LYON (Francia) - La trata de personas constituye una forma moderna de esclavitud que niega a las personas su dignidad y sus derechos básicos. Es un delito que no conoce fronteras y que afecta a personas de todas las edades y de todas las regiones del mundo.
Las redes de delincuencia organizada consideran a las víctimas de este delito una mercancía que les reporta beneficios económicos y que debe ser explotada y vendida. La trata de personas les supone muchas ganancias, y someten a sus víctimas a maltratos mentales y físicos.
La trata puede adoptar muchas formas, pero la característica común a todas ellas es el aprovechamiento de vulnerabilidades. Entre dichas formas se encuentra la explotación laboral en áreas como la construcción, la pesca y la agricultura; la realización forzada de actividades ilícitas; la explotación sexual, y la extracción de órganos.
Con motivo del Día Mundial contra la Trata, que se celebra todos los años el 30 de julio, INTERPOL pone de relieve su labor de lucha contra este delito. El tema de este año es el papel de la tecnología y sus herramientas, que pueden facilitar la trata de personas, y también impedirla.
"Las fuerzas del orden de todo el mundo deben mantenerse atentas, trabajar juntas y aprovechar esa misma tecnología para prevenir y desbaratar esta grave transgresión de los derechos humanos", añadió Espinosa Delgado.
Operaciones coordinadas por INTERPOL
Aunque la trata de personas es un delito predominantemente nacional, los datos muestran que la trata de personas que se da a escala internacional suele estar organizada por redes delictivas que a menudo están implicadas en otros delitos graves, y que en estos casos las víctimas son objeto de trata durante períodos más largos, y con más violencia.
A través de operaciones regionales y mundiales, INTERPOL ayuda a los organismos encargados de la aplicación de la ley a desmantelar estas redes delictivas promoviendo la cooperación policial internacional y el uso de las capacidades policiales que pone a su disposición. Los países miembros que participan en estas operaciones prestan una colaboración estrecha en las investigaciones policiales en curso, reforzando los controles para identificar a las víctimas de trata en las fronteras y en los puntos calientes de esta actividad delictiva.
Operación WEKA II
El mes pasado, las acciones policiales coordinadas por INTERPOL movilizaron a 44 países de cuatro continentes. La operación llevó al rescate de casi 700 víctimas de trata de personas, que fueron puestas a buen recaudo, y a la detención de 300 presuntos autores de delitos de trata y tráfico de migrantes.
Cabe destacar que, tras esta operación, la policía de Togo pudo localizar a una adolescente de Burkina Faso víctima de la trata de personas. La Oficina Central Nacional de INTERPOL en Togo pudo localizar el lugar en este país donde estaba cautiva la menor, que fue rescatada y devuelta a su familia.
Operación Storm Makers
En el curso de la operación Storm Makers (marzo de 2022), las autoridades lograron desmantelar varios grupos de delincuencia organizada que, según se pudo saber, facilitaban el viaje de hombres, mujeres y niños asiáticos a través de distintos países para proceder a su explotación. A lo largo de la operación rescataron y ayudaron a 80 víctimas de la trata de personas, detuvieron a 121 sospechosos y abrieron 193 investigaciones.
Operación Turquesa III
La operación Turquesa III se saldó el pasado mes de diciembre con 216 detenciones y la identificación de más de 10 000 migrantes irregulares procedentes de 61 países diferentes. Otros resultados operativos importantes fueron el rescate de 127 víctimas de trata que iban a ser sometidas a trabajo forzoso y a explotación sexual, que recibieron la ayuda necesaria, y la detención de 27 personas en El Salvador por delitos de abusos sexuales a menores y trabajo infantil.
Un enfoque centrado en las víctimas
Las actividades se llevan a cabo con un enfoque centrado en las víctimas, haciendo hincapié en la importancia de la seguridad y el bienestar de estas y en la necesidad de que reciban atención tras su rescate, para facilitar su recuperación y evitar nuevos traumas.