CAN, lanzado en 2020, propicia la colaboración con determinados países para combatir el fenómeno creciente de las mafias. En la iniciativa participan 24 países de manera directa.

Coordina un enfoque policial internacional ofreciendo las capacidades y herramientas de análisis de INTERPOL para intercambiar conocimientos especializados, información policial y buenas prácticas. I-CAN promueve el intercambio de datos policiales y ha creado un fichero de análisis de información policial de INTERPOL, en el que se han introducido registros sobre más de 75 000 entidades relacionadas con la ‘Ndrangheta.

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Actividades del proyecto

Financiado principalmente por el Departamento de Seguridad Pública de Italia, el proyecto contribuye a concienciar y dar a conocer en todo el mundo la ‘Ndrangheta y sus modus operandi para identificar y detener a sospechosos de manera más eficaz. La segunda fase del proyecto se ha concebido con un enfoque programático que ha permitido que otros países lo apoyen y propongan actividades personalizadas a los miembros participantes.

El proyecto I-CAN se llevará a cabo en torno a tres ejes principales:

Contenido: Aprovechar la experiencia y el conocimiento directos que posee Italia del peligro que plantea la ‘Ndrangheta, así como de su estructura y de su forma de actuación.

Acceso: Poner esta información policial esencial a disposición de los países en los que se centra el proyecto, a fin de determinar pautas, tendencias y objetivos potenciales para los organismos encargados de la aplicación de la ley.

Acción: Coordinar investigaciones conjuntas con las fuerzas del orden nacionales, para identificar y detener a personas buscadas en relación con actividades vinculadas a la ‘Ndrangheta.

En su segunda fase, el proyecto I-CAN consolidará su red y se centrará en recibir y tratar datos de alta calidad, haciendo hincapié en:

  • promover la concienciación sobre la amenaza global planteada por la ‘Ndrangheta y realizar una cartografía de las redes delictivas conexas;
  • facilitar el apoyo a las investigaciones, incluidas las investigaciones financieras;
  • intercambiar informes de análisis policial y estratégico;
  • implementar y fomentar las principales herramientas creadas durante la primera fase del proyecto, como una serie de cursos en línea.

Resultados operativos principales

Desde enero de 2025, la iniciativa I-CAN ha ayudado a detener a más de 60 miembros de la ‘Ndrangheta por todo el mundo, entre ellos, a seis prófugos. Sumando las fases previas del proyecto, el número de detenciones facilitadas por conducto de esta iniciativa es de más de 160.

Emanuele Gregorini, también conocido como «Dollarino», fue detenido en marzo de 2025 por la Policía Nacional de Colombia, en estrecha colaboración con la iniciativa I-CAN y otros organismos de inteligencia y encargados de la aplicación de la ley. La detención se produjo en Cartagena de Indias (Colombia), como colofón a una intensa operación internacional coordinada por conducto del proyecto I-CAN. Gregorini, una persona clave dentro del Grupo Senese de la Camorra italiana, estaba en busca por su participación en actividades de delincuencia organizada y por tráfico internacional de drogas. Estableció vínculos directos con la ‘Ndrangheta en la región de Lombardía y era objeto de una notificación roja de INTERPOL.

Giuseppe Palermo, alias «Peppe», es una persona clave dentro de la ‘Ndrangheta y fue detenido en julio de 2025 en Bogotá (Colombia). Considerado como el capo de la ‘Ndrangheta en América Latina, Palermo se encargaba de coordinar la compra de grandes envíos de cocaína desde Colombia, Ecuador y Perú, y de supervisar las rutas marítimas y terrestres hacia Europa. Mantenía conexiones con el Clan del Golfo y el poderoso clan Platí, uno de los grupos más secretos de la ‘Ndrangheta.

Federico Starnone, otro miembro de alto rango de la ‘Ndrangheta, también conocido como «Fedi», fue detenido en agosto de 2025 en Cali (Colombia) tras la publicación de una notificación roja de INTERPOL. Huido desde 2024, Starnone está acusado de coordinar envíos de cocaína a gran escala con destino a Europa en nombre de la ‘Ndrangheta y de gestionar las alianzas entre la ‘Ndrangheta y los principales cárteles, como el Clan del Golfo, el PCC de Brasil y Los Choneros.

Alessio Di Pietro, Marco Lenti y Federico Mennuni fueron detenidos en agosto de 2025 como resultado de la cooperación entre los organismos italianos y españoles encargados de la aplicación de la ley, con la ayuda de la iniciativa I-CAN. Los tres prófugos, sospechosos de pertenecer a la ‘Ndrangheta en Ibiza (España), tenían conexiones con el clan Platí y la mafia albanesa, y estaban en busca por tráfico internacional de drogas. La operación se saldó con la incautación de dinero en efectivo, joyas y otros artículos de valor, lo que evidencia la eficacia de la labor de colaboración.