La operación 30 Days at Sea 3.0 permite revelar 1 600 delitos de contaminación marina en todo el mundo

LYON (Francia) – A raíz de una operación mundial dirigida por INTERPOL, se ha hallado e investigado a miles de sospechosos, empresas y redes delictivas dedicados a la contaminación marítima.

La operación, denominada 30 Days at Sea (30 días en el mar) 3.0 y llevada a cabo del 1 al 31 de marzo, supuso la actuación simultánea de 300 organismos de 67 países, lo que dio lugar a la cifra sin precedentes de 34 000 inspecciones en el mar y en las vías navegables interiores, en las zonas costeras y en los puertos, para detectar infracciones relacionadas con la contaminación marina.

La actuación de los agentes de primera línea se llevó a cabo tras cinco meses de recogida y análisis de información, lo que permitió identificar puntos críticos de actividad y a sospechosos concretos que estaban detrás de la contaminación criminal y deliberada de las vías navegables en todo el mundo.

Entre los resultados preliminares de la fase táctica de la operación figura la detección de 1 600 delitos de contaminación marina, que a menudo dio lugar a multas e investigaciones de seguimiento en todos los continentes. Concretamente, se descubrieron:

• casi 500 actos ilegales de contaminación cometidos en el mar, incluidas descargas de hidrocarburos, desguaces ilegales de buques y emisiones de azufre de embarcaciones;
• 1 000 delitos de contaminación en zonas costeras y ríos, incluidos los vertidos ilegales de aguas residuales, mercurio, plásticos y otras sustancias contaminantes, conducentes a una grave contaminación del agua que desemboca en los océanos;
• 130 casos de tráfico de residuos a través de los puertos.

Gracias a la amplia gama de bases de datos y capacidades analíticas de INTERPOL, los países pudieron relacionar los delitos de contaminación con otros delitos graves como el fraude, la corrupción, la evasión fiscal, el blanqueo de capitales, la piratería y la pesca ilegal.

Unos funcionarios de la Guardia Costera italiana inspeccionan residuos destinados a buques graneleros.

Los agentes portuarios y de protección del medio ambiente aúnan esfuerzos en Kuwait.

Se descubre un cargamento ilegal de residuos metálicos en Croacia.

Envío ilegal de chatarra metálica peligrosa desde Europa a Namibia.

Las autoridades de Malta investigan un barco abandonado.

Las autoridades indonesias detectaron 65 vertidos de hidrocarburos.

El servicio de Guardacostas de Estados Unidos utilizó drones en sus labores de vigilancia.

Las autoridades de Ecuador inspeccionan el efluente de una planta de tratamiento de aguas.

Inspecciones a bordo de una embarcación en Bolivia.

Inspección del transporte de residuos en Letonia.

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Los delincuentes aprovechan las ocasiones brindadas por la disminución de la vigilancia

Con la reasignación de muchos recursos de aplicación de la ley para hacer frente a la pandemia, los delincuentes se han apresurado a explotar las crecientes vulnerabilidades de la seguridad medioambiental y el menor riesgo de detección al que ahora se exponen.

Las autoridades de Indonesia detectaron 65 vertidos de hidrocarburos y detuvieron a dos buques que intentaron eludir la detección desactivando los sistemas de geolocalización y ocultando sus pabellones nacionales.

Se descubrió una importante red delictiva que traficaba con residuos plásticos entre Europa y Asia, lo que desencadenó la cooperación entre las autoridades de ambas regiones. Hasta ahora se ha detenido a 22 sospechosos y se ha evitado que miles de toneladas de residuos sean enviadas ilegalmente a Asia, donde probablemente se habrían vertido, contaminando los suelos y generando una considerable basura marina.

Varios países de Europa, Asia y África denunciaron envíos ilegales de residuos metálicos contaminados o mezclados, declarados falsamente como chatarra. En un caso, los guardacostas italianos se incautaron de 11 000 toneladas de chatarra metálica mezclada con plástico, caucho, aceite mineral y otros contaminantes e impidieron su carga en graneleros con destino a Turquía. Namibia, Filipinas y Croacia también informaron de cargamentos ilegales de residuos procedentes de Europa.

Entre las tendencias crecientes se encuentran artículos desechables relacionados con la COVID-19, tales como mascarillas y guantes, y de ahí que, como resultado de la operación, se hayan abierto 13 investigaciones en relación con residuos médicos.

Con el valor del oro en alza, los organismos de África, Centroamérica y Sudamérica trabajaron en el rastreo de actividades de minería ilegal, que a menudo provocan una contaminación devastadora debido a los vertidos de mercurio.

El Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock, declaró: "La amenaza de los delitos de contaminación evoluciona constantemente, poniendo en peligro el aire que respiramos, nuestra agua y nuestra tierra. Aunque esta es la tercera edición de la operación 30 Days at Sea, el ejercicio nunca es el mismo”.

"Gracias a una red a la vez mundial y ágil, hemos observado cómo el número de inspecciones se ha duplicado con creces desde la primera edición, lo que deja patente que la comunidad internacional no tolerará los ataques de la delincuencia contra nuestro medio ambiente."

INTERPOL prestará asistencia a los países miembros en sus operaciones de seguimiento y en su análisis de información con el apoyo de su Grupo de Trabajo sobre Delitos de Contaminación.

Aunar esfuerzos para lograr una mayor repercusión

Mientras el Programa de INTERPOL sobre Seguridad Medioambiental coordinaba la operación a escala mundial, Europol y FRONTEX (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) prestaron un apoyo fundamental al coordinar la parte europea de esta edición de la operación, en el marco del plan de acción de la EMPACT (plataforma multidisciplinar europea contra las amenazas delictivas) sobre delitos contra el medio ambiente.

La Directora Ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, afirmó lo siguiente: “La contaminación marina constituye una grave amenaza, que pone en peligro no solo el medio ambiente, sino también nuestra salud y, a largo plazo, la economía mundial. A los delincuentes no les importa el medio ambiente, ya que no piensan en el futuro, sino solo en aumentar sus beneficios a expensas de la sociedad. Los esfuerzos conjuntos de las fuerzas del orden, como en el caso de la operación 30 Days at Sea, son fundamentales para atajar estos delitos que trascienden fronteras y proteger nuestro patrimonio medioambiental para las generaciones futuras”.

“Los delitos contra el medio ambiente son una de las actividades delictivas a las que se enfrenta Frontex en el marco de su misión como Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas. Es nuestra aportación para proteger el medio ambiente. Me enorgullece que, dentro de la operación 30 Days at Sea, los dispositivos aéreos y marítimos de Frontex hayan servido para inspeccionar cerca de 1 000 buques”, declaró el Director Ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri.

Las tres ediciones de la operación 30 Days at Sea se han llevado a cabo con financiación de la agencia noruega de ayuda al desarrollo (Norad).

Países participantes

Países participantes: Alemania, Angola, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Bangladesh, Benín, Bolivia,
Bosnia-Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Camerún, Canadá, Chile, China, Chipre, Côte d'Ivoire, Croacia, Ecuador, España, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Finlandia, Fiyi, Francia, Georgia, Ghana, Grecia, Guatemala,
Guinea-Bissau, Honduras, India, Indonesia, Irlanda, Israel, Italia, Kenia, Kuwait, Letonia, Liberia, Malasia, Maldivas, Malta, Namibia, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Perú, Polonia, Portugal, Qatar, Reino Unido, República de Corea, República Democrática del Congo, Rumania, Rusia, Senegal, Sudáfrica, Suecia, Tailandia, Tanzania, Timor-Leste, Ucrania, Uruguay, Vietnam y Zimbabue.