LYON (Francia) – Una importante operación contra la trata de personas ha permitido detectar a 1 194 posibles víctimas y detener a 158 sospechosos. Durante las investigaciones, también se ha identificado a otros 205 sospechosos de cometer este delito.
La operación mundial se centró en la trata de personas con fines de explotación sexual, delincuencia forzada y mendicidad forzada, con especial atención a las víctimas menores de edad. En esta operación participaron cerca de 15 000 agentes de 43 países distintos, más concretamente policías, guardias de fronteras, inspectores de trabajo y autoridades fiscales y aduaneras.
La operación, denominada Global Chain y desarrollada del 1 al 6 de junio de 2025, estuvo dirigida por las fuerzas del orden de Austria y Rumania, y contó con la coordinación y el apoyo de INTERPOL, Europol y Frontex. Su propósito era detectar y desarticular objetivos de alto valor y grupos delictivos organizados (responsables de la mayoría de los casos de trata de personas), así como salvaguardar a las víctimas, identificar los activos de los delincuentes e iniciar investigaciones complementarias.
Según la información recibida, las posibles víctimas procedían de 64 países diferentes (la mayoría de Rumania, Ucrania, Colombia y China). Muchas de estas habían sido conducidas a través de fronteras e incluso continentes, lo que pone de manifiesto el carácter transnacional de las tramas de trata de personas. La mayoría de las víctimas de explotación sexual identificadas en la operación eran mujeres adultas, mientras que las víctimas menores de edad solían ser explotadas por medio de la mendicidad forzada o de actividades delictivas forzadas (como el carterismo). La protección de estas últimas víctimas tiende a ser especialmente difícil, por cuanto muchas de ellas son explotadas por miembros de su propia familia.
Aspectos destacados de la operación:
• La Policía Federal de Brasil desmanteló una red de trata de personas que reclutaba a víctimas a través de anuncios de empleo falsos y, luego, las trasladaba a Myanmar con fines de explotación sexual. Una víctima del sureste asiático fue incluida en una notificación azul de INTERPOL, lo que permitió vigilar su seguridad y, posteriormente, rescatarla.
• Montenegro informó de 13 posibles víctimas de trata de personas, entre ellas seis niños que eran explotados en las calles mediante la mendicidad forzosa. Tras ser detectados, los menores, que habían sido reclutados por sus padres y familiares, recibieron apoyo de las autoridades locales.
• En Italia, la policía efectuó redadas en varios salones de masaje relacionados presuntamente con la explotación sexual, lo que le permitió identificar a 75 posibles víctimas de trata procedentes de Rumania, China y Colombia, e incautarse de estupefacientes y armas de fuego. Asimismo, se detuvo a un sospechoso italiano acusado de trata, y a otras cinco personas procedentes de Italia, Túnez, Colombia y Filipinas por otros delitos. Las autoridades confiscaron varios apartamentos utilizados para la prostitución forzada.
• La policía tailandesa desmanteló una red de prostitución de menores que operaba a través de una conocida plataforma de redes sociales. Doce personas fueron detenidas (siete de ellas por delitos de trata de personas) y dos víctimas de 14 y 17 años fueron rescatadas.
• Las autoridades ucranianas llevaron a cabo una operación encubierta que sacó a la luz una trama de captación y transporte de mujeres a Berlín para explotarlas sexualmente. Una mujer ucraniana fue detenida después de que, al registra sus dispositivos, se encontraran varios perfiles en línea que anunciaban servicios sexuales en Alemania.
• La policía rumana registró domicilios, citó a 11 testigos y detuvo a 9 personas por la trata de 8 víctimas infantiles (de edades comprendidas entre los 7 y los 15 años) con fines de mendicidad forzosa.
• Las fuerzas de seguridad austriacas detuvieron a siete presuntos autores de delitos de trata de personas y salvaguardaron a ocho mujeres, con lo cual desmantelaron un grupo de delincuencia organizada familiar rumano que operaba en varios países de la UE. Este grupo utilizaba el método del seductor («lover boy», en inglés), una técnica que atrae a las víctimas bajo el falso pretexto de tener una relación. Las víctimas acababan siendo objeto de explotación sexual y delincuencia forzada.
La operación Global Chain condujo a la apertura de 182 nuevas investigaciones (entre ellas, 15 casos transnacionales) y a la publicación de 14 nuevas notificaciones y difusiones de INTERPOL.
También se realizaron incautaciones notables, entre ellas:
• 277 669 euros en efectivo
• 1 tonelada de cannabis
• 899 unidades de otros estupefacientes
• 30 armas de fuego
• 15 componentes de explosivos
• 65 documentos fraudulentos
• 5 bienes inmuebles
David Caunter, director (en funciones) de Delincuencia Organizada y Nuevas Tendencias Delictivas, afirmó:
«La trata de personas es un delito cruel y devastador que despoja a las personas de su dignidad, libertad y humanidad, y se aprovecha de los más vulnerables (incluidos los niños). La operación Global Chain demuestra el carácter mundial de estas tramas delictivas y el poder de la cooperación internacional para desmantelarlas».
Una respuesta transnacional a una amenaza transnacional
INTERPOL, Europol y Frontex apoyaron la operación mediante actividades conjuntas de coordinación internacional. Para ayudar a los funcionarios sobre el terreno y facilitar el intercambio de información en tiempo real, se creó un centro de coordinación en la sede de Frontex en Varsovia (Polonia). El centro contó con una plantilla de 33 funcionarios de los países participantes (entre ellos, expertos enviados por INTERPOL, Europol, AMERIPOL y Frontex). INTERPOL también proporcionó acceso a sus bases de datos mundiales y a sus notificaciones internacionales, además de prestar apoyo en materia de investigación y análisis para los casos que surgieron o experimentaron avances durante la operación.
A lo largo de la operación, los países se basaron en información policial compartida para poder efectuar redadas en lugares previamente identificados y llevar a cabo incautaciones. También se reforzó la presencia de personal de las fuerzas del orden en los puntos críticos y en las terminales de transporte principales para identificar tanto a las víctimas como a los sospechosos.
Durante los seis días de la operación, los funcionarios controlaron:
• a 924 392 personas
• 842 281 documentos de identidad
• 181 954 vehículos
• 5 745 aviones y embarcaciones
• 20 783 lugares
La operación Global Chain se llevó a cabo en el marco de la plataforma multidisciplinar europea contra las amenazas delictivas (EMPACT), con la financiación del proyecto I-FORCE de INTERPOL y el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania.
Países participantes: Albania, Alemania, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Chipre, Colombia, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Kosovo*, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Malta, Moldova, Montenegro, Nigeria, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Serbia, Suecia, Suiza, Tailandia, Ucrania y Vietnam.
* Esta denominación se entiende sin perjuicio de las posiciones sobre su estatuto y está en consonancia con la resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia sobre la declaración de independencia de Kosovo.