KIGALI (Ruanda) - El terrorismo y la delincuencia organizada son los principales temas que se van a abordar en la Conferencia Regional Africana de INTERPOL, inaugurada hoy oficialmente por el Primer Ministro de Ruanda, Edouard Ngirente.
La reunión se celebra pocas semanas después del atentado terrorista perpetrado en Nairobi, que se cobró la vida de 21 personas, tras el cual INTERPOL envió un equipo de gestión de crisis para ofrecer apoyo in situ a las autoridades kenianas.
Los expertos en análisis de inteligencia policial, análisis forense digital, armas y explosivos del mencionado equipo han prestado asistencia a la policía keniana para que ésta pueda aprovechar los datos y elaborar pistas de investigación.
Dirigiéndose a los delegados, Ngirente declaró que todos los continentes se enfrentan a las amenazas crecientes que plantean la delincuencia organizada y el terrorismo.
“Estas amenazas socavan el desarrollo de África, pero también constituyen una violación de los derechos humanos”.
“Para ponerles fin y prevenirlas, es urgente forjar una cooperación estrecha. Ningún país puede, por sí solo, ganar esta lucha. Necesitamos una cooperación regional e internacional mucho más intensa”.
“Por lo tanto, insto a todos los participantes en esta conferencia regional a que se sirvan de ella como de una oportunidad para definir nuevas estrategias y aplicar las que ya existen sobre cómo INTERPOL puede ayudar a nuestros respectivos países en la prevención y la lucha contra la delincuencia”, añadió el Primer Ministro.
El Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock, también subrayó la función de la conferencia en el refuerzo de la cooperación policial regional e internacional, a fin de responder mejor a las necesidades de África en materia de seguridad.
“En la esfera policial, no existe un modelo único aplicable a todos, pero sí un denominador común que es el intercambio de información”.
“África, al igual que todas las regiones del mundo, se enfrenta a las amenazas complejas que plantean el terrorismo y la delincuencia organizada, por lo que es fundamental garantizar que los agentes policiales que trabajan sobre el terreno tienen acceso a los datos en el momento y en el lugar en que los necesitan”.
“El intercambio de datos sobre terrorismo en toda África a través de INTERPOL ha alcanzado niveles sin precedentes, y vamos a seguir aprovechando los éxitos obtenidos en operaciones recientes dirigidas contra el tráfico de personas y de drogas”, concluyó el jefe de INTERPOL.
El Inspector General de la Policía Nacional de Ruanda, Dan Munyuza, señaló que la conferencia constituía una buena ocasión para reflexionar sobre la naturaleza cambiante del trabajo que realizan los servicios encargados de la aplicación de la ley.
“Nuestros debates nos ayudarán a determinar cómo podemos colaborar para crear sinergias que nos permitan cumplir nuestros respectivos mandatos en cuanto organismos encargados de la aplicación de la ley, y a apoyar los esfuerzos continuos de INTERPOL por combatir las amenazas actuales, en particular en el ámbito policial, que son por naturaleza transnacionales y organizadas”, declaró el Inspector General Munyuza.
Entre las principales operaciones coordinadas por INTERPOL llevadas a cabo en África en los últimos años figuran las siguientes:
- Usalama IV, dirigida contra las rutas delictivas de África Oriental y Meridional, que dio lugar a la detención de dos de los autores de delitos contra las especies silvestres más buscados;
- en África Occidental, la operación Epervier permitió rescatar a centenares de víctimas de la trata de personas;
- la operación Thunderstorm, contra el comercio ilegal de especies silvestres desde África Meridional, condujo a cientos de incautaciones en todo el mundo;
- la operación Trigger III, dedicada al rastreo del tráfico de armas en el Sahel y el Norte de África;
- la operación Lionfish Mihdarati, que tenía por objetivo reducir el tráfico de drogas a través de puertos de entrada africanos.
A esta conferencia de tres días de duración (del 5 al 7 de febrero), que tiene lugar en Kigali y ha sido organizada por la Policía Nacional de Ruanda, asisten alrededor de 158 jefes de policía y otros altos funcionarios de los organismos encargados de la aplicación de la ley procedentes de 42 países, así como representantes de siete organizaciones regionales e internacionales.
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