INTERPOL crea una nueva unidad para ayudar a los países miembros a combatir el terrorismo químico y con explosivos

18 de septiembre de 2012

TALLIN (Estonia) – Investigadores policiales, técnicos en explosivos, peritos de la policía científica y otros especialistas venidos del mundo entero se han reunido en Tallin (Estonia) con motivo de la Conferencia Mundial de INTERPOL sobre Prevención del Terrorismo Químico y con Explosivos.

Esta conferencia de dos días de duración (18 y 19 de septiembre), organizada por la recién creada unidad de INTERPOL para la Prevención del Terrorismo Químico y con Explosivos (ChemEx), en colaboración con el Ministerio del Interior de Estonia y su Dirección de Policía y Control de Fronteras, congrega a más de 140 participantes provenientes de 50 países con objeto de estudiar los incidentes ocurridos, intercambiar sobre los programas de prevención actuales y poner en común conocimientos especializados con miras a prevenir futuros atentados.

En la inauguración de la conferencia, el Ministro del Interior de Estonia, Ken-Marti Vaher, hizo hincapié en que ningún país puede hacer frente a la amenaza terrorista por sí solo.

“El terrorismo no conoce fronteras nacionales, y el único modo de sentirnos seguros y adecuadamente preparados para situaciones de peligro es a través de la cooperación internacional. Desgraciadamente, las amplias y graves consecuencias del terrorismo han puesto en evidencia la importancia fundamental de las actividades conjuntas de prevención y del intercambio de información”, declaró el Ministro del Interior, destacando la estrecha colaboración con INTERPOL que mantiene Estonia desde su adhesión a esta organización hace veinte años.  

Dirigiéndose a los participantes, Jeffrey S. Muller, subjefe de sección de la Dirección encargada de la lucha contra las armas de destrucción masiva del FBI (Estados Unidos), declaró que la coordinación es la clave para combatir la amenaza del terrorismo.

Y añadió: “El próximo atentado terrorista que tenga lugar en uno de nuestros países podría perpetrarse con un arma de destrucción masiva –un agente químico, por ejemplo– con objeto de sembrar el pánico y causar heridos o incluso muertos. Es imprescindible que hagamos todo lo que esté en nuestra mano para combatir esta amenaza química.”

“El objetivo es la prevención, y la unidad ChemEx ha sido concebida para facilitar la adopción de contramedidas y mejorar las existentes, puesto que su misión consiste en ayudar a los servicios policiales de todo el mundo a prevenir el uso doloso de materiales químicos y explosivos, a reaccionar en caso de que tal uso se produzca, y a poner a los responsables en manos de la justicia”, concluyó Jeffrey Muller.

La nueva unidad ChemEx forma parte del Programa de INTERPOL de Prevención del Terrorismo con Materiales QBRNE (químicos, biológicos, radiactivos, nucleares o explosivos), y viene a complementar las actuales unidades de Prevención del Bioterrorismo y de Prevención del Terrorismo Radiológico y Nuclear. Su función consistirá en proporcionar apoyo a todos y cada uno de los 190 países miembros de INTERPOL en tres ámbitos fundamentales: el análisis de información policial; los programas de capacitación, entre ellos los cursos para funcionarios encargados de la aplicación de la ley; y el apoyo operativo.

“A través del intercambio de información y de la colaboración, podemos ayudar a la comunidad internacional de las fuerzas del orden a enfrentarse a la amenaza planteada por el terrorismo químico y con explosivos, que sigue cobrándose vidas a diario en todo el mundo”, declaró  Anthony J. Thomas, jefe del programa de INTERPOL sobre materiales QBRNE.

“INTERPOL ha creado la unidad para la Prevención del Terrorismo Químico y con Explosivos con miras a ayudar a todos los países miembros a luchar desde todos los frentes contra esta amenaza. Con ello ha colocado el último pilar de su estructura QBRNE, completando así el programa –ahora completamente operativo– para combatir todos los aspectos de la amenaza QBRNE.”

Entre las organizaciones que aportan a este programa sus conocimientos especializados se encuentran el FBI, la Policía Federal de Australia, Europol, la Organización Mundial de Aduanas, la Unión Europea, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y las Naciones Unidas.