Detención de traficantes de pangolines en una operación de INTERPOL desarrollada en Asia

29 de agosto de 2012

Varios países del Sudeste Asiático han participado en la mayor operación conjunta hasta la fecha en el ámbito de la lucha contra la caza furtiva y el tráfico de pangolines. La operación, bautizada con el nombre de LIBRA y coordinada por el Programa de INTERPOL sobre Delitos contra el Medio Ambiente, tuvo lugar en los meses de junio y julio en Indonesia, Laos, Malasia, Tailandia y Vietnam y constó de investigaciones y acciones represivas.

La operación condujo a la detención de más de 40 personas. Actualmente se siguen investigando unos 200 casos más en toda la región.

Existen poblaciones de pangolines en la mayor parte de Asia y África. Estos mamíferos nocturnos se alimentan de termitas y otros insectos, que localizan gracias a su poderoso olfato. A lo largo del día, para protegerse, se enrollan hasta formar una bola, quedando resguardados por las grandes escamas que cubren su cuerpo.

Miles de pangolines son víctimas de la caza furtiva y el tráfico, debido a la fuerte demanda de que son objeto sus escamas, que se utilizan en la medicina tradicional, y su carne, que se considera un manjar exquisito. Debido a su carácter solitario, es difícil evaluar las repercusiones del tráfico ilícito en los pangolines y en sus hábitats, pero se cree que algunos bosques del Sudeste Asiático se han quedado prácticamente desprovistos de esta especie.

Durante la operación LIBRA, a la que también contribuyeron la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y la red de la ASEAN encargada de la aplicación de la ley en materia de protección de la flora y la fauna silvestres, las fuerzas del orden efectuaron redadas en restaurantes y otros locales de toda la región. De este modo, se recuperaron unos 1.220 pangolines, casi la mitad de los cuales estaban aún vivos. Además de los pangolines, también se decomisaron aves, serpientes y ocho cachorros de tigre.

En uno de los casos, gracias a una estrecha cooperación internacional, las autoridades indonesias descubrieron un cargamento de pangolines congelados destinado a Vietnam. Para seguir el rastro del cargamento hasta Hai Phong (Vietnam), donde fue interceptado por funcionarios de aduanas, se recurrió al sistema de comunicación protegida de INTERPOL (I-24/7) y a la ayuda adicional prestada por la OMA. El cargamento constaba de 260 cajas de cartón, en las que se encontraban los pangolines congelados, con un peso total de 5 toneladas. Ambos países están colaborando para identificar a los autores del delito.

David Higgins, Jefe del Programa de INTERPOL sobre Delitos contra el Medio Ambiente, declaró lo siguiente: “La operación LIBRA es un excelente ejemplo de los resultados que se pueden alcanzar, gracias a la cooperación internacional, en el ámbito de la lucha contra el tráfico de uno de los animales más vulnerables del mundo. Pero, a menos que aprovechemos la dinámica iniciada por esta operación e identifiquemos y juzguemos a quienes controlan este negocio, es muy probable que asistamos a la extinción de los pangolines en muchas regiones”.

Las ocho especies de pangolín existentes están protegidas por las legislaciones nacionales, y también están contempladas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Pese a ello, cada año se decomisan miles de individuos de esta especie. Aunque algunos de los ejemplares rescatados se encuentran vivos, sus posibilidades de supervivencia son escasas, debido a las duras condiciones de transporte y a su liberación en entornos inadecuados.