BRASILIA (Brasil) - En junio de 2018, el departamento de ciberdelincuencia de la policía de Ucrania contactó con la Unidad de Delitos contra Menores de INTERPOL. Se había detenido a una pareja por el abuso sexual de su hija, y los dispositivos incautados demostraban la existencia de comunicaciones con otras parejas de todo el mundo que también abusaban de sus hijos.
Aunque la mayor parte de la gente suele pensar que el material de abuso sexual infantil se produce con miras a su venta, muy a menudo se utiliza en realidad como una especie de “moneda de cambio” en el contexto de las redes de abuso sexual infantil. Los abusadores utilizan ese material para labrarse una reputación, o bien para intercambiarlo por fotografías y vídeos nuevos y aún no difundidos.
En este caso, parece ser que el grupo traficaba con un material considerado poco común, en el que aparecen hombres y mujeres abusando de sus propios hijos.
Componiendo el rompecabezas
La policía ucrania pudo rastrear a un contacto de una de las parejas a su regreso a Brasil y envió la información a INTERPOL, junto con una serie de imágenes.
A continuación, la Unidad de Delitos contra Menores de la Organización se puso manos a la obra, e introdujo ese material en la Base de Datos Internacional de INTERPOL sobre Explotación Sexual de Niños (ICSE) y lo comparó con otras fotografías y vídeos ya guardados en esta. En cuestión de semanas, se estableció un vínculo entre dicho material e imágenes no identificadas que se habían encontrado en la red oscura en 2016, en las que se mostraban graves abusos sexuales y la tortura de un menor y un bebé.
Una vez obtenida esa nueva información, INTERPOL remitió el caso a la Unidad de explotación infantil de la Policía Federal de Brasil. En mayo de 2019 esta detuvo al ciudadano brasileño y se encargó de la protección de su hija de nueve años. Asimismo se incautó de sus dispositivos informáticos, cuyo análisis forense digital condujo a la identificación de dos delincuentes mujeres involucradas junto con él en otros casos de abusos.

La semana pasada, la Policía de Brasil rescató a los niños (hoy de cuatro y nueve años) víctimas de abusos en las imágenes de 2016, y detuvo a las dos mujeres. Una de ellas, madre de ambos niños, había tomado muchas precauciones para ocultar su propia identidad en los vídeos, lo que demostraba con claridad su intención de difundir el material y, al mismo tiempo, impedir su identificación.
“Estas imágenes son especialmente inquietantes”, explica Harold O'Connell, Director Ejecutivo de Servicios Policiales de INTERPOL. “Aunque estos resultados son alentadores y demuestran que nuestros esfuerzos colectivos han salvado hasta la fecha a tres niños de abusos atroces, aún quedan millones de fotografías y vídeos. Es un trabajo meticuloso, pero vamos a luchar por estos niños”.
Las investigaciones en Brasil siguen en curso, y se están analizando ordenadores y dispositivos móviles recientemente incautados.
Rafaella Vieira Lins Parca, Jefa de la Unidad de explotación infantil de la Policía Federal de Brasil, ha declarado: “Tras asistir a un curso impartido por INTERPOL el año pasado, la Policía Federal Brasileña creó un grupo especializado. Estas detenciones son el resultado directo de la atención que estamos prestando a los casos relacionados con la Base de Datos Internacional de INTERPOL sobre Explotación Sexual de Niños (ICSE), y esperamos identificar a más víctimas y delincuentes en los próximos meses”.
61 países están conectados a la ICSE, que hasta ahora ha ayudado a identificar a 21.000 víctimas en todo el mundo.
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