“Una desmesurada incautación de drogas pone de manifiesto el peligro de la delincuencia organizada transnacional”, afirma el jefe de INTERPOL

24 de marzo de 2017

LYON (Francia) – La incautación de más de 55 toneladas de drogas en una operación internacional llevada a cabo del 6 al 15 de marzo en todo el territorio de Latinoamérica y África Occidental ha puesto de relieve la “escala masiva” de las actividades de los grupos delictivos organizados transnacionales, según declaró Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.

La operación LIONFISH III, en la que participaron 5 000 agentes de las fuerzas del orden procedentes de 13 países. Las 357 detenciones practicadas y el grueso de las incautaciones se debieron a actuaciones policiales de los países participantes basadas en inteligencia.

“Esta operación destaca la inmensa magnitud de las actividades que realizan los grupos de delincuencia organizada en Latinoamérica y África Occidental para enviar drogas a Europa”, afirmó el jefe de INTERPOL.

Los recursos de las fuerzas del orden son objeto de exigencias crecientes, lo que es un claro recordatorio del amplio espectro de los peligros que acechan a las sociedades de todo el planeta y que provienen no solo del terrorismo, sino también de las redes de delincuencia organizada transnacional.

“La voluntad de los países participantes de trabajar en coordinación a través de la red mundial de INTERPOL para desbaratar las rutas del tráfico de drogas y los grupos delictivos ha sido esencial para el éxito de la operación”, añadió Jürgen Stock.

En la operación se decomisaron 52 toneladas de cocaína, cannabis y heroína. Se estima que el valor del alijo de 25 toneladas de cocaína incautado ascendía por sí solo a unos 950 millones de dólares estadounidenses.

La operación puso asimismo de relieve el modo en que los precursores químicos son desviados de su uso legítimo para ser empleados ilícitamente, como ilustran los 20 laboratorios clandestinos desmantelados y las
3 toneladas de precursores incautadas.

“La Policía Federal de Brasil desempeñó con satisfacción un papel clave en la operación LIONFISH, al acoger en sus dependencias a la unidad encargada de su coordinación. Las capacidades policiales de INTERPOL y su red mundial contribuyeron a reforzar la capacidad de los países participantes para cooperar entre sí y aprehender grandes cantidades de drogas, así como para detener a responsables de alto nivel”, señaló Rogerio Galloro, Director Ejecutivo de la Policía Federal de Brasil.

La operación estuvo organizada conjuntamente por la Secretaría General de INTERPOL, desde su sede en Lyon, con el apoyo de las Oficinas Regionales que esta organización policial tiene en Buenos Aires y Abiyán. La unidad de Redes Criminales de INTERPOL facilitó en tiempo real el intercambio de información y su cotejo con la que figura en las bases de datos mundiales de INTERPOL.

“La operación LIONFISH III demuestra el papel intrínseco de las Oficinas Regionales de INTERPOL, que ayudan a los países miembros a luchar contra la delincuencia organizada y el tráfico de drogas, actividades estas que afectan a regiones enteras”, indicó Kedji Abbe, jefe de la Oficina Regional de INTERPOL en Abiyán.

La operación se llevó a cabo en el marco del proyecto CRIMJUST de INTERPOL, gestionado conjuntamente con la ONUDD y Transparency International y financiado por la Unión Europea.

Este proyecto tiene por finalidad intensificar la cooperación para la investigación policial y judicial de las rutas de la cocaína de Latinoamérica, el Caribe y África Occidental, fomentando para ello la coordinación interregional de las fuerzas del orden y el intercambio de información.

La operación, que utilizó los recursos del proyecto FORTALEZA de INTERPOL destinado a ayudar a los países latinoamericanos a combatir las organizaciones delictivas, contó con la participación de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Cabo Verde, Chile, Colombia, Ecuador, Ghana, Guinea Bissau, Nigeria, Panamá, Perú y República Dominicana.