GINEBRA (Suiza) – Un grupo de trabajo interinstitucional mundial ha publicado unas directrices sobre terminología en relación con la protección de los niños frente a la explotación sexual y los abusos sexuales, lo que supone un paso importante hacia la mejora de la colaboración para el tratamiento de estos delitos.
Las directrices sobre terminología, también conocidas como Directrices de Luxemburgo, ofrecen orientación sobre cómo utilizar los complejos términos usados habitualmente para tratar la explotación y el abuso sexual de niños.
Estas directrices contienen recomendaciones precisas sobre la terminología que debe emplearse para referirse a la pornografía infantil, el turismo sexual relacionado con niños y la prostitución infantil.
INTERPOL acoge con satisfacción la elaboración de una terminología armonizada e internacionalmente aceptada en este campo, particularmente por lo que respecta al trabajo de las fuerzas del orden, lo que incluye la identificación de víctimas.
La Unidad de Grupos Vulnerables de la organización policial mundial siempre ha apoyado el uso de una terminología apropiada para evitar la trivialización de los abusos sexuales y la explotación de los niños.
Para asegurarse de que todas las policías “hablan el mismo idioma” cuando se trata de la explotación sexual de niños, la Organización considerará estas directrices como buenas prácticas y recomendará su uso a las fuerzas del orden de sus 190 países miembros.
Las directrices se han puesto a disposición de los principales organismos y organizaciones de todo el mundo dedicados a la protección de los niños, así como de los legisladores y los medios de comunicación. A través de ellas se pretende lograr un consenso respecto a conceptos clave, a fin de poder mejorar la recopilación de datos procedentes de gran diversidad de organismos, sectores y países, y de reforzar la cooperación entre ellos.
Estas directrices están disponibles en el enlace www.LuxembourgGuidelines.org y posteriormente se publicarán en francés y en español.