DOHA (Qatar) – Altos representantes de organismos de todo el mundo reunidos en la 79a Asamblea General de INTERPOL respaldaron unánimemente una resolución por la que se anima a realizar más esfuerzos policiales a escala mundial para combatir los delitos ecológicos a través del Programa de INTERPOL sobre Delitos contra el Medio Ambiente.
En la resolución se hace un llamamiento a las autoridades nacionales encargadas de la aplicación de la ley de los 188 países miembros de esta organización policial, para que reconozcan que la delincuencia contra el medio ambiente no tiene fronteras y que está relacionada con las redes de delincuencia organizada, a su vez implicadas también en otro tipo de delitos como el asesinato, la corrupción, la estafa o el robo. Asimismo, se constata la necesidad imperiosa de tomar medidas a escala mundial y que INTERPOL debería liderar el apoyo a las actuaciones nacionales e internacionales de las fuerzas del orden contra la delincuencia de esta índole, lo que abarca actividades tales como el tráfico ilícito de ejemplares de fauna y flora silvestres, madera y especies marinas, el transporte transfronterizo de desechos peligrosos y la explotación ilegal de los recursos naturales.
John Scanlon, Secretario General de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), refiriéndose a la resolución, afirmó ante los 650 delegados de 141 países que habían acudido a la reunión de la Asamblea General de INTERPOL: “No se puede proteger a las especies de fauna y flora silvestres del mundo sin ustedes, sin la policía. Esta resolución es un mensaje muy claro para todos aquellos que pretenden despojar a los países de sus recursos naturales: los organismos encargados de la aplicación de la ley de todo el mundo reconocen que deben colaborar entre sí, bajo la dirección de INTERPOL, para poner en manos de la justicia a los autores de delitos contra el medio ambiente”.
David Higgins, Jefe del Programa de INTERPOL sobre Delitos contra el Medio Ambiente, presentó la decisión ante la Asamblea General. Al calificar estos delitos de “robo mundial” declaró: “La votación de hoy muestra claramente hasta qué punto la comunidad policial de todo el mundo se toma en serio los delitos contra el medio ambiente, y esperamos seguir recibiendo el apoyo constante de los países miembros en este terreno. Seguiremos colaborando estrechamente con la CITES y con otras organizaciones internacionales a fin de ayudar a proteger el medio ambiente y la biodiversidad del planeta”.
El citado programa tiene por objeto prestar ayuda y apoyo para la aplicación eficaz de leyes y tratados en la materia, tanto a escala nacional como internacional, y lo hace a través de la colaboración con los 188 países miembros de INTERPOL y su Comité sobre Delitos contra el Medio Ambiente.
INTERPOL llevó a cabo en septiembre y octubre la operación mundial RAMP, dirigida contra el tráfico y la tenencia ilícitas de reptiles y anfibios, que dio excelentes resultados y puso de relieve la eficacia de la comunidad encargada de la aplicación de la ley y su disposición a colaborar para combatir los delitos contra el medio ambiente.