INTERPOL publica directrices internacionales para apoyar la respuesta de las fuerzas del orden a la COVID-19

26 de marzo de 2020
El documento pone de relieve los delitos actuales y emergentes, así como ciertos consejos prácticos relativos a las medidas de protección

Lyon (Francia) – INTERPOL ha publicado unas directrices internacionales para mejorar la seguridad y la eficacia de la ayuda brindada por las fuerzas del orden y los equipos de primera intervención en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Las directrices se han elaborado con arreglo a las buenas prácticas internacionales y a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. En ellas, los funcionarios encontrarán pautas sobre cómo protegerse a sí mismos y a sus familias, y un resumen de las distintas tareas que pueden llevar a cabo durante la pandemia, entre las que figuran:

  • controles fronterizos y mantenimiento del orden público,
  • asistencia a las autoridades sanitarias nacionales para la identificación de casos y su origen,
  • comunicación a la población de las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias,
  • garantizar el suministro de equipos médicos o el traslado de pacientes.

La rapidez en la propagación del virus a escala mundial y la incertidumbre que genera su evolución exigen una respuesta global, en la que la participación de los servicios encargados de la aplicación de la ley es esencial para ayudar a contener la enfermedad, conseguir unas comunidades más seguras, y luchar contra aquellos delincuentes que ven el brote de la enfermedad como una oportunidad para intensificar, o diversificar, sus actividades delictivas.

Así pues, las directrices advierten de las nuevas tendencias delictivas asociadas a la pandemia, como por ejemplo la intimidación y las tentativas de contagio deliberado de la enfermedad, las estafas o el phishing, la ciberdelincuencia, y la falsificación.

Las fuerzas policiales se ven involucradas habitualmente en situaciones de peligro para proteger a la población; por ello, los organismos encargados de la aplicación de la ley deben entender estas directrices como un componente de la estrategia de respuesta al brote, de conformidad con las recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales. No sustituyen a las directrices nacionales, sino que las complementan.

Consiguientemente, todas las medidas adoptadas por las autoridades policiales nacionales deben ajustarse a la legislación nacional aplicable y a las obligaciones internacionales.  

El Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock, ha declarado que, en estos momentos tan delicados, están siendo movilizados los organismos encargados de la aplicación de la ley, a todos los niveles.

Y ha afirmado: “Me he puesto en contacto con jefes de policía de todo el mundo y, tanto ellos como sus agentes, están siendo sometidos a una enorme presión por causa de la COVID-19”.

“Así pues, y con el fin de ayudarles con su labor, estas directrices recogen las amenazas delictivas actuales y emergentes asociadas a esta pandemia, así como determinadas pautas sobre cómo protegerse a sí mismos y a las comunidades a las que sirven”.

“Todos tenemos que participar en esta tarea, e INTERPOL seguirá proporcionando toda la ayuda que nuestros 194 países miembros puedan necesitar”, ha añadido el Secretario General.

La red mundial de comunicación protegida I-24/7 de INTERPOL garantiza que la información policial esencial siga llegando adonde se necesite.

Las unidades especializadas de INTERPOL en materia de delincuencia informarán de las últimas tendencias y delitos asociados a la COVID-19, mientras que su Centro de Mando y Coordinación se encargará de responder a las llamadas de asistencia.