Más de 1 000 detenciones y 27 millones de dólares interceptados en una operación masiva contra los delitos financieros

26 de noviembre de 2021
En la operación, coordinada por INTERPOL, cooperaron 22 países y territorios de todo el mundo para interceptar con rapidez las ganancias ilegales procedentes de estafas en línea

LYON (Francia) – En una operación coordinada por INTERPOL y denominada HAECHI-II, la policía detuvo a más de mil personas e interceptó fondos ilícitos por un importe total de casi 27 millones de dólares estadounidenses, poniendo de manifiesto la amenaza mundial que representan los delitos financieros facilitados por Internet.

La operación HAECHI-II, ejecutada a lo largo de cuatro meses, de junio a septiembre de 2021, reunió a unidades policiales especializadas de 20 países, así como de Hong Kong y Macao, y estuvo dirigida contra determinados tipos de estafas en línea, como las estafas sentimentales por Internet, las estafas de inversión y el blanqueo de capitales asociado a las apuestas ilegales en línea.

En total, la operación se saldó con la detención de 1 003 personas y permitió a los investigadores policiales cerrar 1 660 casos. Además, hizo posible el bloqueo de 2 350 cuentas bancarias vinculadas a las ganancias ilícitas procedentes de los delitos financieros en línea. La información obtenida durante la operación HAECHI-II sirvió de base para la publicación de más de 50 notificaciones de INTERPOL y permitió descubrir 10 nuevos modus operandi delictivos.

La operación HAECHI-II reunió a unidades policiales especializadas de 20 países, así como de Hong Kong y Macao, para combatir determinados tipos de estafas en línea.
Durante la operación la policía detuvo a más de mil personas e interceptó fondos ilícitos por un importe total de casi 27 millones de dólares estadounidenses.
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HAECHI-II es la segunda operación realizada en el marco de un proyecto de tres años de duración destinado a combatir la delincuencia financiera facilitada por Internet, que cuenta con el apoyo de la República de Corea, y la primera de alcance verdaderamente mundial, gracias a la participación de países miembros de INTERPOL de todos los continentes.

Durante la operación, los funcionarios de INTERPOL probaron un nuevo mecanismo mundial de bloqueo de pagos, el Protocolo de Respuesta Rápida contra el Blanqueo de Capitales (ARRP, por sus siglas en inglés), y en varios de los casos tratados dicho mecanismo demostró ser esencial para lograr interceptar los fondos ilícitos.

“Los resultados de la operación HAECHI-II demuestran que no hay indicios de que el auge de la delincuencia financiera en línea provocado por la pandemia de COVID-19 vaya a disminuir”, afirmó Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.

“También ponen de relieve el papel esencial y único que desempeña INTERPOL a la hora de ayudar a los países miembros a combatir un delito que, por naturaleza, no entiende de fronteras”.

“Solo con este nivel de cooperación y coordinación mundiales pueden las fuerzas del orden nacionales hacer frente eficazmente a lo que ya es una pandemia paralela de ciberdelincuencia”, añadió Jürgen Stock.

Mientras INTERPOL se plantea poner en marcha oficialmente el mecanismo ARRP el año que viene, la Unidad de Delincuencia Financiera de la organización prosigue su colaboración con los países miembros para integrar el sistema en los canales de comunicación ya existentes.

Carrera contrarreloj

Lejos de la idea común de que las estafas en línea son un delito menor y de poco riesgo, los resultados de la operación HAECHI-II demuestran que los grupos de delincuencia organizada transnacional han estado utilizando Internet para sustraer millones de dólares a sus víctimas antes de desviar el dinero ilícito a cuentas bancarias de todo el mundo.

En uno de los casos descubiertos, ocurrido en Colombia, una importante empresa textil fue víctima de una compleja estafa por e-mail mediante suplantación de identidad en la que le sustrajeron más de 8 millones de dólares estadounidenses. Los autores se hicieron pasar por el representante legal de la empresa y dieron la orden de transferir más de 16 millones de dólares estadounidenses a dos cuentas bancarias chinas. La mitad del dinero se transfirió antes de que la empresa descubriera la estafa y alertara a la policía judicial colombiana, que inmediatamente contactó con la Unidad de Delincuencia Financiera de INTERPOL a través de la Oficina Central Nacional (OCN) de Colombia, sita en Bogotá.

