LYON (Francia): Una operación policial coordinada conjuntamente por INTERPOL y Europol ha puesto de manifiesto las enormes cantidades de alimentos y bebidas ilícitas que circulan por el mercado mundial.
La operación, denominada OPSON X, ha movilizado a la policía, los servicios de aduanas, las agencias de seguridad alimentaria y los socios del sector privado para llevar a cabo, entre diciembre de 2020 y junio de 2021, actuaciones coordinadas con el propósito de combatir la puesta en el mercado de alimentos y bebidas ilegales que entrañan un grave riesgo para la salud de los consumidores.
En esta operación las fuerzas del orden interceptaron en todo el mundo 15 451 toneladas de productos ilegales, con un valor estimado en la calle de 53,8 millones de euros. Los 72 países participantes llevaron a cabo cerca de 68 000 controles, que dieron lugar a la apertura de más de mil causas penales.
Las actuaciones de las fuerzas del orden han permitido descubrir una gran cantidad de nuevas pistas para las investigaciones de delitos alimentarios. En el transcurso de la operación se expidieron más de 600 órdenes de detención, y se calcula que se han desbaratado las actividades de 42 grupos de delincuencia organizada en todo el mundo.
"Retirar del mercado una cantidad tan grande de productos ilegales y a menudo peligrosos es un ejemplo concreto del modo en que la cooperación policial internacional está haciendo del mundo un lugar más seguro", declaró Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.
"Puede que los delitos alimentarios no se consideren siempre la máxima prioridad para la actuación policial, pero las operaciones como OPSON X vienen a demostrar los ingentes beneficios generados por estos productos, que luego pueden servir para financiar otras actividades de la delincuencia organizada".
Catherine De Bolle, Directora Ejecutiva de Europol, destacó que "los alimentos y bebidas falsificados o que no cumplen las normas mínimas de calidad pueden encontrarse tanto en el mercado físico como en la venta en línea. El aumento del riesgo para la salud de los consumidores es proporcional a la menor calidad de las materias primas utilizadas en el sistema de elaboración de alimentos. Europol observa una tendencia reciente: los productos de baja calidad se han infiltrado en la cadena de suministro de alimentos, una evolución posiblemente relacionada con la pandemia de COVID-19. La operación OPSON X, que ha llevado a la incautación de más de 15 000 toneladas de productos ilegales, ilustra la importancia de la cooperación entre las autoridades nacionales y el sector privado para proteger los derechos de los consumidores y garantizar la calidad de los productos que ponemos en nuestras mesas."
Pruebas de COVID-19 falsas
Los productos más incautados en la operación OPSON X fueron las bebidas alcohólicas y los complementos alimenticios, seguidos de los cereales para el desayuno y de productos de panadería. Las bebidas alcohólicas fueron el artículo más falsificado, según los resultados de las incautaciones, así como los productos protegidos por marcas registradas, indicaciones geográficas o denominaciones de origen.
Las actuaciones de las fuerzas del orden también permitieron descubrir otros artículos ilícitos en los que no se centraba directamente la operación, como kits de pruebas falsos para la detección de la COVID-19, el sida y la malaria; cigarrillos; armas y munición, y carne de caza y otros productos obtenidos a raíz de delitos contra la fauna y la flora silvestres.
En Rusia la policía descubrió un maletín con más de 12 000 copias de programas informáticos pirateados, valorados en unos 100 000 euros. Por otra parte, las autoridades de Namibia hallaron a 24 inmigrantes irregulares durante las actuaciones llevadas a cabo en el marco de la operación OPSON X.
Una década de operaciones OPSON
Estas actuaciones coordinadas por INTERPOL y Europol constituyen la décima operación mundial de la serie OPSON (palabra que significa “comida” en griego clásico) y una década de dedicación constante de las fuerzas del orden a combatir los delitos alimentarios.
En la primera operación de esta serie, efectuada en 2011, solo participaron diez países y se recuperaron productos ilícitos por valor de 300 000 euros.
"Hemos convertido las operaciones OPSON en un fenómeno policial que periódicamente desbarata las redes delictivas dedicadas al fraude alimentario y a la vez proporciona información de un valor inestimable", declaró Jürgen Stock.
"El hecho de que tantos de nuestros países miembros participen en estas operaciones año tras año demuestra que los organismos encargados de la aplicación de la ley aprecian el valor que tiene que aunamos nuestras fuerzas para asestar un golpe cada vez más fuerte a la delincuencia transnacional".
