Hoy en día, los grupos de la delincuencia organizada se dedican a la polidelincuencia a escala mundial, y la trata de personas, el narcotráfico y los delitos contra el medio ambiente generan miles de millones en ganancias ilícitas.
Los ciberdelincuentes se aprovechan del anonimato que ofrece Internet para lanzar ataques a gran escala contra víctimas en todo el mundo, desde campañas de ransomware hasta la usurpación de identidad.
Las nuevas amenazas, como la usurpación de identidad mediante deepfake, el acoso sexual a menores a través de Internet y las estafas asistidas por la inteligencia artificial, son cada vez más habituales.
El tema del Día Internacional de la Cooperación Policial de este año, «Tecnologías de la información y la comunicación e inteligencia artificial en la policía», nos recuerda las amenazas en constante evolución a las que se enfrentan las fuerzas del orden.
Cada día, las fuerzas policiales de todo el mundo colaboran más allá de las fronteras, intercambiando información, rastreando a los delincuentes y protegiendo a sus comunidades frente a amenazas que ningún país puede enfrentar por sí solo.
Como organización policial mundial, INTERPOL ayuda a sus 196 países miembros a atar los cabos sueltos de las investigaciones y a cerrar las brechas que los delincuentes intentan aprovechar.
La labor de INTERPOL no se limita a la aplicación de la ley, sino que consiste en proteger a las familias, los sistemas económicos y las sociedades, lo que hace que la cooperación policial internacional sea más importante que nunca para construir un mundo más seguro.