El informe PNUMA-INTERPOL indica que el valor de los delitos contra el medio ambiente se ha incrementado en un 26%

4 de junio de 2016

NAIROBI (Kenia) – Según un informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) e INTERPOL publicado hoy, el valor de los delitos contra el medio ambiente ha aumentado en un 26% con respecto a estimaciones anteriores, al pasar de una banda de entre 70 000 y 213 000 millones de USD en 2014, a otra de entre 91 000 y 258 000 millones de USD actualmente.

El aumento de este tipo de delitos, hecho público en vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente, está originado por la debilidad de las leyes y la escasa financiación de las fuerzas de seguridad, fenómenos que han hecho imposible impedir que las redes delictivas internacionales y los grupos de rebeldes armados se beneficien de un tráfico que aviva conflictos, devasta ecosistemas y pone en peligro de extinción a diversas especies.

Achim Steiner, Director Ejecutivo del PNUMA, ha declarado: “El aumento de los delitos contra el medio ambiente en todo el mundo es profundamente inquietante. Las enormes sumas de dinero que generan estos delitos despreciables fomentan la inseguridad y mantienen activas a bandas delictivas internacionales de gran complejidad. Es esencial que el mundo actúe ahora para combatir esta amenaza creciente, antes de que sea demasiado tarde.”

Según el informe, los delitos contra el medio ambiente superan ampliamente al tráfico de armas pequeñas, valorado en unos 3 000 millones de USD. En la clasificación mundial de las actividades delictivas más importantes se sitúa en el cuarto lugar, detrás del narcotráfico, la falsificación y la trata de personas. Las pérdidas económicas producidas por los delitos contra el medio ambiente son 10 000 veces mayores que la suma que dedican los organismos internacionales para combatirlos (entre 20 y 30 millones de USD).

“Los delitos contra el medio ambiente están creciendo a un ritmo alarmante. Su complejidad requiere una respuesta multisectorial junto con la colaboración a través de las fronteras. Por medio de sus capacidades policiales de ámbito mundial, INTERPOL está absolutamente decidida a colaborar con sus países miembros para combatir las redes de delincuencia organizada dedicadas a este tipo de delitos”, señaló Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.

El informe concluye que en la última década los delitos contra el medio ambiente han experimentado un incremento anual de al menos entre un 5% y un 7%. Tal afirmación supone que estos delitos ‑que incluyen el comercio ilegal de especies de flora y fauna silvestres, los delitos cometidos por las empresas del sector forestal, la explotación y venta ilegales de oro y otros minerales, la pesca ilegal, el tráfico de residuos peligrosos y el fraude de los créditos de carbono‑ están creciendo dos o tres veces más rápidamente que el PIB mundial.

Asimismo, en una década se ha exterminado a más de una cuarta parte de la población mundial de elefantes. Algunas de las especies silvestres más vulnerables, como los rinocerontes y los elefantes, están siendo aniquiladas a un ritmo que ha crecido más del 25% anual en los últimos diez años. En ese mismo periodo, los cazadores furtivos han matado una media de 3 000 elefantes al año en Tanzania. Eso supone un valor de mercado para los traficantes de marfil de 10 500 000 USD al año, suma cinco veces mayor que el presupuesto total del servicio nacional de protección de la fauna y la flora silvestres.

El informe recomienda la adopción de medidas firmes, la aprobación de leyes y la imposición de sanciones a escala nacional e internacional, incluidas iniciativas dirigidas contra los paraísos fiscales; un gran incremento del apoyo financiero, proporcional a la gravedad de la amenaza que plantean los delitos contra el medio para el desarrollo sostenible; e incentivos económicos y medios alternativos de vida para quienes se encuentran en la base de la cadena de estos delitos, como los cazadores furtivos.