Los efectos devastadores de la extracción ilegal de oro en América Latina

Un nuevo análisis de INTERPOL destinado a los organismos encargados de la aplicación de la ley muestra la clara implicación en la extracción ilegal de oro de las organizaciones delictivas, que se aprovechan de la subida de los precios de este metal y dejan tras de sí una grave degradación del medio ambiente.

En los últimos meses los precios del oro han vuelto a subir hasta alcanzar máximos inéditos desde hacía varios años, ya que este activo es considerado por muchos inversores como una inversión segura en tiempos relativamente inciertos. La extracción ilegal de oro ha aumentado del mismo modo en la última década. Una evaluación realizada en 2016 por INTERPOL y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estimó que la minería ilegal representaba hasta 48 000 millones de dólares estadounidenses al año en beneficios ilícitos.  

América Latina se ve especialmente afectada por este ámbito delictivo, ya que experimenta una de las mayores tasas de extracción ilegal de oro del mundo, según las conclusiones de INTERPOL. Su análisis de la extracción ilícita de oro en Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú –así como los resultados del apoyo habitual a las fuerzas del orden brasileñas en materia de investigaciones– pone de manifiesto cómo el aumento de la demanda de oro ha actuado como un "factor de atracción" para los delincuentes de la región, incluidos los grupos de delincuencia organizada que también están involucrados en la trata de personas, las violaciones de los derechos humanos y los delitos financieros.

La extracción ilegal de oro destruye el medio ambiente, provocando la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la destrucción del hábitat, así como la contaminación del agua, el aire y los suelos por la liberación de sustancias químicas tóxicas. Las comunidades locales también sufren por los desplazamientos forzados de población, la corrupción, las violaciones de los derechos humanos y los problemas de salud asociados a la minería ilegal.

La elevada implicación de sofisticadas redes delictivas en la extracción ilegal de oro y la dimensión transnacional de la minería ilegal y los delitos conexos plantean igualmente un problema para las fuerzas del orden, que a veces carecen de los recursos necesarios para combatir con eficacia esta amenaza delictiva.

Lucrarse y destruir el medio ambiente

El análisis de INTERPOL fue elaborado, en el marco del proyecto MNYA, por un equipo recién formado en el seno de esta organización policial mundial, dedicado a prestar apoyo analítico, operativo y en materia de investigaciones a los países miembros que luchan contra la extracción ilegal de oro.

El proyecto MNYA, financiado por el Ministerio noruego de Clima y Medio Ambiente, es la primera iniciativa lanzada por el Programa de INTERPOL sobre Seguridad Medioambiental en relación con la minería ilegal y los delitos conexos. El proyecto ya ha dado lugar al intercambio de nueva información sobre casos en curso entre los organismos encargados de la aplicación de la ley de la región, y al establecimiento de puntos de contacto nacionales para facilitar las labores encaminadas a combatir este ámbito delictivo.

Los organismos encargados de la aplicación de la ley de los países beneficiarios confirmaron su interés por mejorar el intercambio de información a escala regional y nacional. La Fiscalía General de la Nación de Colombia, por ejemplo, informó de que tiene acceso directo al sistema de comunicación seguro I-24/7 de INTERPOL, lo que permite el intercambio oportuno de información entre los investigadores y el poder judicial.

"En el contexto de la COVID-19, la extracción ilegal de oro ha favorecido más que nunca el lucro de los delincuentes, permitiendo a los grupos delictivos canalizar los beneficios obtenidos hacia otras actividades ilícitas y destruir al mismo tiempo el medio ambiente local", declaró Cindy Buckley, jefa en funciones de la Subdirección de Mercados Ilícitos de INTERPOL.

"Las cadenas de suministro de oro extraído ilegalmente tienen un alcance transnacional, e INTERPOL tiene un papel fundamental que desempeñar para apoyar a los países miembros en la lucha contra este delito", añadió Buckley.

Casi la mitad de los puntos críticos de extracción ilegal de oro descubiertos, gracias a la colaboración de INTERPOL con las fuerzas del orden, en los países que participan en el proyecto MNYA se encuentran en zonas transfronterizas, lo que demuestra la importancia de la cooperación policial internacional para combatir la delincuencia.

Además, en cada país hay múltiples organismos encargados de la aplicación de la ley que se ocupan de reprimir e investigar la minería ilegal, lo que significa que la cooperación y coordinación a escala nacional entre los organismos pertinentes resulta igualmente importante.

El Programa de INTERPOL sobre Seguridad Medioambiental reúne a los países miembros, las organizaciones internacionales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para ayudar a desmantelar las redes delictivas que están detrás de los delitos contra el medio ambiente, proporcionando a los organismos encargados de la aplicación de la ley las herramientas y los conocimientos especializados que necesitan para proteger el medio ambiente frente a su explotación por parte de los delincuentes.

El programa proporciona apoyo a la investigación de casos y objetivos internacionales, coordina operaciones, ayuda a los países miembros a intercambiar información y realiza análisis sobre las redes delictivas que cometen delitos contra el medio ambiente.

Descargue la versión pública del informe de INTERPOL sobre la extracción ilegal y delitos relacionados aquí.