Incautación récord de alimentos y bebidas falsificados en una operación de INTERPOL y Europol

16 de febrero de 2015

Miles de toneladas de alimentos y bebidas falsificados o que no cumplían las normas de calidad fueron incautados en 47 países en el marco de una operación coordinada conjuntamente por INTERPOL y Europol.

La operación OPSON IV, llevada a cabo en diciembre de 2014 y enero de 2015, condujo al embargo preventivo de más de 2 500 toneladas de alimentos ilícitos y falsos, entre ellos mozzarella, fresas, huevos, aceite de cocina y frutas deshidratadas.

Participaron en esta iniciativa los servicios de policía y aduanas, los organismos nacionales encargados de la seguridad alimentaria y socios del sector privado. Su ejecución comportó la realización de controles en tiendas, mercados, puertos, aeropuertos y polígonos industriales.

Agentes italianos se incautaron de 31 toneladas de marisco que se vendía como fresco pero que había sido congelado y después rociado con un producto químico compuesto por ácido cítrico, fosfato y peróxido de hidrógeno para que pareciera recién pescado. En Sudán del Sur se clausuró una planta embotelladora de agua sin licencia; y en Egipto se incautaron 35 toneladas de mantequilla falsa y se desmanteló una fábrica que producía té adulterado.

La mayor parte de los cerca de 275 000 litros de bebidas incautados en todas las regiones correspondía a bebidas alcohólicas adulteradas; en el Reino Unido se llevó a cabo una redada en una planta que fabricaba vodka de marca falsificada. Los agentes descubrieron más de 20 000 botellas vacías listas para ser rellenadas, cientos de garrafas vacías de anticongelante de cinco litros que se habían utilizado para elaborar el alcohol adulterado, así como un equipo de ósmosis inversa destinado a eliminar el color y el olor del producto químico.

En Uganda, la policía se incautó de botellas de whisky falso, y en Ruanda los agentes efectuaron una redada en una tienda que vendía cerveza falsa en botellas auténticas que previamente se habían recogido y rellenado con un producto de fabricación local.

“Los alimentos y bebidas falsificados o que no cumplen las normas de calidad representan un peligro real para la salud y la seguridad. Los ciudadanos corren grave peligro y en algunos casos mueren a causa de la codicia de delincuentes cuya única preocupación es ganar dinero,” aseguró Michael Ellis, Jefe de la unidad de INTERPOL contra el Tráfico de Productos Ilícitos y la Falsificación, que coordinó las actuaciones de los países miembros de la organización policial en todo el mundo. “Gracias a esta operación, miles de toneladas de alimentos y bebidas potencialmente peligrosos han sido retirados de la circulación.”

“Este año los resultados de la operación OPSON vuelven a reflejan claramente la amenaza que representa el fraude alimenticio, ya que afecta a todo tipo de productos y a todas las regiones del mundo. La cooperación a escala nacional e internacional es indispensable para neutralizar a los grupos delictivos que se dedican a este tipo de negocio,” señaló Chris Vansteenkiste, Jefe del punto focal COPY de Europol que coordina las actividades en Europa.

En Hungría se clausuró un matadero ilegal y los agentes se incautaron de un vehículo en el que se habían fabricado compartimentos ocultos para el contrabando de bebidas alcohólicas falsas. En Noruega sigue en marcha una investigación iniciada a raíz del embargo preventivo de botellas de agua falsificadas. La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) centró sus esfuerzos en los complementos dietéticos enviados por correo y realizó inspecciones en el aeropuerto de Los Ángeles, donde se incautó de sustancias ilícitas.

En Tailandia se destruyeron unas 85 toneladas de carne importada ilegalmente, que no había pasado los controles sanitarios y de seguridad obligatorios; la policía desmanteló asimismo una red delictiva que se dedicaba a la producción de whisky falso y se incautó de unos 20 000 litros de alcohol adulterado.

Las autoridades de Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay dedicaron especial atención a los puestos de control fronterizo. Aparte de las tentativas de impago de impuestos, con frecuencia los productos se trasportan, se empaquetan o se almacenan en unas condiciones que pueden poner en peligro la salud de los consumidores.

La operación OPSON IV condujo a numerosas detenciones en distintas partes del mundo y las investigaciones prosiguen. Entre los objetivos de la operación se encuentran la detección y el desmantelamiento de las redes de delincuencia organizada que están detrás del tráfico de productos falsos, y la mejora de la cooperación entre las fuerzas del orden y las autoridades reguladoras participantes.

Esta operación también sirvió para apoyar uno de los principales objetivos de la campaña mundial de concienciación “Turn Back Crime” (Acabemos con la delincuencia) de INTERPOL, que tiene por objetivo sensibilizar a la sociedad sobre el modo en que la delincuencia organizada se introduce en nuestra vida cotidiana. Dando a conocer el problema, esta campaña ayuda a los ciudadanos a protegerse de productos que pueden poner en peligro sus vidas, como las bebidas y los alimentos falsos o de mala calidad.

En la operación OPSON IV participaron los países siguientes: Austria, Belarrús, Bélgica, Benín, Botsuana, Bulgaria, Burundi, Colombia, Corea del Sur, Côte d’Ivoire, Croacia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Eritrea, España, Estados Unidos, Estonia, Filipinas, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Kenia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido, República Checa, Ruanda, Rumania, Sudán, Sudán del Sur, Suecia, Tailandia, Tanzania, Turquía, Uganda, Uruguay y Vietnam.