INTERPOL: una década combatiendo la delincuencia organizada grave contra el medio ambiente

23 de noviembre de 2020
La acción policial a largo plazo es crucial para la seguridad del medio ambiente

En la última década se ha observado un aumento de los delitos contra el medio ambiente de más del 5 % anual -están creciendo a un ritmo tres veces superior al PIB mundial–, lo que viene a demostrar el acusado incremento de estos delitos, en particular por lo que toca al tráfico ilícito de especies silvestres, de madera, de pescado, de residuos y de minerales.

Los delitos contra el medio ambiente constituyen la tercera actividad delictiva más lucrativa del mundo; se sitúan detrás del tráfico de drogas y de productos falsificados, y delante de la trata de personas.

Debido a que estos delitos permiten obtener pingües beneficios, a la vez que entrañan un riesgo relativamente reducido de sanción, INTERPOL previó muy tempranamente el interés que los grupos delictivos organizados mostrarían por este ámbito delictivo, y ya en noviembre de 2010 creó su Programa de Seguridad Medioambiental, dedicado en exclusiva a combatir este fenómeno de frente. Este mes celebramos los diez primeros años que lleva esta unidad dirigiendo los esfuerzos mundiales de las fuerzas del orden para luchar contra la delincuencia medioambiental a partir de la información policial recibida, y desde una perspectiva integradora.

Los delitos contra el medio ambiente repercuten directamente en el cambio climático, ponen en peligro los medios de subsistencia de millones de personas, provocan migraciones forzosas y pueden desencadenar la propagación de virus de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).

Todas las formas de delitos contra el medio ambiente son fruto de la delincuencia organizada y son mundiales, por lo que requieren una respuesta igualmente organizada y mundial. La única forma de luchar contra este problema es posibilitar la colaboración más allá de las fronteras entre los organismos encargados de la aplicación de la ley de todo el mundo. En su calidad de mayor organización policial internacional del mundo, INTERPOL ha demostrado que se encuentra en una situación privilegiada para hacer precisamente esta labor.

En esta década en que INTERPOL ha coordinado a escala mundial actuaciones para combatir la delincuencia organizada contra el medio ambiente, se han emprendido miles de investigaciones y operaciones en todo el mundo.
En esta década en que INTERPOL ha coordinado a escala mundial actuaciones para combatir la delincuencia organizada contra el medio ambiente, se han emprendido miles de investigaciones y operaciones en todo el mundo.
La delincuencia contra el medio ambiente, en todas sus formas, es organizada y global, y solo se puede combatir si la policía tiene la posibilidad de colaborar trascendiendo las fronteras.
La delincuencia contra el medio ambiente, en todas sus formas, es organizada y global, y solo se puede combatir si la policía tiene la posibilidad de colaborar trascendiendo las fronteras.
En la última década, el Programa de Seguridad Medioambiental ha coordinado periódicamente operaciones policiales en las que se ha retenido e intervenido cientos de buques y vehículos en conexión con delitos contra el medio ambiente.
En la última década, el Programa de Seguridad Medioambiental ha coordinado periódicamente operaciones policiales en las que se ha retenido e intervenido cientos de buques y vehículos en conexión con delitos contra el medio ambiente.
Desde la creación en noviembre de 2010 del Programa de Seguridad Medioambiental se ha decomisado más de un millón de cargamentos de madera ilegal.
Desde la creación en noviembre de 2010 del Programa de Seguridad Medioambiental se ha decomisado más de un millón de cargamentos de madera ilegal.
El Programa de Seguridad Medioambiental ha ayudado a las fuerzas policiales de todo el mundo a descubrir conexiones entre los delitos medioambientales y una gran variedad de delitos graves en los últimos diez años.
El Programa de Seguridad Medioambiental ha ayudado a las fuerzas policiales de todo el mundo a descubrir conexiones entre los delitos medioambientales y una gran variedad de delitos graves en los últimos diez años.
En los últimos diez años INTERPOL ha demostrado que se encuentra en una situación privilegiada para posibilitar la colaboración entre las policías de todos los continentes transcendiendo las fronteras para combatir los delitos contra el medio ambiente en todas sus formas.
En los últimos diez años INTERPOL ha demostrado que se encuentra en una situación privilegiada para posibilitar la colaboración entre las policías de todos los continentes transcendiendo las fronteras para combatir los delitos contra el medio ambiente en todas sus formas.
Las redes de delitos contra el medio ambiente utilizan las mismas rutas para el tráfico de sus mercancías que las que se utilizan para la trata de personas y el tráfico de armas y drogas.
Las redes de delitos contra el medio ambiente utilizan las mismas rutas para el tráfico de sus mercancías que las que se utilizan para la trata de personas y el tráfico de armas y drogas.
En la última década se han publicado cientos de notificaciones de INTERPOL, clasificadas por colores, sobre prófugos buscados por delitos contra el medio ambiente.
En la última década se han publicado cientos de notificaciones de INTERPOL, clasificadas por colores, sobre prófugos buscados por delitos contra el medio ambiente.
Desde la creación en 2010 del Programa de Seguridad Medioambiental, las operaciones mundiales que ha coordinado esta unidad han permitido practicar más de tres mil detenciones en relación con estos delitos.
Desde la creación en 2010 del Programa de Seguridad Medioambiental, las operaciones mundiales que ha coordinado esta unidad han permitido practicar más de tres mil detenciones en relación con estos delitos.
Los delitos contra el medio ambiente son la tercera actividad delictiva más lucrativa del mundo, después del tráfico de drogas y de productos falsificados.
Los delitos contra el medio ambiente son la tercera actividad delictiva más lucrativa del mundo, después del tráfico de drogas y de productos falsificados.
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Diez años, diez hitos

