Problemática

Los grupos de delincuencia organizada se aprovechan de los más vulnerables con fines lucrativos, sin ninguna consideración por la seguridad y la dignidad humanas.

La trata de personas y el tráfico de migrantes son negocios delictivos de bajo riesgo y alta rentabilidad que usan medios tecnológicos y métodos cada vez más complejos para ampliar su alcance.

Estos delitos también están relacionados con otros, como el movimiento de dinero ilícito, la corrupción, la falsedad documental, el tráfico de productos ilícitos, la ciberdelincuencia o el terrorismo.

La trata de personas y el tráfico de migrantes son dos delitos distintos que pueden presentar rasgos comunes, ya que ambos se caracterizan por aprovecharse de las personas vulnerables.

Tipos de trata de personas

En el caso de la trata de personas, las víctimas normalmente son captadas a través del engaño (con la promesa de una vida mejor), las amenazas o la fuerza, con el único fin de explotarlas.

Trata de personas para su explotación sexual

Esta forma de trata afecta a todas las regiones del mundo. Las víctimas, en su mayoría mujeres y niños, son engañadas con distintos métodos, y transportadas hacia el lugar donde van a ser acogidas para ser explotadas y donde a menudo se las despoja de sus documentos de viaje y de identificación, desde donde se controlan o restringen sus movimientos, y donde se abusa sexualmente de ellas y se las somete a muchas otras formas de violencia y abusos.

Trata de personas para someterlas a trabajo forzado

Las víctimas de esta extendida forma de trata proceden principalmente de países en desarrollo. Se las suele forzar a realizar trabajos penosos por ejemplo en la agricultura, la minería, la pesca o la construcción, o a trabajar como esclavas en los hogares.

Trata de personas para realización de actividades delictivas forzosas

Se fuerza a las víctimas a realizar diversas actividades ilegales que, a su vez, generan beneficios para las organizaciones delictivas. Estas actividades pueden incluir robo, cultivo de drogas, venta de artículos falsificados y, más recientemente, estafas, que a menudo se llevan a cabo mediante el uso indebido de la tecnología. A menudo se exigen cuotas a las víctimas, y pueden sufrir duros castigos si no las alcanzan.

Trata de personas para extracción de órganos

En muchos países las listas de espera para el trasplante de órganos son muy largas, y los delincuentes han aprovechado esta situación para lucrarse a costa de la desesperación de los pacientes y donantes potenciales. Después de que el trasplante tiene lugar, las víctimas donantes a menudo no reciben compensación o reciben una compensación mínima por la transacción, y se enfrentan a graves problemas de salud y económicos para poder recibir un seguimiento médico adecuado.

Tráfico de migrantes: problemas principales

En la última década, el proceso de globalización y las numerosas crisis que han afectado a diferentes regiones del mundo, como los problemas económicos, los conflictos armados, el terrorismo y el cambio climático, han forzado a las personas más vulnerables a migrar en búsqueda de condiciones de vida más seguras.

Al mismo tiempo, hemos sido testigos de un incremento de las actividades de redes delictivas organizadas que facilitan la migración irregular. Los delincuentes obtienen enormes beneficios proporcionando documentos de viaje fraudulentos, organizando el transporte y eludiendo controles fronterizos oficiales.

El tráfico se lleva a cabo por tierra, mar o aire. Depende de cuánto se esté dispuesto a pagar y a arriesgar.

Redes de delincuencia organizada

Los grupos delictivos dedicados al tráfico ilícito de migrantes funcionan como negocios, con altos márgenes de beneficios y pocos riesgos. Aprovechan la debilidad de las legislaciones y el relativamente bajo riesgo de ser detectados, enjuiciados y detenidos comparado con otras actividades de la delincuencia organizada transnacional.

Las redes de tráfico pueden ser amplias y complejas, y pueden incluir a personas que asumen diferentes cometidos:

  • reclutadores, intermediarios;
  • capitanes de barcos, guías, conductores;
  • personas que proporcionan documentos de viaje ilícitos;
  • personas que proporcionan alojamiento en ruta.

Enfrentados al endurecimiento de las políticas migratorias en los países de destino y a la mejora tecnológica en el control fronterizo, los migrantes recurren cada vez más a los servicios de traficantes de personas organizados.

En respuesta a las medidas legislativas y a las actividades de los organismos encargados de la aplicación de la ley, las rutas de tráfico son cada vez más complejas y están más interconectadas. Pueden ser sencillas y directas, aunque con más frecuencia son tortuosas. Por ejemplo, pueden encontrarse migrantes procedentes de África y Asia en flujos migratorios mixtos en la misma ruta de tráfico ilícito hacia Europa, Norteamérica y otros destinos finales.

Uso de la tecnología

El uso indebido de la tecnología está expandiendo el alcance y los beneficios de los traficantes y contrabandistas, ayudándolos a minimizar los riesgos de ser detectados por la ley.

La tecnología está presente en todas las etapas de la trata de personas: la captación, el transporte o la acogida, el control, la explotación y las transacciones financieras.

En el caso del tráfico de migrantes, si bien algunos migrantes y traficantes establecen contacto cara a cara en puntos de encuentro conocidos, este proceso se realiza cada vez más a través de Internet. Las plataformas funcionan de manera profesional y siguen un modelo de negocio específico. Los grupos delictivos utilizan la web abierta y oscura para reclutar, recopilar información en tiempo real sobre las rutas, comunicarse y anunciar sus servicios.

Desafortunadamente, la realidad puede ser muy diferente de lo anunciado. Rutas peligrosas, barcos atestados, abandono, secuestro y riesgo de muerte son solamente algunos de los peligros a los que se enfrentan los migrantes una vez que comienzan su viaje.

El anonimato que ofrece la tecnología dificulta la persecución de los delincuentes. Las personas víctimas de la trata o el tráfico a menudo no conocen a los traficantes, que se esconden detrás de pseudónimos y utilizan métodos de comunicación encriptados, planteando un gran reto para las fuerzas del orden.