Aprovechando la nueva red del mecanismo ARRP, se activaron los conductos de cooperación policial internacional entre las oficinas de INTERPOL en Beijing, Bogotá y Hong Kong para congelar los fondos transferidos. Gracias a esta nueva red, que simplifica la comunicación policial en casos internacionales de bloqueo de pagos, se logró interceptar en tiempo récord más del 94 % del dinero, lo que salvó a la empresa colombiana de la quiebra.

“Interceptar las ganancias ilícitas procedentes de los delitos financieros en línea antes de que desaparezcan en los bolsillos de las ‘mulas de dinero’ es una carrera contrarreloj, por lo que hemos colaborado estrechamente con la Fiscalía General de la Nación para actuar lo más decididamente posible”, declaró el general Jorge Luis Vargas Valencia, Director General de la Policía Nacional de Colombia.

“Habida cuenta de lo difícil que resulta coordinarse con las unidades policiales y las entidades bancarias del otro lado del mundo, la labor de coordinación de INTERPOL ha resultado esencial para lograr este resultado”, añadió Francisco Barbosa, Fiscal General de la Nación de Colombia, cuya oficina supervisó el caso.

En otro caso, una empresa sita en Eslovenia fue incitada mediante engaño a transferir más de 800 000 dólares estadounidenses a varias cuentas propiedad de “mulas de dinero”, abiertas en China. Una vez más, al tiempo que la Policía Judicial de Eslovenia abría una investigación y contactaba con sus homólogos extranjeros por conducto de INTERPOL y otros canales, la coordinación eficiente a través de la OCN de INTERPOL en China, situada en Beijing, permitió a las autoridades locales interceptar con éxito los fondos sustraídos y devolverlos íntegramente a Eslovenia.

El juego del calamar

Los meses de estrecha colaboración entre las unidades policiales especializadas de todo el mundo también permitieron obtener inteligencia significativa sobre las tendencias emergentes en el ámbito de la delincuencia financiera en línea. A raíz de la información obtenida durante la operación

HAECHI-II, INTERPOL publicó varias notificaciones moradas, esto es, alertas policiales internacionales que se publican para solicitar o facilitar información sobre modus operandi, objetos, dispositivos y métodos de ocultación utilizados por los delincuentes. Las notificaciones se difunden después entre los 194 países miembros de INTERPOL para que la policía pueda intercambiar información sobre nuevos métodos delictivos y establecer conexiones entre casos.

Una notificación morada cuya publicación fue solicitada por Colombia durante la operación informaba sobre una aplicación móvil infectada con malware que utilizaba el nombre y el logotipo de la serie de Netflix El juego del calamar. La aplicación móvil, que simulaba ser un producto asociado a la popular serie de televisión, era en realidad un virus troyano que, una vez descargado, podía piratear los datos de facturación del usuario y suscribirle sin su aprobación explícita a servicios premium de pago. La aplicación, que se detectó en Colombia, también ha afectado a usuarios de otros países. La operación también se benefició de los conocimientos especializados y las capacidades de INTERPOL en materia de ciberdelincuencia para ayudar a los países miembros a combatir la creciente amenaza que constituyen las estafas facilitadas por Internet.

“Las estafas en línea, como las que se valen de aplicaciones maliciosas, evolucionan tan rápido como las tendencias culturales de las que sacan provecho de forma oportunista”, afirmó José De Gracia, Subdirector de Redes Delictivas de INTERPOL. “El intercambio de información sobre nuevas amenazas es vital para que la policía pueda proteger a las víctimas de los delitos financieros perpetrados a través de Internet. También permite a la policía darse cuenta de que ningún país está solo en esta lucha. La operación HAECHI-II ha demostrado que, si actuamos juntos, podemos contraatacar con éxito frente a esta amenaza”.

Los países participantes en la operación HAECHI-II fueron los siguientes: Angola, Brunéi, Camboya, Colombia, China, Eslovenia, España, Filipinas, India, Indonesia, Irlanda, Japón, Laos, Malasia, Maldivas, República de Corea, Rumania, Singapur, Tailandia y Vietnam.