Las operaciones transnacionales coordinadas por INTERPOL en la última década y el apoyo que ha prestado a los países miembros para avanzar en sus investigaciones han arrojado los siguientes resultados:

1.    más de tres mil detenciones por delitos relacionados con el medio ambiente, y desarticulación de numerosas redes delictivas transnacionales conexas;
2.    identificación periódica de conexiones entre los delitos medioambientales y otros ámbitos delictivos graves, como el fraude, la corrupción, la trata de personas, el tráfico de drogas y armas, el blanqueo de capitales, el asesinato y el terrorismo;
3.    publicación de cientos de notificaciones de INTERPOL clasificadas por colores, en particular sobre prófugos buscados por delitos organizados graves contra el medio ambiente;
4.    detección periódica de nuevas tendencias de tráfico y rutas seguidas por los grupos de delincuencia organizada que actúan contra el medio ambiente, debida a la particular percepción de INTERPOL del panorama mundial de estos delitos gracias a la labor de las fuerzas policiales de 194 países;
5.    incautación de más de un millón de cargamentos de madera ilegal (tanto en bruto como transformada);
6.    decomiso de más de doscientas mil especies silvestres y marinas protegidas (especímenes vivos, partes y productos derivados);
7.    detención y decomiso de cientos de buques y vehículos que transportaban especies silvestres protegidas, madera y residuos ilegales, o que se dedicaban a la pesca ilegal;
8.    detección de cerca de seis mil casos de contaminación marina (vertidos en el mar, en los ríos o en las zonas costeras) y de tráfico de residuos;
9.    coordinación de grandes investigaciones sobre delitos pesqueros en diferentes aguas territoriales y jurisdicciones marítimas, que ha dado lugar al descubrimiento de cientos de casos de pesca ilegal y de tratamiento y transporte irregular de pescado, lo que desencadenó nuevas investigaciones y acciones encaminadas a la recuperación de activos en todo el mundo;
10.    mayor concienciación de las administraciones nacionales y de los organismos encargados de la aplicación de la ley sobre los peligros que plantea este tipo de delincuencia.

Una década de valiosas alianzas

Todas las actividades de seguridad medioambiental que INTERPOL lleva a cabo están financiadas con fondos externos, y dependen de alianzas sostenibles. El Programa sobre Seguridad Medioambiental trabaja en estrecho contacto con organizaciones gubernamentales, no gubernamentales e internacionales para neutralizar los grupos de delincuencia organizada transnacional implicados en delitos contra el medio ambiente. Estas entidades asociadas también nos ayudan a proporcionar a nuestros países miembros apoyo técnico y logístico.

Agradecemos especialmente el valioso apoyo de nuestros grupos de trabajo y nuestros socios, y deseamos animar a otras partes interesadas de ámbito nacional, regional e internacional, así como a la comunidad internacional de donantes, a que apoyen nuestra labor esencial de conseguir un medio ambiente más seguro.

Sígannos en las próximas cinco semanas para conocer mejor el Programa sobre Seguridad Medioambiental y la labor que realizamos para combatir la contaminación, los delitos pesqueros y forestales, los delitos contra las especies silvestres y la minería ilegal. Les mostraremos cómo hemos trabajado durante la última década para ayudar a desmantelar las redes delictivas responsables de estos delitos dotando a las fuerzas del orden de las herramientas y los conocimientos técnicos que necesitan para proteger el medio ambiente de la explotación criminal.

Los delitos contra el medio ambiente son delincuencia organizada grave

Estos delitos no difieren de la delincuencia organizada tradicional. Para transportar los productos objeto de estos delitos se utilizan las mismas rutas, a través de los mismos países y continentes, que para la trata de personas y el tráfico de armas y drogas, y a menudo estos delitos se acompañan del uso fraudulento de pasaportes, la corrupción, el blanqueo de capitales y el asesinato. La lucha contra los flujos financieros ilícitos es fundamental para hacer frente a la corrupción que hace posible este comercio.

Aunque se suele considerar que los delitos medioambientales comportan escasos riesgos y ofrecen grandes beneficios, a menudo se pasa por alto que las ganancias obtenidas a través de ellos pueden servir para financiar a grupos violentos de delincuencia organizada, a insurgentes y terroristas, así como socavar el bienestar de los ciudadanos.

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