El fraude alimentario en tiempos de la COVID-19

22 de julio de 2020
Miles de toneladas de bebidas y alimentos falsificados incautados durante la operación Opson IX

Lyon (Francia) – La última operación Opson, que ha llevado a la detención de 407 personas en todo el mundo y al desmantelamiento de 19 grupos de delincuencia organizada, ha permitido requisar bebidas y alimentos falsificados potencialmente peligrosos por un valor superior a 40 millones de dólares estadounidenses.

Entre los artículos hallados se encontraron productos lácteos contaminados con bacterias, carne de animales sacrificados ilegalmente y productos alimenticios etiquetados fraudulentamente como remedios medicinales.

En Bulgaria, una investigación conjunta de la policía y la Agencia de Seguridad Alimentaria en un almacén ilegal reveló la presencia de queso que dio positivo a la bacteria E. coli. Se incautaron y destruyeron cerca de 3,6 toneladas de productos lácteos peligrosos que estaban destinados a transformarse en queso.

Controles realizados para detectar alcohol ilegal en Esuatini.
Controles realizados para detectar alcohol ilegal en Esuatini.

La operación Opson IX, coordinada por INTERPOL y Europol, ha permitido incautar más de 12 000 toneladas de artículos ilegales y potencialmente peligrosos en comercios y mercados, y con ocasión de controles en el transporte de mercancías. En la operación, que dio comienzo en diciembre de 2019 y que ha concluido en junio de 2020, han participado fuerzas policiales, servicios de aduanas, agencias de seguridad alimentaria y empresas de 77 países.

Durante los controles llevados a cabo en Jordania, las autoridades decomisaron cerca de 2 000 litros de bebidas energéticas y 4 500 litros de refrescos caducados. La operación en el país también se saldó con la incautación de más de 7 toneladas de leche pasada y queso podrido.

Vínculos con la pandemia de COVID-19

Destapando vínculos entre los diferentes tipos de artículos falsificados, las autoridades también descubrieron miles de productos médicos falsificados, entre ellos desinfectantes y cerca de 17 000 kits fraudulentos de detección de COVID-19.

De hecho, la operación puso de relieve cómo la pandemia de COVID-19 ha afectado a las rutas globales de distribución, tanto legales como ilegales. Las incautaciones de productos alimenticios caducados o con fechas de caducidad alteradas fueron significativamente superiores a las realizadas en operaciones Opson anteriores, lo que posiblemente sea una señal de que los delincuentes están aprovechando las alteraciones en las cadenas de suministro alimentario provocadas por los confinamientos nacionales.

En Sudáfrica se descubrieron bebidas, marisco y condimentos ilegales.
En Sudáfrica se descubrieron bebidas, marisco y condimentos ilegales.

“Mientras que los países de todo el mundo continúan sus esfuerzos por contener la pandemia de COVID 19, las redes delictivas que distribuyen estos productos potencialmente peligrosos no muestran más que su determinación por enriquecerse”, afirmó Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.

“La cantidad y la variedad de bebidas y productos alimenticios incautados durante esta operación sirven de recordatorio para que el público preste atención a lo que compra, y para que los organismos encargados de la aplicación de la ley se mantengan constantemente alerta y actúen en consecuencia”, añadió el jefe de INTERPOL.

También se revelaron otros fraudes relacionados con la pandemia, como un envío de marisco procedente de Asia decomisado en Sudáfrica que había sido fraudulentamente declarado como equipo de protección individual.

Alcohol adulterado y carne ilegal

Al igual que en operaciones anteriores, el alcohol falsificado y adulterado sigue siendo uno de los problemas más extendidos a escala mundial. Se han retirado de la circulación bebidas alcohólicas ilícitas por valor de más de 20 millones de dólares estadounidenses, incluidos 5 000 litros de vodka, introducidos de contrabando en Noruega en un remolque.

Como señala Catherine De Bolle, Directora Ejecutiva de Europol: “En tiempos de crisis, los delincuentes buscan siempre nuevas formas de burlar a los consumidores y de aumentar sus beneficios ilegales en perjuicio de la seguridad ciudadana. Los productos alimenticios falsificados y no conformes con las normas no solo engañan a los consumidores, sino que también pueden suponer una grave amenaza para su salud. Nuestra operación Opson anual ha demostrado en su noveno año que la cooperación entre los organismos encargados de la aplicación de la ley, las autoridades reguladoras y el sector privado es crucial para proteger tanto a los consumidores como a las empresas frente a los productos nocivos que los delincuentes tratan de poner en nuestros platos”.

Las mayores incautaciones efectuadas durante la operación Opson de este año han sido las de productos animales, que han sumado más de 5 000 toneladas. Se ha detectado una nueva tendencia en Europa, relativa a la falsificación de “pasaportes” equinos: en uno de los casos, se pretendía transportar caballos a Italia usando documentos falsos que afirmaban que los animales iban a participar en competiciones deportivas, cuando en realidad estaban destinados a un matadero.

Además de las bebidas y alimentos falsificados, se han requisado otras mercancías ilegales, tales como productos cosméticos, calzado, ropa, bolsos, piezas de automóviles, productos electrónicos, tabaco y medicamentos, todos ellos por un valor estimado de 3,1 millones de dólares estadounidenses.