INTERPOL publica una alerta mundial sobre estafas cometidas por víctimas de la trata de personas

7 de junio de 2023
Este tipo de fraude, orquestado desde centros de estafas en línea por personas que han caído en las redes de la trata de personas, ha pasado de ser una tendencia delictiva regional a adquirir alcance mundial.

Singapur: En los últimos años INTERPOL ha venido observando de cerca un fenómeno delictivo cada vez más frecuente: la trata de personas a gran escala en la que las víctimas son engañadas con ofertas de trabajo falsas para trabajar en centros de estafas en línea, donde se las obliga a cometer delitos financieros a escala industrial con ayuda de la informática.

Esta tendencia delictiva, que ha afectado a decenas de miles de víctimas en el Sudeste Asiático y que ha defraudado a muchas más en todo el mundo, ha atraído la atención de los medios y ha desencadenado respuestas por parte de los gobiernos y de la sociedad civil.

Sin embargo, un nuevo estudio de INTERPOL advierte de que los modus operandi se están multiplicando rápidamente, adquiriendo una nueva dimensión mundial, y de que esta tendencia delictiva podría estar mucho más arraigada de lo que se pensaba. La organización policial ha publicado una notificación naranja dirigida a sus países miembros sobre esta tendencia, en la que alerta sobre una amenaza mundial grave e inminente para la seguridad pública.

Inicialmente, los centros de estafas en línea estaban en su mayoría en Camboya, con centros de trata dispersos en Laos y Myanmar. Hoy en día se han encontrado centros de trata en al menos cuatro países más de Asia, y hay pruebas que apuntan a que los modus operandi se están replicando en otras regiones como África Occidental, donde la delincuencia financiera cibernética ya está muy extendida.

Por otro lado, la diversidad geográfica de ambos grupos de víctimas también ha aumentado considerablemente. Si bien en sus orígenes las víctimas de la trata de personas procedían de países de habla china, como China, Malasia, Tailandia o Singapur, después comenzaron a llegar a la región víctimas de la trata de regiones tan distantes como Sudamérica, África Oriental o Europa Occidental.

“Lo que empezó como una amenaza de la delincuencia regional se ha convertido ahora en una crisis mundial de trata de personas”, señaló Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.

“Cualquier persona del mundo podría caer en las redes de la trata de personas o de las estafas en línea que se llevan a cabo a través de estos centros delictivos. Necesitamos una cooperación policial mucho más intensa para evitar que esta tendencia delictiva se siga extendiendo”, añadió Jürgen Stock.

Una amenaza delictiva de doble filo

Los primeros informes se publicaron en 2021. Los grupos de delincuencia publicaban falsos anuncios de ofertas de trabajo lucrativas en las redes sociales y páginas de búsqueda de empleo, con los que pretendían engañar a sus víctimas para secuestrarlas y retenerlas en condiciones inhumanas, obligándolas a realizar actividades ilícitas, fundamentalmente a cometer estafas en línea.

Los centros de estafas en línea representan una amenaza delictiva de doble filo, ya que se aprovechan de dos tipos de víctimas. Por un lado, las víctimas que caen en manos de las redes de trata de personas son sometidas a trabajos forzados y a menudo a extorsión a través de una especie de esclavitud por deudas, y a menudo sufren también castigos físicos, explotación sexual, tortura, violación e incluso, en algunos casos, presunta extracción de órganos.

Por otro lado, los trabajadores víctimas de la trata son utilizados para cometer a su vez una serie de estafas en línea a un segundo tipo de víctimas, cada vez más distribuidas a lo largo del mundo. Las estafas son de varios tipos: estafas de inversión, estafas sentimentales por Internet y estafas vinculadas a la inversión en criptomonedas y al juego en línea.

La operación Storm Makers de INTERPOL, llevada a cabo en marzo de 2022 contra la trata de personas y el tráfico de migrantes, arrojó más información sobre esta tendencia en alza. La operación dio lugar a la publicación de una notificación morada de INTERPOL, esto es, una alerta policial mundial para avisar de nuevos modus operandi delictivos, sobre la captación de víctimas a través de los medios sociales para la realización de trabajos forzados en el Sudeste Asiático.

La magnitud de la trata de personas, y su vínculo especial con las estafas cibernéticas, ha alcanzado niveles sin precedentes, aprovechando las vulnerabilidades particulares del panorama posterior a la pandemia.

La pandemia de COVID-19 amplió los grupos de víctimas a ambos lados de la tendencia de los centros de estafas en línea. Las estafas en línea aumentaron bruscamente al dispararse los índices de digitalización durante los confinamientos, que obligaron a realizar la mayoría de las actividades profesionales y personales casi exclusivamente en línea.

Al mismo tiempo, la pandemia dejó a muchas personas sin trabajo y desesperadas por encontrar oportunidades profesionales.

Presencia mundial

No solo ha aumentado la diversidad de las víctimas de la trata, sino también la diversidad geográfica de las víctimas de las estafas en línea, ya que las primeras aportan nuevos idiomas y conocimientos culturales que son explotados por los delincuentes. Las víctimas de las estafas cometidas en estos centros dedicados a las estafas en línea eran en sus orígenes fundamentalmente de origen chino, pero cada vez hay más víctimas en otras regiones, como América del Norte, Europa u otras partes de Asia.

En paralelo, la complejidad de los centros de estafas también ha aumentado. Un análisis de las ofertas publicadas en los anuncios de trabajo falsos demuestra una evolución desde requisitos básicos (un “trabajo normal en un centro de llamadas”, “operador telefónico”) a perfiles más cualificados, como trabajadores de tecnologías de la información o “ejecutivos de ventas digitales”.

Al parecer, los centros de estafas en línea también están sacando provecho de los últimos avances en inteligencia artificial y de los grandes modelos lingüísticos como ChatGPT. Para llegar a los países no representados entre los trabajadores víctimas de la trata y encontrar en ellos nuevas víctimas, se están utilizando programas informáticos de traducción de idiomas.

Intercambio de información policial

Para hacer frente a esta amenaza de alcance cada vez mayor, INTERPOL pide un mayor intercambio de información policial entre los organismos policiales y no gubernamentales, las unidades de inteligencia financiera y las empresas del sector privado pertinentes para apoyar el rescate de las víctimas de la trata y desmantelar las actividades de blanqueo de dinero que facilitan estas actividades.

“En el último año, INTERPOL ha prestado ayuda a sus países miembros en cientos de casos sobre víctimas de trata de personas”, afirmó Isaac Espinosa, Coordinador en funciones de la Unidad de Trata de Personas y Tráfico de Migrantes de INTERPOL.

“Miles de personas en todo el mundo siguen cayendo en las redes de estos grupos de delincuencia organizada. Por ello, cualquier información nueva, sobre rutas de tráfico, transferencias de fondos o técnicas delictivas, podría ayudar a evitar que una persona pierda los ahorros de una vida o a rescatar a otra de una explotación atroz”, añadió.