La policía colombiana desarticula un grupo delictivo dedicado a la trata de personas

23 de agosto de 2021
Las detenciones se producen tras una investigación de tres años apoyada por INTERPOL y la UNODC

LYON (Francia) - Una investigación de tres años de duración ha concluido con la detención por parte de la policía de Colombia de seis personas que se cree que están detrás de la trata y la explotación sexual de mujeres colombianas y venezolanas.

El grupo delictivo fue identificado por primera vez en 2018 por la División de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de Panamá, tras el descubrimiento de varias víctimas a las que se les había prometido trabajo como camareras, pero que acabaron con sus pasaportes confiscados y siendo explotadas. A menudo se les negaba la comida, dormían en el suelo y veían periódicamente cómo sus supuestas "deudas" por "viajes y alojamiento" aumentaban de forma arbitraria.

Todas las mujeres, que fueron acogidas en régimen de protección, procedían de entornos vulnerables y habían sido reclutadas por una red que operaba desde Cúcuta, una de las ciudades fronterizas más concurridas de Colombia, situada en la frontera con Venezuela.

Avancemos hasta 2020, cuando los especialistas en trata y tráfico de personas de todo el mundo se reunieron para analizar los resultados de la operación Turquesa I de INTERPOL. Hallándose así las personas adecuadas en el lugar adecuado, Panamá comunicó información a Colombia, a la Unidad de INTERPOL de Trata de Personas y Tráfico de Migrantes, y a los fiscales especializados de la red iberoamericana de fiscales (REDTRAM).

Cuando la presunta jefa de la red delictiva se trasladó a Colombia, la Policía Nacional de este país tomó el mando de la investigación, centrándose en las actividades del grupo en Cúcuta.

INTERPOL y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) desempeñaron un papel fundamental en el apoyo a la investigación, facilitando el intercambio de información y coordinando las actuaciones policiales y judiciales, incluidas las entrevistas con las víctimas, que resultaron importantísimas para la obtención de pruebas cruciales de cara a la investigación.

Asimismo, INTERPOL publicó notificaciones azules que permitieron a los organismos encargados de la aplicación de la ley buscar más información sobre los presuntos delincuentes.

El grupo delictivo se dedicaba a la trata y la explotación sexual de mujeres colombianas y venezolanas.

El 6 de agosto la Policía Nacional de Colombia intervino y detuvo a la cabecilla del grupo, una mujer colombiana de 42 años, así como a tres mujeres y dos hombres. También se aprehendieron varios pasaportes, tarjetas de identidad y documentos relativos a transferencias financieras.

Prosiguen las investigaciones y las autoridades están evaluando el número total de víctimas explotadas por esta red. INTERPOL seguirá apoyando la investigación, en particular recurriendo a la ayuda de su Unidad de Delincuencia Financiera para identificar los flujos de capitales. La UNODC, por su parte, continuará prestando apoyo a los fiscales especializados que participan en el caso a través de la REDTRAM.