LYON (Francia) – En la mayor operación contra las armas de fuego ilícitas coordinada por INTERPOL hasta la fecha, las autoridades de América Central y del Sur practicaron 14 260 detenciones e incautaron unas 8 263 armas de fuego ilícitas, así como 305 000 cartuchos de munición.
Las armas de fuego ilícitas, utilizadas por los delincuentes para cometer asesinatos y robos a mano armada, están también estrechamente relacionadas con la proliferación de muchos otros delitos, para los que se utilizan las mismas rutas de tráfico.
La operación Trigger IX, celebrada del 12 de marzo al 2 de abril, sirvió para poner de manifiesto los vínculos entre las armas de fuego ilícitas y la fabricación y el tráfico de drogas, y se saldó con la incautación de 203 toneladas de cocaína y otras drogas por un valor total aproximado de 5 700 millones de dólares estadounidenses, y de 372 toneladas de sustancias precursoras de drogas.
Las fuerzas del orden de los 195 países miembros de INTERPOL han comunicado incautaciones récord de drogas en el último año y, en muchos casos, un repunte de la violencia relacionada con las drogas, alimentada por el tráfico de armas de fuego ilícitas.
La operación, que registró un nivel sin precedentes de colaboración entre 15 países, también permitió identificar otros delitos, como corrupción, estafas, trata de personas, delitos contra el medio ambiente y actividades terroristas.
Aspectos destacados de la operación
INTERPOL reunió a especialistas en armas de fuego de los países participantes en un centro de operaciones en Foz do Iguaçu, en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, para prestar apoyo a las operaciones fronterizas y garantizar el intercambio y cotejo rápidos de información policial.
Sobre el terreno, las operaciones coordinadas permitieron desmantelar 20 grupos de delincuencia organizada, y detener a miembros del Primeiro Comando da Capital, Mara Salvatrucha y del cártel de los Balcanes, todos ellos implicados en delitos de tráfico de armas de fuego.
En Uruguay, las autoridades se incautaron de 100 000 piezas de munición que dos europeos traficaban a escala internacional, en la que fue la incautación de mayor envergadura del país hasta la fecha.
Las autoridades de Brasil y Paraguay cerraron varios comercios de armas de fuego tras detectar transferencias irregulares y ventas sin licencia.
Además, se lograron los siguientes resultados operativos:
- 11 víctimas fueron rescatadas en Paraguay, cuando las autoridades desmantelaron una red de trata de personas.
En cooperación con Venezuela, la policía de Colombia detuvo a un venezolano objeto de una notificación roja de - INTERPOL por terrorismo y tráfico de armas.
- Una mujer de 32 años fue detenida en la frontera terrestre entre Paraguay y Brasil con ocho pistolas y 16 cargadores vendados al cuerpo.
De cara al futuro, se iniciaron cerca de 30 investigaciones a raíz de actuaciones sobre el terreno, y las autoridades detectaron 15 nuevos modus operandi de fabricación ilícita, tráfico y ocultación de armas de fuego, de los que advirtieron a los países miembros con la publicación de notificaciones moradas de INTERPOL.
Alcance mundial de INTERPOL
“El hecho de que una operación contra las armas de fuego ilícitas se saldara con incautaciones masivas de drogas es una prueba más, si acaso hace falta, de que estos delitos están interconectados”, señaló el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock.
“Los resultados, que llegan semanas después de que nuestra conferencia dedicada a las Américas subrayara la necesidad de un mayor intercambio de información sobre estas actividades delictivas conexas, también demuestran el valor excepcional de INTERPOL a la hora de apoyar los esfuerzos en este ámbito.
Las redes de delincuencia organizada que se esconden detrás de todas estas actividades ilícitas solo tienen una prioridad: obtener beneficios. Nosotros, como organización que apoya la labor de las fuerzas del orden, debemos estar igualmente decididos a desmantelar esas redes en todas las regiones y en todo el mundo”, concluyó el Secretario General.
Valdecy Urquiza, Vicepresidente por las Américas del Comité Ejecutivo de INTERPOL, subrayó el valor de las iniciativas conjuntas, como la operación Trigger IX, para priorizar los esfuerzos nacionales y regionales contra los flujos ilícitos. “Las investigaciones y operaciones basadas en información policial permiten a la policía cooperar a escala internacional y retirar de la circulación las armas de fuego ilícitas para proteger a los ciudadanos”, señaló Valdecy Urquiza.
Durante la operación, los agentes de policía utilizaron herramientas de INTERPOL como el Sistema para la Gestión de los Registros y el Rastreo de Armas Ilícitas (iARMS), la única base mundial de datos de armas de fuego ilícitas, que incluye información sobre armas robadas, extraviadas u objeto de tráfico o de contrabando.
Las autoridades también pudieron acceder de forma inmediata a la Red de INTERPOL de Información sobre Balística (IBIN), lo que permitió a las fuerzas del orden comparar imágenes de huellas balísticas de casquillos y proyectiles para establecer vínculos entre delitos en todo el mundo.
El rastreo de los antecedentes y la titularidad de armas recuperadas aporta pistas clave de investigación. Cada arma de fuego es única y puede identificarse por su número de serie, marca, modelo y calibre, así como también por su “huella” balística. La comparación de las evidencias encontradas en los casquillos y la munición es, por tanto, de crucial importancia para las investigaciones.
Durante la operación, el Programa sobre Armas de Fuego de INTERPOL contó con el apoyo de las oficinas regionales de INTERPOL en Argentina y El Salvador, las Unidades de Drogas y Prófugos y el Centro de Mando y Coordinación.
Más de 100 organismos nacionales encargados de la aplicación de la ley participaron en la operación y, entre ellos, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de los Estados Unidos, que apoyaron a los países participantes.
Los países participantes fueron los siguientes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
La operación Trigger IX se financió con fondos de la Unión Europea y se llevó a cabo en el marco del proyecto Disrupt.
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