INTERPOL destaca en un informe la actividad de trata de personas para la extracción de órganos en África septentrional y occidental

30 de septiembre de 2021
Las policías se apoyarán en análisis estratégicos para actuar de forma coordinada dentro y fuera de la región.

En un informe que acaba de publicar, INTERPOL estudia la trata de personas para la extracción de sus órganos, actividad ilícita debida en gran medida a la escasez de mundial de órganos para efectuar trasplantes éticos. Aun cuando el tráfico de órganos se da en todas las regiones del mundo, es especialmente grave en África septentrional y occidental, donde las poblaciones desfavorecidas y desplazadas son presa fácil de la explotación.

En este documento estratégico, preparado en el marco del proyecto ENACT, se facilita información y un análisis sobre estas cuestiones, de modo que los organismos encargados de la aplicación de la ley en las regiones del norte y el oeste de África puedan tomar las medidas que consideren adecuadas.

Turismo del trasplante

Se sabe que detrás de la trata de personas para la extracción de órganos se mueven grupos de delincuencia organizada, atraídos por los pingües beneficios que puede reportar esta actividad.

La información disponible apunta a que en el tráfico de órganos que se practica en esta región hay una gran diversidad de participantes, que tienen contactos con personal médico de África y otras partes del mundo, y principalmente de Asia y Próximo Oriente.

El tráfico de órganos humanos solo es posible si se cuenta con redes muy complejas, que reúnan conocimientos especializados (médicos especialistas, cirujanos, enfermeras), condiciones logísticas (para determinar compatibilidades entre pacientes y donantes), y centros sanitarios (laboratorios de análisis, clínicas, quirófanos).

El estudio señala la posibilidad de que existan vínculos entre el turismo del trasplante –pacientes que viajan al extranjero para comprar los órganos que les serán trasplantados– y la trata de personas en África septentrional y occidental para la extracción de sus órganos. Ya sea en forma de trasplantes efectuados en el norte de África con órganos obtenidos ilegalmente en la región, o de trasplantes efectuados en otros lugares con órganos obtenidos ilegalmente de nacionales de África septentrional y occidental.

Vulnerable communities

Los grupos delictivos organizados aprovechan la desesperación de desempleados, migrantes, solicitantes de asilo y refugiados para presionarles con la intención de que vendan un órgano. Las víctimas de la trata de personas para su explotación sexual o laboral se encuentran además expuestas a un riesgo adicional en este campo.

Las técnicas empleadas para captar víctimas y controlarlas son las mismas que las que se emplean en otros tipos de trata de personas, como la promesa de trabajo en otro país, y el uso de la violencia.

A menudo las víctimas donantes reciben una pequeña cantidad de dinero acordada con el captador o el intermediario, y en algunos casos no llegan a recibir el pago prometido. Muchas víctimas donantes sufren complicaciones postoperatorias y problemas de salud tras la extracción del órgano.

Se teme que las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19 avive la trata de personas para la extracción de órganos, ya que los intermediarios tendrán más oportunidades de ejercer presión en personas vulnerables con objeto de que vendan un órgano y mejoren así sus condiciones materiales de vida. La situación se verá agravada por la disminución de las donaciones legales de órganos, y por ende de los trasplantes legales, desde que surgió la COVID-19.

Información policial de utilidad práctica

“Le trata de personas para la extracción de órganos no es un fenómeno nuevo, pero es un delito que no se denuncia lo suficiente por ser clandestino, a lo que se añade la falta de información al respecto que tienen las fuerzas del orden y la insuficiencia de conductos para el intercambio de información entre la policía y el sector médico”, declaró Cyril Gout, Director de Apoyo Operativo y Análisis de INTERPOL.

“Este estudio estratégico proporciona a los países miembros de INTERPOL una información policial estratégica de utilidad práctica sobre la trata de personas en África septentrional y occidental para la extracción de órganos, y servirá para facilitar más la cooperación policial entre los países afectados”, añadió Cyril Gout.

En el informe se anima a los organismos encargados de la aplicación de la ley a establecer prioridades, para poder identificar a posibles víctimas, investigar casos de trata de personas motivados por el comercio de órganos, y luchar contra las redes delictivas que posibilitan esta actividad.

Proyecto ENACT

El proyecto ENACT tiene por objetivo ayudar a las policías de África a adoptar estrategias preventivas para combatir los peligros que plantea la delincuencia organizada, facilitar el intercambio de información y mejorar las competencias de investigación.

Está financiado por la Unión Europea y se encargan de su aplicación INTERPOL y el Instituto de Estudios de Seguridad, en colaboración con la Iniciativa Mundial contra la Delincuencia Organizada Transnacional.