El lunes se celebró en la Secretaría General de INTERPOL una reunión de representantes de las Oficinas Centrales Nacionales de Argentina y de Irán sobre el litigio surgido a raíz de la publicación de una serie de difusiones rojas tras el atentado terrorista cometido en Buenos Aires en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
Argentina había solicitado a INTERPOL la publicación de difusiones rojas sobre el antiguo presidente de Irán y otros siete iraníes en relación con el atentado contra el edificio de la AMIA, que provocó 85 muertos y centenares de heridos.
Irán impugnó la solicitud, que afirma está basada en acusaciones infundadas y no documentadas y tiene motivaciones políticas, alegando que la publicación de las difusiones rojas sería contraria al Estatuto y la normativa de INTERPOL. Por el artículo 3 de su Estatuto, esta organización internacional tiene prohibida toda actividad o intervención de carácter político, militar, religioso o racial.
La reunión se celebró de conformidad con el artículo 24 del Reglamento de INTERPOL sobre el tratamiento de información para la cooperación policial internacional, que permite a las partes en un litigio proporcionar información en apoyo de sus posturas respectivas.
A petición del Secretario General, la Oficina de Asuntos Jurídicos de INTERPOL presentará al Comité Ejecutivo, en su próxima reunión de marzo, un informe sobre las difusiones rojas solicitadas.