LYON (Francia) - La delincuencia relacionada con vehículos es un negocio mundial que mueve miles de millones de dólares y alimenta la delincuencia organizada, pero una nueva alianza entre INTERPOL y el Gobierno de Canadá pretende poner freno a este tráfico ilícito.
A menudo los vehículos robados son trasladados de un continente a otro, y en ocasiones acaban a miles de kilómetros del lugar en el que fueron robados, por lo que es fundamental adoptar un enfoque internacional coordinado. Para los grupos de delincuencia organizada, el comercio de vehículos y piezas robadas puede ser una forma de financiar otras actividades delictivas sin correr grandes riesgos. El mercado ilícito de piezas de recambio puede llegar a poner vidas en peligro, ya que es probable que esas piezas no cumplan las normas mínimas de seguridad.
El proyecto Drive Out, dotado con un presupuesto de 2,4 millones de euros, mejorará el intercambio de información entre los Estados miembros de INTERPOL, los organismos encargados de la aplicación de la ley y los socios del sector privado. Su objetivo es aumentar la detección de vehículos y piezas de recambio robados en todo el mundo.
El proyecto, de tres años de duración, también está llamado a reforzar el análisis de datos mediante la ampliación y el desarrollo de las herramientas de INTERPOL que facilitan el intercambio de datos entre los fabricantes de automóviles y la policía. Asimismo, permitirá a INTERPOL prestar apoyo a los países participantes con operaciones sobre el terreno y reforzar la formación en materia de identificación y tácticas de investigación.
Dominic LeBlanc, ministro de Seguridad Pública, Instituciones Democráticas y Asuntos Intergubernamentales de Canadá, declaró:
“El robo de automóviles es un delito que no conoce fronteras. Por ello, la colaboración permanente entre los organismos nacionales e internacionales encargados de la aplicación de la ley, como INTERPOL, es fundamental para recuperar los bienes robados a los canadienses y desarticular los grupos implicados de delincuencia organizada”.
Valdecy Urquiza, secretario general de INTERPOL, afirmó:
“La delincuencia relacionada con vehículos no consiste únicamente en el robo de automóviles, sino en algo mucho más complejo y peligroso. Se trata del crimen organizado que utiliza esos vehículos y piezas robados como moneda de cambio para alimentar una red de actividades ilícitas, que abarcan desde el tráfico de drogas y armas, pasando por la trata de personas, hasta atentados terroristas”.
“Esta colaboración con el Gobierno de Canadá representa un paso adelante que permite a las fuerzas del orden de todo el mundo atacar el núcleo de una delincuencia que va mucho más allá de un simple robo. Juntos estamos construyendo un mundo más seguro”.
La base de datos de INTERPOL sobre vehículos robados, que es la herramienta policial principal para combatir la delincuencia relacionada con vehículos, se perfeccionará en el marco del proyecto Drive Out. Actualmente contiene más de 12 millones de registros, lo que permite a la policía de los países miembros de INTERPOL comprobar la información de un vehículo sospechoso y averiguar al instante si ha sido denunciado como robado. En 2023, aproximadamente 226 000 vehículos de todo el mundo fueron identificados como robados a través de la base de datos, y en lo que va de 2024 esta se ha consultado más de 356 millones de veces.
En los últimos años, Canadá se ha convertido en uno de los principales puntos de origen de vehículos robados, debido en parte a la abundancia en el país de modelos de alta gama muy demandados, como todoterrenos y crossovers. Estos vehículos a menudo se introducen de contrabando con destino a Próximo Oriente y África Occidental, donde posteriormente se venden o se trafica con ellos. Entre febrero y octubre de 2024, la Real Policía Montada de Canadá recibió 2 666 alertas sobre vehículos canadienses y 491 solicitudes de colaboración internacional a través de la base de datos de INTERPOL sobre vehículos robados.