Según un estudio, los muchachos y los niños de muy corta edad corren mayor riesgo de sufrir graves abusos sexuales en línea

6 de marzo de 2018

BRUSELAS (Bélgica) – Un estudio sobre las fotografías y los vídeos registrados en la Base de Datos Internacional de INTERPOL sobre Explotación Sexual de Niños (ICSE) ha revelado que cuanto más joven es la víctima de abusos, más graves suelen ser esos delitos.

En un informe publicado hoy por INTERPOL y ECPAT International se destaca asimismo la urgente necesidad de comprender mejor la explotación en línea y de asignar más recursos a la identificación de las víctimas.

En el marco de esta revolucionaria investigación, se analizó información sobre más de un millón de archivos multimedia que contenían imágenes de explotación y abusos sexuales de menores, procedentes de todo el mundo y conservados en la base de datos ICSE.

Asimismo, se efectuó un examen detallado de una selección aleatoria de 800 series de vídeos y fotografías. Un 84 % de este material contenía imágenes de actividades sexuales explícitas, agresiones, agresiones graves, sadismo u otras “parafilias problemáticas”, como bestialismo, humillación o necrofilia.

Víctimas infantiles

Más del 60 % de las víctimas no identificadas eran impúberes, y entre ellas figuraban bebés y niños pequeños. Esta categoría también estaba más expuesta a ciertas formas de abuso y explotación que iban acompañadas de algún tipo de parafilia.

Asimismo, se observó un vínculo entre el sexo de la víctima y el nivel de abuso, ya que los menores de sexo masculino tienen más posibilidades de aparecer en las imágenes que contienen escenas de abuso más graves.

“Lamentablemente, la mayor parte de la gente no se da cuenta de que, cuando hablamos de abuso de menores, nos referimos también a niños de muy corta edad, bebés de apenas unos meses, que sufren agresiones sexuales extremas”, declaró Bjorn Sellstrom, coordinador de la Unidad de Delitos contra Menores de INTERPOL.

“La identificación de víctimas forma parte esencial de la labor de INTERPOL, ya que permite establecer vínculos entre las investigaciones realizadas en todo el mundo acerca de los abusos sexuales de menores cometidos en línea”.

“Este informe hace hincapié en la necesidad de que un mayor número de países se conecten a la base de datos ICSE y pasen a formar parte de esta importante red de investigadores dedicados a rescatar a los menores víctimas de abusos”.

“Este estudio contribuirá a dar a conocer los retos a los que se enfrentan las fuerzas del orden, y a fomentar un apoyo más firme al aumento de las actividades de identificación de víctimas a escala mundial”, añadió Sellstrom.

Identificación de los delincuentes

Los expertos coinciden en que la inmensa mayoría del material relacionado con el abuso sexual de menores es obra de personas que forman parte del círculo de allegados de la víctima. La identificación de la víctima es una prioridad, ya que, además de ofrecer la ocasión de poner a salvo al niño, suele ser el primer paso para identificar al autor de los abusos.

“Pese a que cada día se cargan millones de vídeos y fotografías con imágenes de abusos o explotación sexual de menores, la inmensa mayoría de las víctimas, así como de los autores, permanecen sin identificar”, señaló Dorothy Rozga, Directora Ejecutiva de ECPAT International.

“Este estudio aborda la necesidad acuciante de afrontar la falta de investigaciones e indicios sobre los niños pendientes de identificación que aparecen en este tipo de material, así como la calidad de la respuesta de las fuerzas del orden de todo el mundo”.

“Lo que se necesita ahora es una acción coordinada de ámbito mundial. Casi todos los países del mundo se han comprometido a poner fin a la explotación sexual de menores. Pero no se puede poner fin a lo que no se puede medir”, agregó Rozga.

Hasta la fecha, gracias a la base de datos ICSE, ya se ha identificado a más de a 12 000 menores víctimas de delitos sexuales en todo el mundo.

Otras enseñanzas extraídas del estudio:

  • Los funcionarios de las fuerzas del orden se enfrentan a numerosas dificultades a la hora de identificar a las víctimas y a los autores de los delitos, incluso con herramientas tan poderosas como la base de datos ICSE.
  • Una parte importante (el 61 %) de las series analizadas contenían fotografías y vídeos que conjugaban abusos y explotación. En la inmensa mayoría de las series analizadas procedentes de sitios web especializados en modelos infantiles, aparecía material relacionado con abusos y explotación.
  • Resulta difícil determinar con precisión las características esenciales de las víctimas, como su edad, especialmente cuando pertenecen a distintos grupos étnicos.
  • Aunque la mayoría de los autores son hombres, también hay mujeres implicadas en los abusos y la explotación de menores, si bien es evidente la complejidad de su función.
  • El fenómeno de las “imágenes de contenido sexual producidas por jóvenes” parece plantear dificultades a los organismos encargados de la aplicación de la ley a escala internacional, tanto por lo que respecta a la detección de este tipo de imágenes y a su integración en las bases de datos, como a la identificación y clasificación de las víctimas.

El informe Towards a Global Indicator on Unidentified Victims in Child Sexual Exploitation Material (Hacia un indicador mundial de las víctimas no identificadas que aparecen en las imágenes relacionadas con la explotación sexual de niños) es una muestra singular de cooperación entre INTERPOL y ECPAT International. Se trata de un componente fundamental de un proyecto más amplio denominado I-CARE (ICSE Database Connectivity and Awareness Raising Enhancements, Mejora de la conectividad a la base de datos ICSE y aumento de la concienciación sobre ella), cofinanciado por el Fondo de Seguridad Interior de la Unión Europea y llevado a cabo entre 2016 y 2018.

Nota sobre terminología

En INTERPOL defendemos el uso de una terminología apropiada para evitar la trivialización de los abusos sexuales y la explotación de los niños.

Los términos del tipo “porno infantil” utilizados por los delincuentes no deberían ser empleados legítimamente por las fuerzas del orden, las autoridades judiciales, los ciudadanos o los medios de comunicación.

Se consideran adecuados los términos “abuso sexual de menores”, “explotación sexual de menores en el contexto de viajes y turismo” y “explotación de menores en/a través de la prostitución”.

Ciertos términos, como “pornografía infantil”, “turismo sexual infantil” o “prostitución infantil”, deben utilizarse con prudencia o evitarse por completo.

La obra “Orientaciones terminológicas para la protección de niños, niñas y adolescentes contra la explotación y el abuso sexuales”, también llamada Orientaciones de Luxemburgo, ofrece una serie de directrices sobre el uso de los términos relacionados con la explotación y el abuso sexual de menores.