El Comité Ejecutivo ratifica unánimemente el informe de INTERPOL sobre los ordenadores decomisados a las FARC y subraya su amplio historial de imparcialidad

25 de junio de 2008

LYON (Francia) - La singular capacidad de INTERPOL para proporcionar una ayuda independiente y especializada en materia de aplicación de la ley en el marco de investigaciones internacionales está adquiriendo un creciente reconocimiento y es cada vez más solicitada por las Naciones Unidas, otros organismos internacionales y nuestros países miembros de todo el mundo.

En 2005 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó unánimemente una resolución en la que por primera vez se mencionaba específicamente una serie de ámbitos en los que INTERPOL podría desempeñar una función esencial en el esfuerzo mundial de lucha contra el terrorismo. Los tribunales penales internacionales de la ONU han pedido ayuda a INTERPOL para localizar y detener a prófugos buscados por crímenes de guerra y contra la humanidad. Asimismo, varios especialistas de INTERPOL han sido reclutados para ayudar a las comisiones independientes creadas por la ONU a investigar el asesinato del ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri y el presunto caso de corrupción relacionado con el programa de la ONU “Petróleo por alimentos”.

Los Ministros de Justicia e Interior del G8, en su reunión celebrada en Tokio (Japón) del 11 al 13 de junio de 2008, destacaron la mejora de la capacidad de INTERPOL para proporcionar a sus países miembros los instrumentos necesarios para combatir los delitos transnacionales graves en el siglo XXI. Rusia, en particular, habló en favor de muchas de las medidas positivas adoptadas bajo el liderazgo del Secretario General, Ronald K. Noble, que han beneficiado a todos los países miembros de la Organización. De igual modo, por su participación en los preparativos relacionados con la seguridad de los Juegos Olímpicos, China se ha referido de manera reiterada al importante papel que INTERPOL ha desempeñado y va a seguir desempeñando mediante la ayuda que le presta a fin de que los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 se desarrollen con plena seguridad.

Recientemente INTERPOL ha mantenido su independencia en varias ocasiones, adoptando decisiones o proporcionando conocimientos técnicos en asuntos que se prestaban a la crítica política partidista. Cuando insistió en que todos los países miembros, incluidos aquéllos que eran objeto de sanciones impuestas por la ONU o por otras instancias, como Cuba, Irán, Libia y Siria, debían estar equipados con el mismo sistema avanzado de comunicación policial protegida, algunos países la criticaron. Cuando cumplió la decisión adoptada democráticamente por sus países miembros europeos de celebrar la Conferencia Regional en Belarrús, lo hizo a pesar del boicot impuesto a esa reunión por las fuerzas policiales de los países miembros de la Unión Europea y de las duras críticas provenientes de los Estados Unidos. INTERPOL y sus países miembros respaldaron el deseo de Israel de pasar de la región asiática a la europea debido a los vínculos más estrechos en materia policial que mantenía con esta última.

Como miembros del Comité Ejecutivo de INTERPOL, elegidos para representar a las cuatro regiones operativas de la Organización y a sus 186 países miembros, reconocemos que periódicamente surgen problemas que dividen a estos países. También reconocemos que no puede ni debe permitirse que tales divisiones empañen la integridad, la imparcialidad o la transparencia de la ayuda que INTERPOL presta a sus países miembros.

Lamentablemente, se plantea hoy una polémica entre algunos de nuestros países miembros de América del Sur en relación con los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisados por Colombia el 1 de marzo de 2008, así como con el análisis informático forense y el exhaustivo informe realizados a continuación por INTERPOL. El informe de INTERPOL concluyó que no se había producido ninguna alteración o manipulación de ninguno de los datos contenidos en los archivos de usuario de dichas pruebas instrumentales informáticas tras su decomiso por las autoridades colombianas.

En nuestra función de supervisión de las actividades de la Secretaría General de INTERPOL, hemos tenido ocasión de examinar el Informe forense de INTERPOL sobre los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisados por Colombia, y hemos recibido información detallada sobre el trabajo realizado por INTERPOL con miras a la publicación de este informe. Basándonos en un examen pormenorizado de todos los datos pertinentes, respaldamos íntegramente el informe de INTERPOL y todas sus conclusiones.

El trabajo realizado por INTERPOL en relación con este asunto ha sido totalmente coherente con su Estatuto y su normativa. Las consideraciones políticas no han influido en modo alguno en la conclusión a la que ha llegado INTERPOL de que las ocho pruebas instrumentales decomisadas por Colombia provenían de un campamento de las FARC y habían pertenecido a Raúl Reyes, y de que los archivos de usuario contenidos en ellas no fueron alterados, modificados ni manipulados por las autoridades colombianas.

Damos las gracias a la Organización de Estados Americanos por su cooperación, a su Secretario General, José Miguel Insulza, por haber respaldado las conclusiones de INTERPOL en su integridad, y a Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, por sus comentarios, al calificar el informe de INTERPOL de “buena noticia”.

Asimismo, felicitamos al Secretario General y al personal de la Secretaría General de INTERPOL, así como a los especialistas en investigación informática forense independientes que realizaron el examen, por el rigor y la imparcialidad de su trabajo. Consideramos muy desafortunadas las críticas y los ataques personales dirigidos contra INTERPOL por altos cargos de las administraciones de Ecuador y Venezuela.