Prioridades actuales en la colaboración entre las Naciones Unidas e INTERPOL

La lucha contra el terrorismo y la trata de personas son algunas de las prioridades que compartimos con las Naciones Unidas

Lucha contra el terrorismo

Mantenemos una sólida relación profesional con las entidades de las Naciones Unidas dedicadas a la lucha contra el terrorismo, entre ellas, la Oficina de lucha contra el terrorismo y su Equipo Especial sobre Ejecución, y el Comité de lucha contra el terrorismo y su Dirección Ejecutiva.

Hemos firmado acuerdos complementarios sobre cooperación con el Comité de lucha contra el terrorismo y la Oficina de lucha contra el terrorismo en 2017 y 2018 respectivamente.

El Comité de lucha contra el terrorismo recurre regularmente a los conocimientos de INTERPOL cuando realiza visitas de evaluación a países con el fin de identificar buenas prácticas y áreas de mejora. Esto se contempla en el marco de la resolución 1373 (2001) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Delincuencia organizada y nuevas tendencias delictivas

INTERPOL colabora cada vez más con entidades de las Naciones Unidas con miras a luchar contra la delincuencia organizada, la delincuencia transnacional y las nuevas tendencias delictivas, con un énfasis particular en sus vínculos con el terrorismo.

Trata de personas/tráfico ilícito de migrantes

INTERPOL es uno de los 22 miembros del Grupo de Coordinación Interinstitucional de Lucha contra la Trata de Personas, un foro de políticas que promueve un planteamiento coordinado que incluya protección y apoyo a las víctimas.

Conforme al Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular de las Naciones Unidas, cooperamos para luchar contra el tráfico ilícito de migrantes, garantizando que siempre se antepongan los intereses de las víctimas.

Sobre el terreno

La operación Trigger IV, dirigida por INTERPOL, se llevó a cabo en septiembre de 2018 con la participación de la Organización Mundial de Aduanas y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Su objetivo era impedir el tráfico ilícito de armas de fuego en Irak, Jordania, Líbano y Marruecos, y se saldó con 115 detenciones y la incautación de armas de fuego, drogas y dinero en efectivo.