Sospechosos de pesca ilegal capturados en una operación española

18 de marzo de 2016

RIBEIRA (España) – Una investigación de las autoridades españolas sobre una red de empresas y personas vinculadas a una flota de pesqueros ilegales que faenaba en el Antártico ha culminado con la detención de seis personas y la apertura de investigaciones sobre otras trece.

Se acusa al grupo de armadores de diversas actividades delictivas: delitos contra el medio ambiente, blanqueo de capitales, falsedad documental y delincuencia organizada, cometidos todos por medio de tres buques, el Kunlun, el Songhua y el Yongding, y que se calcula generaban unos beneficios ilícitos de unos 10 millones de euros al año.

En enero de 2015 los tres barcos fueron avistados cuando estaban recogiendo unas redes de enmalle cargadas de merluza negra, también denominada bacalao austral, en un área regulada por la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), que prohíbe tales métodos de pesca.

A petición de Nueva Zelanda, INTERPOL publicó sendas notificaciones moradas sobre los tres buques, a fin de recopilar más información sobre las personas y los grupos responsables de sus actividades ilícitas.

En marzo de 2015 la Unidad Central Operativa Medioambiental (UCOMA) del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil española lanzó una operación sin precedentes, dirigida contra los grupos responsables de la pesca ilegal.

Con la coordinación de la unidad de Seguridad Medioambiental de INTERPOL, unos 15 países de todo el mundo también iniciaron investigaciones, realizaron operaciones o aportaron información sobre las actividades pesqueras ilícitas que llevaban a cabo los tres buques citados, y sobre su red operativa.

En febrero de este año se envió a Senegal a un equipo de INTERPOL de apoyo a investigaciones, en el que figuraban varios funcionarios de la Guardia Civil, a fin de efectuar un registro del Kunlun, lo que permitió a los agentes determinar la existencia de vínculos directos entre el pesquero, la empresa fantasma registrada como su propietaria y ciertas personas residentes en España.

Seguidamente, el equipo también logró seguir la pista de 180 toneladas de pescado capturado ilegalmente que habían sido transportadas a Vietnam, vía Singapur, y, en colaboración con los tres países interesados, coordinar la recogida de muestras de ADN y el traslado de las pruebas a España.

“Esta compleja investigación, de un año de duración, precisó el apoyo y la aportación de datos de una larga serie de organismos de diversa índole, a escala tanto nacional como internacional, para conseguir desentrañar la trama de esta extensa red delictiva”, declaró General de Brigada Vicente Pérez Pérez, jefe del SEPRONA.

Y añadió: “El papel de INTERPOL de coordinadora del intercambio de datos e inteligencia a escala mundial fue crucial para el éxito de la operación”.

Tras las detenciones practicadas en España a principios de este mes, la unidad de Seguridad Medioambiental de INTERPOL y el Laboratorio Forense Digital que se encuentra en el Complejo Mundial de INTERPOL para la Innovación también contribuyeron a las actividades de recopilación de pruebas, extrayendo y analizando datos de los dispositivos electrónicos decomisados.

“Esta fructífera operación dirigida por España, en la que participaron numerosos países con el apoyo de INTERPOL, muestra claramente los logros que permite alcanzar la cooperación internacional, y es de esperar que sirva de base para otras investigaciones en el futuro”, señaló David Higgins, jefe de la unidad de INTERPOL de Seguridad Medioambiental.

“Asimismo, envía un claro mensaje: que la comunidad mundial de las fuerzas del orden no dudará en tomar medidas contra los autores de delitos contra el medio ambiente incluso, y especialmente, cuando se cometan en el otro extremo del mundo”, agregó Higgins.

Los tres pesqueros, que se dedicaban a actividades de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, habían cambiado de nombre y pabellón y modificado otros elementos de identificación en numerosas ocasiones para no ser detectados.

Uno de ellos, el Songhua, había sido incluido en la lista de la CCRVMA sobre barcos que practican la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (lista de barcos INDNR-PNC), a raíz de una investigación realizada en 2008, y había utilizado al menos ocho nombres y seis pabellones distintos. Por su parte, el Yongding había usado como mínimo once nombres y nueve pabellones diferentes desde 2001, y el Kunlun fue visto desde 2006 con al menos diez nombres y cinco pabellones distintos.