Estafas con vacunas por Internet: INTERPOL y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos publican una alerta

Lyon (Francia) – INTERPOL y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos han aunado sus fuerzas para disuadir a la ciudadanía de comprar en línea supuestas vacunas y tratamientos contra la COVID-19.

Los grupos delictivos se están dedicando a fabricar, distribuir y vender vacunas falsas, lo que encierra unos riesgos evidentes para las personas, como por ejemplo comprar un producto que no solo no protege contra la COVID-19, sino que además supone un peligro grave para la salud en caso de ingesta o inyección. Estos productos no han sido sometidos a ensayos o a controles de seguridad, ni están regulados.

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Las verdaderas vacunas no se comercializan: los organismos nacionales reguladores en materia de sanidad son los únicos encargados de su administración y distribución.

Las personas que adquieren estos productos en Internet corren asimismo el riesgo de transferir su dinero a la delincuencia organizada.

Oleada de delitos

“Desde que comenzó la pandemia, los delincuentes se han aprovechado del miedo de las personas para obtener dinero rápido. La última de esta serie de estafas es la relacionada con las vacunas falsas, y ese es el motivo por el que INTERPOL y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos están advirtiendo a las personas para que se muestren extremadamente cautas”, declaró el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock.

“Las redes responsables de este tipo de delitos tienen ambiciones mundiales. No hay país o región que pueda combatirlo en solitario. INTERPOL está ayudando a las fuerzas del orden de todo el mundo a identificar las redes delictivas y a desmantelarlas”, añadió el Jefe de INTERPOL.

Tras la alerta mundial publicada por INTERPOL a finales de 2020, la organización policial mundial anunció recientemente las primeras detenciones e incautaciones, vinculadas entre sí a escala internacional, en relación con vacunas falsas, a raíz del desmantelamiento de unas redes delictivas en China y Sudáfrica.

INTERPOL también ha continuado recibiendo información sobre tentativas de distribución de vacunas falsas e intentos de estafa en relación con estas, dirigidos contra organismos sanitarios, como las residencias de ancianos.

“Las vacunas falsificadas son una amenaza para la salud de aquellos consumidores que son engañados por malhechores dispuestos a aprovechar la situación creada por la pandemia para lucrarse. La Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos y sus colaboradores de las fuerzas del orden pondrán toda su energía en investigar a los delincuentes que se aprovechan de la fuerte demanda de vacunas contra la COVID-19 entre la población, y a aquellos que ponen en peligro la vida de las personas a las que las vacunas tratan precisamente de proteger, y los llevarán ante los tribunales”, afirmó Steve Francis, Subdirector de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos y Director del Centro Nacional de Coordinación de los Derechos de Propiedad Intelectual.

“Nuestra oficina seguirá colaborando con INTERPOL para coordinar las investigaciones dirigidas contra todos los estratos de las organizaciones delictivas transnacionales involucradas en el tráfico de vacunas contra la COVID-19 falsificadas”, añadió Steve Francis.

Estafas por Internet

Una de las últimas tendencias entre los ciberdelincuentes es crear sitios web ilegales que simulan pertenecer a organizaciones nacionales o de ámbito mundial legítimas y que ofrecen un servicio de reserva de vacunas contra la COVID-19. En estos sitios web, el pago puede hacerse en bitcoines y por otros medios de tramitación de pagos.

Se sospecha que estos sitios web falsos, que usan los logotipos de marca de las grandes empresas farmacéuticas dedicadas a fabricar las vacunas aprobadas contra la COVID-19, sirven para lanzar ataques de phishing o engañar a las víctimas para que hagan donaciones benéficas.

Al tratar de comprar en Internet las supuestas vacunas contra la COVID-19, las personas no solo exponen sus ordenadores a sufrir ciberataques, sino que corren el riesgo de ser víctimas de un robo de identidad.

En diciembre de 2020, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos bloqueó dos sitios web que simulaban ser los de sendas empresas de biotecnología dedicadas al desarrollo de tratamientos contra la COVID-19. En realidad, parece que dichos sitios se habían estado utilizando para recopilar información personal sobre sus visitantes, a fin de usarla luego con fines delictivos, como por ejemplo la comisión de estafas, la realización de ataques de phishing o la difusión de malware.

También se han lanzado ataques con ransomware contra hospitales, laboratorios, administraciones locales y otros objetivos, con el consiguiente bloqueo a distancia de sus sistemas informáticos y la petición de un rescate para liberarlos.

Habida cuenta de la necesidad de dar una respuesta mundial a este tipo de estafas y delitos financieros facilitados por Internet, INTERPOL creó en 2020, en colaboración con los países miembros, el Equipo especial de ámbito mundial sobre delincuencia financiera, con miras a intensificar las labores de cooperación e innovación llevadas a cabo a escala mundial con los socios de los sectores público y privado.